Se inició y recorrió todas las categorías jugando al básquet en el club, hasta ser profesional. Hoy, es Coordinador del Básquet Amateur y Jefe de Equipo del Básquet Profesional. Fabián Renda entiende a la perfección lo que representa este deporte en Gimnasia y trabaja día tras día para perfeccionar lo que ya es una tradición. Luego de un año que trajo muchas satisfacciones, desde el nivel de los Cadetes hasta el ascenso a la A1, analiza el 2016, los objetivos por los que trabajan junto a los entrenadores y el futuro al que apuntan.

-¿Qué balance hacés del año que pasó en materia de inferiores? 

-Es muy positivo, aunque todavía nos falta para lo que estamos buscando. En materia de las formativas, hay que resaltar las presencias de los jugadores nuestros en el básquet profesional, desde Rusconi hasta Rosende, Skliar, Zulberti, todos los chicos que tienen la posibilidad de estar jugando. En cuanto a resultados, los Sub 21 salieron campeones, las categorías Infantiles, Cadetes y Juveniles ganaron la Copa Conjunto, sacándole 8 puntos al segundo. En el global volvemos a estar por encima. Los Cadetes, que fue la categoría más fuerte, clasificaron al provincial, salieron campeones en Chivilcoy de la zona Norte y llegaron a la instancia de jugar con Boca, Lanús y Peñarol, ganándole a Boca. Si bien los resultados no son lo que se busca a corto plazo en esas categorías, marca un poco la tendencia de que año tras año estamos mejor.

-¿Y cuál es ese objetivo que buscan y para el que todavía falta? 

-Tener un plantel profesional 100% de jugadores del club. Cuando de los doce tengamos nueve o diez de la casa, vamos a lograr el objetivo de todos los entrenadores y fundamentalmente de César Adriani y mío, que somos los dos más viejos y que hace muchos años estamos arrastrando esta idea, la de tratar de nutrir al plantel profesional con jugadores del club. Después en el medio hay un montón de situaciones como la del básquet local. Hay jugadores que no les da para jugar profesionalmente pero terminan jugando en la Primera local, en un torneo competitivo, otros en Sub 21, cada uno tiene su techo pero no se lo ponemos nosotros. Cuando digo eso me refiero a que no nos llenamos de jugadores de afuera, como se ha hecho en otra época. Lo que no quita que si hay alguno que nos gusta lo vamos a ir a buscar, pero la idea es que el jugador del club tenga la posibilidad, después está en cada uno y en las condiciones naturales.

-¿A qué responde esa búsqueda? 

-Los equipos de Gimnasia siempre se caracterizaron por tener muchos jugadores propios. Lo que venimos a hacer nosotros es reparar eso que estuvo en el medio, entre que éramos jugadores y volvimos como entrenadores, con lo que no estamos de acuerdo. No con el reclutamiento, de hecho a Joaquín Acuña lo trajimos de Tandil, pero lo que no vamos a hacer es salir a rastrear los mejores jugadores de La Plata para salir campeón de La Plata. De hecho, sin hacer eso en Infantiles salimos segundos, en Cadetes primeros y en Juveniles segundos. En juveniles, sin jugar Skliar y Rosende que los pusimos en el TNA, así y todo perdimos la final en suplementario.

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-Y en esa búsqueda, ¿cómo se trabaja con los jóvenes en el día a día? 

-Siempre hay cosas que se hacen y cosas que no, porque las cuestiones van cambiando, ya sea la dinámica del deporte o la sociedad misma. Este año arrancamos con un sistema de entrenamiento nuevo, un sistema rotativo: Infantiles, Cadetes y Juveniles entrenan en tres turnos rotativos de una hora cuarto, se dividen en fundamentos, físico y básquet. La idea de esto es que estén más tiempo con la pelota y estimulados, porque no tienen “potrero”, que es lo que teníamos nosotros cuando jugábamos, porque estábamos todo el día en el club con la pelota. Esta es una de las cosas que experimentamos este año para mejorar. Se hizo todo el 2016 y queremos perfeccionarlo para el 2017.

-¿Estás conforme con los resultados de ese proyecto al día de hoy? 

-Venimos mejorando mucho, hay que tener en cuenta que venimos de dos cimbronazos. La decisión que hubo de sacar el básquet profesional y la desafiliación que hizo perder la categoría de todas las divisiones. Eso nos hizo perder una base muy grande de jugadores. Si hubiésemos tenido continuidad, hoy estaríamos mejor. Mi objetivo a grandes rasgos es que los mejores jugadores de cada categoría jueguen en la superior y que esa categoría gane igual. Hoy ganamos un torneo y perdemos el otro en suplementario. Estamos cerca.

-Sin dudas los Cadetes fueron la categoría destacada del año, ¿qué tienen de especial? 

-Básicamente que tienen algunos jugadores con el biotipo de jugador de básquet que uno cree poder proyectar, y eso te potencia al resto. Arrancamos a los tumbos, porque Skliar volvió y Acuña llegó hace poco, cuando ellos dos se acostumbraron al sistema de juego empezaron a sacar ventaja y a liberar a los compañeros. La realidad es que hicieron un torneo bárbaro. Esta categoría digamos que es la punta del iceberg que estamos buscando. El ideal es que todas las categorías tengan ese nivel.

-¿Existe una idea de juego común para todas las categorías? 

-La filosofía es la misma en todas las categorías, sólo cambia que en el básquet profesional se miden los resultados y en las formativas no, o por lo menos no debería ser así. Obviamente, en el TNA hay muchas más cuestiones técnicas y tácticas que se tienen en cuenta, pero todos nuestros jugadores pasan de categoría y saben cómo y a qué jugar.

-Si tuvieras que seleccionar los momentos más destacados del año, ¿cuáles elegirías? 

-Uno puede ser la serie de Play Off del TNA pasado. Perder en un quinto juego con Viedma fue buenísimo para todo el básquet de Gimnasia. Otra puede haber sido cualquier partido de este torneo de TNA viendo en cancha a Skliar, Lancieri, Rosende, Zulberti y uno más. De los cinco jugadores, cuatro nuestros. Eso para mí es la alegría completa, verlos y saber que pueden jugar. Después, lo que lograron los Cadetes ganándole la final a Estudiantes, ganando la zona norte en Chivilcoy y ganándole a Boca, compitiendo con los grandes de la Liga Nacional, fue sin dudas otro momento para destacar. Y por último, el ascenso a la A1 con todos jugadores Juveniles y Sub 21 nuestros. Más o menos son todo parte de lo mismo, pero te marcan que tan mal no estamos rumbeados.

-¿Qué objetivos te planteas para el 2017? 

-Los objetivos no cambian, seguir desarrollando esta idea para que aparezca otro Skliar y que vaya empujando. Por lo menos desde el básquet formativo trabajamos para eso con todo el equipo de entrenadores. Si nosotros sacamos un jugador de nivel por año, en tres cuatro años tenemos el problema del básquet profesional resuelto.

Informe: Prensa Gimnasia