Hubo dos partes bien marcadas. Regatas es un equipo prolijo en ataque. Todo sobre conceptos claros. Anoche se lució con su juego interior, atacó la pintura y Gallizzi (¡16 puntos!), especialmente, cerquita del aro, torturó a Meyinsse. La amenaza del tiro externo estaba latente, pero la usó poco, tal vez porque no hubo necesidad.

Del otro lado, San Lorenzo (sin Tucker, ausente por descanso), que anota como siempre, pero que no defendió bien en ese parcial, sufrió más de la cuenta. Y si no defiende no puede correr, no consigue puntos fáciles como desea.

Pero como tantas otras veces a lo largo de los últimas tres temporadas (sí, tres), algo cambió en el descanso largo y el Cuervo salió con otra energía en defensa: a ajustar marcas, estirar los brazos para dificultar tiros, doblar, ayudar, tocar balones, así provocó 5 pérdidas y galopó la cancha. Parcial de 13-2 en 5 minutos (64-55).

La actitud del equipo en los terceros cuartos, con los mismos nombres, es otra, nadie sabe bien por qué pero parcial de 25-11 y ventaja de 12. Sin embargo, los correntinos aguantaron la mini paliza y resurgieron, en menos de 3m, con paciencia y la segunda unidad decidida a no arriar las banderas.

Como es habitual, en la chiquita, los partidos se definen por detalles: los rebotes ofensivos (5) le dieron más posesiones al local, Smith tomó un par de tiros apurado, Calfani entregó una deliciosa asistencia de faja para la volcada de Anthony, mágicamente volvieron a defender en conjunto como si no estuvieran cansados y en 90 segundos clavaron un parcial de 12-2. Final lujoso, pese a los vaivenes, que son los del juego mismo.

Planilla oficial del juego

Nota: Marcelo Nogueira – Diario Olé

Foto: La Liga Contenidos