El cielo de Los Ángeles amanecía claro y sin atisbo de tormenta cuando el pasado mes de julio los Lakers anunciaban el fichaje de LeBron James. Todo eran sonrisas y pronósticos optimistas, llegando incluso a pensar en pelear el anillo a los Warriors. Han pasado siete meses y el clima alrededor de la franquicia de oro y púrpura es totalmente diferente.

El sol ha dejado paso a nubarrones de crisis y tristeza en un equipo que se tambalea después de no conseguir el ansiado fichaje de Anthony Davis y tras caer fuera de los puestos que dan acceso a los ‘playoffs’. Undécimos en el Oestey a tres partidos del octavo clasificado (San Antonio ahora mismo), las apuestas empiezan a dar la espalda a ‘King’ James y sus huestes. De hecho, tras las derrotas ante Pelicans y Grizzlies, la sorpresa sería que los angelinos entraran en las eliminatorias por el anillo.

Los Lakers tienen un balance de 29 victorias (apenas tres más que la temporada pasada sin LeBron) y 31 derrotas lo que ha variado completamente las apuestas. Que los angelinos entren en las eliminatorias por el anillo se paga a tres dólares por cada uno apostado. Mientras que apostar por su eliminación en temporada regular supone perder dinero siempre, ya que la cuota está en -400 (apuestas 400 dólares y recuperas 100).

Toda la situación de la franquicia californiana ha generado comentarios que ya hablan de un posible ‘tanking’ de los Lakers para conseguir una buena elección en en el draft. «Ahora mismo los Lakers tienen más papeletas para terminar trayendo un top 3 del draft que de entrar en ‘playoffs’. La capa de Supermán de LeBron se ha roto y no hay ningún sastre alrededor para arreglarla», afirmó Colin Cowherd, periodista de FOX Sports.

La crisis angelina –plasmada en la retirada del cartel publicitario de LeBron James del Staples Center tras la derrota ante los Grizzlies– tampoco ha tardado en tener reflejo en la opinión de ex jugadores de la franquicia como Shaquille O’Neal.

El gigante de Newark ha cargado contra los compañeros de LeBron por dejarles que les afecten los rumores de traspaso que se asoció a casi todos ellos antes del All Star: «Es tiempo de sentarse y remar. Si no quieres que te traspasen o no quieres que se hable de ello, da un paso adelante. LeBron está acostumbrado a jugar con gente que anota y le hacen mejor y eso no lo está teniendo ahora. Mira, yo fui traspasado seis veces y no lloré por ello. Esto es un negocio».

Nota: diario Marca de España