San Isidro 55-64 Platense

En un partido de altísimo voltaje, con una intensidad enorme y un clima emocionante, Platense logró una gran victoria sobre San Isidro y forzó un quinto juego en Vicente López. Fue 64-55 para el Calamar, que se encontraba en una situación límite pero sacó adelante un partidazo y logró igualar la serie 2 a 2. Con este panorama, todo se definirá el próximo miércoles, de regreso en Vicente López y en casa de Platense.

Gastón Essengue fue la máxima figura de la noche después de registrar 18 puntos, goleador del encuentro. El camerunés del Calamar fue escoltado por su dupla extranjera, Cedric Blossom, otro de los pilares del ganador con 15 tantos, 8 rebotes y 4 asistencias. En San Isidro, Rodrigo Sánchez fue lo más destacado tras firmar una labor con 17 unidades.

El duelo arrancó más trabajado y estudiado que anteriores partidos de esta serie. Sin pasarse tanto la pelota y con los equipos inclinándose mucho más al uno contra uno, a hacer la personal, la paridad reinó durante los primeros diez minutos. Sani se repartió mucho más el goleo, aunque en el caso de Platense las ofensivas recayeron en la experiencia de Essengue.

El camerunés anotó 12 de los 17 puntos que anotó todo Platense en el primer cuarto. ¿El resto? Un triple de Goldenberg y un doble de Blossom. Por el local, el trabajo de Suppi en la base y la polivalencia de Sánchez se hicieron sentir desde el inicio. En este orden, el Calamar sacó una pequeña diferencia, apoyado en el peso y buen arranque de Essengue, para adelantarse por 17-13 en el episodio inicial.

Todo siguió parejo en el comienzo del segundo capítulo, y más allá de que Platense golpeaba con el juego interior (a Essengue se sumó el buen labor de Blossom, clave para las aspiraciones bonaerenses), del otro costado llegó la respuesta de Sani a través de Sánchez, por momentos importante en el dueño de casa pero bien defendido por Blossom.

No obstante, Platense se mostró un pequeño paso por delante, y lo terminó confirmando sobre el final del parcial. Dejar a Sani en 21 puntos y hacer una defensa mucho más intensa que la de su rival le permitió al equipo del Cholo Vázquez hallar soluciones dentro del partido, ya que dentro de un trámite luchado y muy estudiado terminó sacando ventajas al pasarse la pelota, depositando la pelota en el poste bajo donde Essengue siguió agrandando su figura, pero también lastimando con alguna que otra penetración.

Más allá de no conseguir una diferencia determinante en el tanteador (fue +9 al descanso largo), Platense se mostró más activo y más incisivo para pelear todas las pelotas. Y cuando Sani se arrimó para cerrar el parcial con una brecha más ajustada, un triple de Lugrin totalmente libre (doblaron en la marca a Julián Ruiz pero el joven base supo encontrar al alero bien ubicado y en soledad) estampó el 30-21 con el que ambos elencos se fueron a los vestuarios.

La lucha no cesó en el reinicio del encuentro, y en el golpe por golpe, subiendo cada vez más en intensidad, cada error se pagaba caro. Y en ese sentido, San Isidro se mostró más enchufado que en los primeros veinte minutos. Con cortes en la línea de pase para frustrar ofensivas del rival, para después correr la cancha y lastimar en el contragolpe.

Fue así como los de Torre acortaron el margen rápidamente e incluso empardaron el encuentro en el ocaso del parcial, ya con Suppi más encendido (anotó 8 puntos dentro de un sprint de 10-3 para Sani) y poniendo el juego 42-42 con menos de dos minutos por jugar. Y a pesar de que el final se mostró un tanto deslucido, donde la presión entró un poco más en juego, Platense se adelantó por 44-42 pero dentro de un tramo donde Sani había demostrado una mejor versión (fue 21 a 14 el periodo), amenazante de cara al último cuarto.

El último episodio se abrió con un triplazo de Sánchez para terminar de dar vuelta el marcador (45-44), luego de que los cordobeses hayan llegado a estar -9 en dos oportunidades durante el primer tiempo. La defensa local permitió la remontada, pero en ese mismo momento también creció la barrera impuesta por un Calamar que no bajó los brazos. Con siete minutos por jugar y los de Torre arriba por 4 (50-46), el trámite se volvió mucho más estudiado, ajedrecístico, pero sumergido en una fuerte intensidad.

La presión fue cada vez más fuerte, y dentro de esa embestida y embestida constante, salió a flote un importante pasaje de Platense. Los de Vázquez se encontraron con una situación vital: dos y uno de Goldenberg más tres rebotes en ofensiva ganados para escaparse a cinco: 55-50 a falta de 3:08. Pero nada estaba dicho, y tras minuto de Torre llegó una devolución de Cambronne para ajustar el marcador.

Sin embargo, en el golpe por golpe, Platense sacó una ventaja interesante de 61-55 restando 1:16. Los de Saavedra lograron sostener esa brecha, defendiendo con muchísima intensidad y obligando a Sani a lanzar incómodo. Es verdad que los sanfrancisqueños también defendieron aguerridos, pero en ese ida y vuelta el reloj pasó a ser un aliado para el Calamar.

Blossom terminó de sentenciar la historia con un 2 + 1, sellando el 64-55 final para decretar la victoria de Platense en San Francisco. Las Finales de la Liga Argentina se van a quinto partido, empatadas 2 a 2 y en un definitivo juego a disputarse el próximo miércoles en Vicente López.

Informe: Prensa AdC Foto: Prensa Platense