Con la NBA suspendida de manera indefinida por la pandemia que está causando la continua expansión del coronavirus, son muchos los jugadores que quieren volver a sus países de origen para pasar la crisis sanitaria en sus respectivas casas y teniendo cerca a sus familiares.

Tomas Satoransky, ex jugador del Baloncesto Sevilla y del Barcelona que actualmente milita en las filas de los Chicago Bulls, fue uno de los últimos que tomó la palabra para criticar a la NBA por no permitir que regrese a República Checa: «No es agradable permanecer en Estados Unidos y ver cómo los dueños de los equipos tratan de terminar la temporada para no perder demasiado dinero. A mí y a mi familia nos gustaría marcharnos a la República Checa» , manifestó el base en una intervención para el programa Nova Sport llamada ‘Encarcelado en Estados Unidos’.

Y similares a los del jugador checo hay otros casos como el del base español, Ricky Rubio. El jugador de los Phoenix Suns reconoció en unas declaraciones para Teledeporte que su deseo es regresar a España: «Estoy mirando la manera de volver a casa. Quiero estar con la familia cerca, aunque no la pueda ver, por cualquier cosa que pueda pasar. Tengo un niño de dos meses y me haría mucha ilusión que puedan verlo pronto», apuntó el jugador de El Masnou (Barcelona).

No obstante, la situación no parece ser demasiado optimista para los jugadores europeos. Según declaró Manu Valdivieso, fisioterapeuta de Kristaps Porzingis y miembro del staff técnico de los Dallas Mavericks, los jugadores estadounidenses sí pueden moverse por el país, pero no sucede lo mismo con los extranjeros: «Los jugadores nacionales pueden viajar a sus ciudades con un permiso especial. Los extranjeros deben permanecer en el país», zanjó.

 

Nota: marca.com