Pablo Prigioni, ex base de la Selección Argentina y actual asistente en Minnesota Timberwolves en la NBA, estuvo en 3X3 Radio vía UcU Web Radio y habló de todo. El momento en su casa con el coronavirus, su etapa en el Baskonia y su presente en la mejor Liga del mundo. Además, dejó su idea sobre la Selección Argentina y la posibilidad que tienen algunos jugadores argentinos en sumarse a una franquicia NBA.

«Es triste lo que está pasando, nunca imaginamos vivir algo así, todos estamos descubriendo cómo lo llevamos, algunos con más dificultades que otros, gracias a Dios en la familia estamos bien, estamos muy pendientes de los viejos, mis papás están en Río Tercero, mis suegros en España. Y aca haciendo cosas con el equipo, nos comunicamos una vez por semana, estamos planificando cosas, les enviamos videos de su juego en esta temporada. Intentamos estar muy cerca de los jugadores».

«Los días son bastante parecidos todos. Ya tenemos una rutina, me levanto, desayunamos con mi señora, mi hijo está haciendo el e-learning, las actividades del colegio por la tablet. Mi hija está en lo mismo, le quedan dos meses de clases. Yo me pongo a editar videos, siempre tengo algo para hacer durante las mañanas. Muchas veces tenemos las comunicaciones entre los entrenadores o con los dirigentes. Por la tarde comenzamos a hacer yoga con mi hija. Tenemos una canchita cubierta, así que también puedo entrenar con mi hijo. Son todos los días iguales, acá no acaba de empezar el verano, hace dos días hizo 20 grados y ahora está nevando, esperamos que llegue el calor para poder salir al patio y disfrutar un poco más del aire fresco».

«Son diferentes mis papeles en dos años. El año pasado tenía menos responsabilidades, menos jugadores con los que entrenar. Tenía algún ejercicio para hacer, pero más que nada fue para aprender, para ver cómo trabajaba Kenny y su equipo. Este año el rol de asistente principal es más importante, está más enfocado al ataque, me tengo que centrar mucho en cómo está el equipo ofensivamente, tengo muchos ejercicios en los entrenamientos, tengo que preparar videos pre y post partido y tengo algunos jugadores para trabajar individualmente. El rol creció y con eso las responsabilidades. Me encuentro muy bien y lo estoy disfrutando mucho».

«Falta mucho para que esté al frente de un equipo NBA. No lo pienso en absoluto, tengo claro el recorrido que me falta para llegar a una posición como esa. Como hice como jugador me enfoco en lo que tengo al frente, trabajando día a día y no tanto en el futuro. Estar ahí te va preparando, te pone en situación.Si el día de mañana estoy capacitado, se verá. Se va a dar de forma natural, de la misma forma que se fue dando mi vida profesional».

«Nunca hubo nada con los Knicks, fueron especulaciones de los periodistas. Tuve contactos con ellos para entrenar antes de ir a brooklyn como entrenador de desarrollo pero nada más».

«Cuando tuve las primeras conversaciones con el entrenador nos dimos cuenta que estábamos muy alineados en la filosofía de juego del equipo. Estamos en la misma página en eso. A partir de ahí hay mucha informacion de los analiticos, hay que diseñar el sistema de ataque. Hay que analizar el tipo de tiros que queremos que el equipo haga, a partir de ahí ver la ocupación de la cancha, la generación del espacio. Es un juego muy moderno, como quieren jugar muchos equipos, la diferencia está en los detalles. Hay muchos conceptos y variables en los que uno puede evolucionar y ser mejor».

«La relación con D’Angelo Russell es muy buena, tenemos mucho respeto el uno por el otro, es muy fácil trabajar con él, tiene muy buena predisposición, es abierto para debatir, para ver videos. Es muy agradable. Una de las cosas más importantes en esto es la relación con los jugadores, por suerte tengo muy buen trato con todos ellos, es algo básico para esta liga. Hay que saber entenderlos, ahí por mi pasado tengo una ventaja, muchas veces sé lo que sienten y puedo anticiparme a sus estados de ánimo».

«Siempre me imaginé venir a la NBA, tuve la posibilidad de venir antes de ir al Baskonia, ahí jugaron muchos factores que me terminaron impulsando a decidir por irme a Europa. Cuando salí de ahí tenía la expectativa de sumarme a algún staff, no sabía donde. Por suerte llegó pronto, intenté aprovechar el primer año para absorber lo más que podía».

«Baskonia para mi es un sentimiento muy grande, estuve mucho tiempo ahí, mis hijos nacieron ahí, tenemos gran cantidad de amigos en la ciudad, tengo una relación extraordinaria con toda la gente de la organización. Hablar del Baskonia es hablar de gran parte de mi vida. Era muy difícil decirle que no, a pesar de saber que tenía una exigencia muy grande. Eso me generaba una duda. Como todo proyecto, cuando uno tiene algunas dudas se puede dar cuenta de que no lo tiene que hacer. En mi caso fui sintiendo cosas que me dijeron que no tenía que hacerlo, fue muy pronto en la temporada, y no quise entrar en un bucle que le hiciera mal al equipo y sabía que ellos podían encontrar un entrenador para casi toda la temporada, y que le pueda dar muchas más cosas que yo. Sueño con estar ahí y que al equipo le vaya bien».

«Fue una decisión con mucho sentimiento de mi parte hacia el club. No quería que pagaran un pronto desarrollo de mi carrera como entrenador. Ellos están en carrera para competir todo el tiempo. En ese momento decidí salirme para no perjudicarlos. Si en el futuro me siento preparado y a ellos les parece lo mismo, podré volver. Si mi carrera se da completamente en la NBA también. Mi sentimiento para ellos no va a cambiar nunca».

«La temporada con los Minnesota era para darle rumbo a la organización. Este primer año era para darle un rumbo en muchas áreas. En lo que respecta al juego, queríamos darle una identidad, una forma de trabajo específico. Había tanto por instalar, que este año no se trataba del récord, sabíamos que no iba a ser bueno. Fuimos parte de un gran trade de 8 jugadores, que cambió completamente el equipo. Hoy sabemos que rumbo tiene la organización y a qué sistema queremos jugar. Tenemos un equipo muy jóven, por lo que queremos desarrollarlos».

«En cuanto a si puede volver la NBA, yo lo veo muy difícil, la situación en Estados Unidos no hace más que empeorar y las condiciones no están dadas para que la actividad pueda volver a un corto plazo. Están intentado hacer cosas para los jugadores, que es un indicativo que nos señala que la vuelta no es cercano».

«Tenemos muchos jugadores que parecen que tienen 28 o 29 años y cuando te fijas tiene 24 recién cumplidos, y pretendemos que dominen la liga como Lebron. Hay pasos que no se pueden saltar, somos el equipo más joven de la liga. Hay un solo que tiene más de 30 años. Necesitamos que maduren juntos y que vayan creciendo. No sabemos si el próximo año o cuando estén en su prime. No son todos iguales».

«Como asistente de Minnesotta tengo un año más de contrato con opción a otro. Veremos lo que pasa más adelante».

«Hay varios equipos que me gustan como juegan. Me gusta que sean organizados, tengan una filosofía y la respetan. Me gusta mucho Boston, Milwaukee, son equipos que respetan su idea y son muy consistentes. Toronto también me gusta. Ellos siempre juegan igual, es algo difícil de conseguir, por eso son tan sólidos. En cuanto a los jugadores, no es justo decir uno, no dejan de venir buenos jugadores a la liga. Hay mucho talento físico y técnico».

«Siendo el calendario como es, con cuatro juegos por semana es muy importante el standar y ser responsable con eso. Por eso hablaba de lo importante que es tener una identidad en ataque y en defensa. Se pueden hacer ajustes dependiendo el equipo que tengas al frente, pero no cambiar toda la forma, sería imposible».

«En algún momento puedo llegar a estar al frente de la selección argentina, pero no lo veo cercano. Me falta recorrido, tener mas espalda y experiencia como entrenador. Hay un tema familiar también, mis hijos tienen 11 y 14 años, y esta liga no para nunca, cuando termina la temporada viene el draft, después está la summer league, si el poco tiempo que tengo libre me voy con la selección me pierdo una edad que no vuelve, ya me perdí un montón de cosas de ellos y no quiero faltar en esta etapa tan importante de la vida. Después se van a ir a la universidad y van a hacer su vida. Ese combo hace que no lo vea para nada temprano».

«El nivel de los entrenadores argentinos es buenísimo, se está abriendo la posibilidad para muchos entrenadores no americanos para que formen parte del staff en la NBA. Una parte fundamental es el idioma y la comunicación. Si no sos claro a la hora de entrenar jugadores es imposible. El haber sido jugador me da un plus, seguramente hay muchos entrenadores que son mejores que yo, pero la comunicación les jugó en contra».

«Después del mundial de argentina todos están en la mira para la NBA. De ahí a que alguno tenga la posibilidad de venir es otra cosa. Facundo estuvo muy cerca, no se como es su situación con el Real Madrid. Es cuestión que un equipo piense que tiene el lugar para él y que el quiera dar ese paso. Bolmaro es un nombre que está tomando fuerzas de cara al draft, veremos lo que opinen los equipos, ojalá que pronto podamos ver argentinos en la liga, será cuestión de tiempo».