En 3×3 Radio seguimos recorriendo la historia grande del básquet argentino, y es por eso que en el programa del día jueves tuvimos una larga y divertida charla con Hugo Sconochini, histórico capitán albiceleste. Actualmente radicado en Milano, Italia, habló de cómo se vive la situación de la Pandemia del COVID-19 en uno de los epicentros más grandes a nivel mundial.

Divertido como siempre, Hugo charló del estado del básquet italiano, cómo vio a los argentinos en la última temporada y cuál es la opinión europea sobre los jugadores oriundos de nuestro país. Además, habló de los rumores sobre Facundo Campazzo y Gabriel Deck en la NBA, las cuentas pendientes en su carrera, y su relación actual con el baloncesto.

Escuchá la charla completa con Hugo Sconochini:

«¿Viste las cosas que hizo Luis para seguir jugando un año mas? Inventó toda esta historia para que le estiren los Juegos Olímpicos un año más y que pueda seguir jugando

Luis sale mucho tiempo antes a la cancha, hace diez tiros por estación, recién cuando termina se acerca a hablar, está ahí un rato largo hasta que lo llaman y se va al vestuario. Muchas veces voy a hacer los comentarios del partido y se acerca para charlar, como si estuviéramos en un bar. Eso siempre lo hace grande al chabón.

Estoy en Milano, desde que terminé de jugar me instalé acá. Estoy en el centro de toda la epidemia, esta zona es donde el virus atacó de manera muy agresiva, es una ciudad blindada, donde antes el ruido lo hacía de capo, hoy es una ciudad fantasma. Ahora estamos por entrar en una fase dos, para ver si el país se pone en movimiento otra vez. Ahora se viene una parte muy difícil, que es la que vive el ciudadano todos los días, la gente no trabaja y la gente tiene que pagar sus impuestos igual, viene una dura lucha, igual o más difícil que ganarle a un virus.

El país se puso de rodillas. El gobierno te obligó a quedarte en tu casa, y eso está perfecto. Pero también debería garantizar ciertas cosas, que cuando lleguen los impuestos puedas pagarlo en otro momento, que las personas que no puedan trabajar tengan algún dinero que los ayude a vivir. El gobierno tiene que se operativo a eso, acá no se está haciendo, espero que en Argentina si. Allá hay muchos menos contagiados y fallecidos.

El fútbol mueve más que todo, las garantías que tiene el fútbol, se habla mucho de eso y poco de las demás cosas, yo no me preocuparía por eso, hay cosas más importantes. Los gobiernos tienen otras prioridades, el deporte es importante para la gente, porque es una forma de no pensar en lo que está pasando, lo mismo que los espectáculos. El deporte deberá esperar para arrancar.

Nunca tuve miedo de esta situación. Soy bastante pragmático, creo que en las cosas que veo. Lo que yo veía era un mensaje de parte del gobierno que era un poco terrorífico, para crear un poco de terror, para que la gente se quede en sus casas. Yo veo la cantidad de muertos, pero el 80% tenían una o varias patologías que empeoraron con esta enfermedad. A mi no me tocó de cerca. Hablamos con el colo y para mi es impensable que un virus le pueda hacer mal a alguien semejante como él. Lo vivió de manera pesada, lo contó, que él diga que fue una enfermedad dura quiere decir que es terrible. Ahora está bien y lo importante es que todos los enfermos se puedan recuperar.

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La liga italiana está bien, no está bárbara como supo ser, hay problemas económicos, problemas de organización, hay gente que le gustaría que fuera sin italianos, la adj se lamenta porque hay pocos lugares, pero no se dan cuenta que sacan pocos jugadores que puedan formar parte de rosters importantes, hay un poco de caos. A los argentinos los sigo, hay veces que me toca comentar partidos, y sino por las estadísticas. Sigo un poco más la Euroliga, es gente que está viviendo lo que nos pasó a nosotros, es un buen producto que fue mejorado por otras manos. Yo salgo de Argentina, con buenas condiciones físicas, sabiendo lo que es jugar, en Europa te terminan de enseñar lo que es jugar realmente. Eso hace que el jugador se vuelva completo. De ahí a llegar a ganar es otra cosa. Estos chicos están viviendo lo que nos pasó a nosotros. Emigrar de Argentina para terminar de mejorar.

Con el jugador argentino siempre hay una consideración muy buena. La gente que vivió grandes momentos con la selección ayudó mucho a los actuales. Los ex jugadores le abrieron el camino a los actuales. Creo que el jugador argentino tiene algo que ningún otro tiene, chispa, soluciones, forma de enfrentar y resolver situaciones con cosas que a un Europeo no se le viene a la cabeza, son jugadores que vienen bien considerados. En eso Luis Scola es una palabra mayor y si tuviera hoy la posibilidad de jugar tres partidos a la semana, dominaría la liga italiana con una seguridad increíble. Cerella es un jugador de toda la cancha, es un jugador que puede defender al palo de la luz, puede defender al más rápido de la cancha, es un jugador que siempre encontró lugar porque se acomoda a lo que pide el entrenador. Yo pagaría una entrada por ir a ver a Forray, son jugadores que te dan emociones, que te hacen saltar de la silla.

Yo no tuve la oportunidad de pisar el mundo de la NBA, y me hubiera encantado. Muy seguido hablé con mis compañeros y les dije que tengo una envidia sana por lo que están haciendo. Ellos coronaron un sueño que a mi me hubiera encantado cumplir. Era algo que me había pegado León, él me ponía los videos de la NBA y a mi me hubiera gustado ser parte de ese mundo. Con los ojos de un compañero, eso te llena de orgullo, pensás que jugaron en la mejor liga y cada uno dejó un registro ahí. Hoy espero que Campazzo y Deck tengan los papeles para poder estar en la NBA, se verá con qué rol cada uno, pero hay que saber adaptarse en todos los niveles, ellos son inteligentes y van a poder.

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Decir que me quedaron cuentas pendientes sería de caradura, me divertí, nunca pensé en hacer lo que hice. Cuando vine a Europa, era por una curiosidad total, nunca había pensado en hacer algo en el básquet cómo pasó. Después todo evoluciona, va hacia adelante. Si después lo hacés bien, por qué no pensar en ir a otra liga. En ese momento la Liga Italiana era la mejor que existía, era muy bueno se parte de esto. Me hubiera gustado jugar en la NBA, no lo hice, y me pone feliz ver que mis compañeros triunfaron en esa liga.

Hay cosas que no tienen explicación. Ver a mis compañeros de la GD es eso. No los veía hace quince años, y parecía que nos habíamos encontrado el día anterior. Enseguida conectamos con todo lo que habíamos pasado juntos. Entre nosotros hay una química que va más allá de una química entre seres humanos que comparten un equipo. Lo que vivimos ese viaje fue algo increíble. Creo que hicieron una cosa que va a quedar, que es importante para el equipo y para todo ese mundo basquetbolistico. Creo que a este mundo le toca vivir más cosas buenas, y creo que por gente mezquina, no logró brillar como lo merecía.

A veces voy a las canchas un rato antes en los partidos. Cuando están los nenes jugando me llega una pelota y me parece un objeto extraño. Tiro y me quedo tres metros cortos, hoy lo siento algo ajeno. Esta pelota me dio todo lo que me podía dar, y más. No tengo más nada que pedirle, estoy agradecido de la vida, hoy elegí otra cosa, me llena de placer otro deporte. Me gustaría ser parte de un equipo en un staff técnico, creo que podría dar cosas importantes, eso es una cosa que la tengo ahí.

Cuando voy a jugar los chicos no se dan cuenta que hace veinte años que no jugás más, entonces me pegan, me empujan. Una vez fui a jugar, hubo uno al que se movió mal dos veces y le pegué un saque en la nuca, que le contaron hasta 150 y no se pudo levantar. Yo necesitaría jugar con mis ex compañeros, no sirvo para ir a un campito, me divierto con los más chiquitos, eso sí.

Hoy el paddle para mi tiene la misma fuerza que tenía el básquet cuando lo jugaba. Antes el deporte con raqueta me aburrió siempre. Cuando volví a la Argentina estaba el boom del paddle en el país. Cuando terminé de jugar profesionalmente, que jugué las series de ascenso, me pregunté que iba a hacer de mi vida. Un amigo argentino me llevó a trabajar con los niños, a los que les enseñaba la preparación física para tener una carrera deportiva. Empecé a jugar, me entretuvo. Hoy hago ocho horas diarias del deporte, enseñando. Cuando puedo lo juego, hay muchas cosas parecidas con el básquet, como cubrir a un compañero, cómo acortar distancias, el movimiento de los pies, es un juego de anticipación, como el básquet.

Con los chicos muchas veces me tocó trabajar en la parte de fundamentos. Es la valija llena de herramientas que uno tiene para desarmar un motor. Eso me salió bien, me gustó mucho. Los niños son fácil de interpretar y es fácil que ellos te entiendan. Me gustaría ser parte de un equipo grande de gente. Podría ayudar a un entrenador o a los integrantes de un equipo a desarrollar al 100% su trabajo.«