Leandro Podestá anunció su retiro de la actividad profesional a los 30 años, después de jugar en el TNA y el Torneo Federal de Básquet, y en los micrófonos de UCU Radio contó todos los detalles de su decisión y afirmó que «le hubiese gustado llegar a La Liga y jugar con Boca», el club en el que hizo inferiores.

El interno jugó para la Selección Argentina juvenil y además tuvo paso por Pedro Echagüe el Torneo Federal y en Tomás de Rocamora el TNA. El jugador de 2.08 metros, también jugó en Unión de Sunchales, hizo inferiores en Boca Juniors y tuvo paso, dos veces, por Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque y una por los Indios de Moreno, entre otros. En 2019 también jugó en Atenas La Plata y se consagró campeón del Torneo Apertura de la Asociación Platense de Basquetbol.

«Mi cuerpo no daba más. Hace tiempo venía soportando un pequeño tirón en la pierna y estuve pendiente de eso, pero nunca pensé que sería algo de gran gravedad. En el último tiempo sentí un dolor más punzante y llegó un momento en el que sentía un dolor permanente y constante y se tornó paralizante. Corría, frenaba y ya empezaba a renguear y mermar la velocidad sin querer hacerlo. Todo empezó a agravarse y a pesar de que seguí tomando los recaudos necesarios, visitando a muchos especialistas y haciéndome muchos estudios, me dijeron que había que operar, pero que la operación era muy riesgosa y que si me tocaban un poquito demás, no iba a poder mover más la pierna y eso me asustó un montón«. 

«Uno cuando quiere algo, hace lo imposible, pero los últimos meses me tenía que hacer bloqueos e infiltraciones y terapia neutral para que relaje el nervio y se desinflame, y llegó un punto en el que tomaba antiinflamatorios, de a dos a la vez, y me hacía muy mal al estómago. Quería seguir jugando y por eso lo hacía. Más allá de las oportunidades que haya tenido, siempre quise estar y me sentí un privilegiado por haberlo hecho«. 

«Ya hace un tiempo venía pensando el retiro. Tuve un cuadro depresivo muy grande, no me quería mover. Tuve problemas con mi pareja y nos terminamos distanciando, no lo pudimos manejar y la angustia misma hizo que yo me aislara. Pensé en frío y dije no hay vuelta«. 

«Llegué a tener momentos donde no podía caminar, tenía dolor todo el tiempo, pasaba noches sin dormir. Como dijo Batistuta, sentía ganas de arrancarme las piernas. No aguantaba más«. 

«En ese tiempo traté de escribir en las redes sociales. Siempre que podía subía algo, la pasión iba más allá del dolor, pero el cuerpo me puso un freno de mano y me dijo «Lea llegamos hasta acá» y lo tuve que asumir. La fecha en la que decidí lo del retiro no fue casualidad, el sábado 16 tuve un fin de semana cargado de emociones con tristeza y alegría por la gente que me acompañó. El sábado 16 de mayo de 1997 empecé a jugar al básquet y cuando me di cuenta de esa fecha, decidí subir la noticia ese día«.

«En algún momento a todos les va a pasar, yo me fui un poco antes de la fiesta. Lo primero que hice antes de escribir fue respirar hondo. No me tomó tiempo escribirlo porque me salió de manera automática. Instagram y Facebook te permiten hasta 10 fotos, y elegí las que representaron mi carrera. No pasaron ni 30 segundos, que la gente empezó a ver la noticia».

«El básquet más allá del amor que me genera y generó, ahora retirado, me ayudó en momentos muy difíciles en donde fue muy complicado para mi familia. Cuando me pude convertir en profesional, pude cobrar una beca y después un sueldo y destinaba eso a mi mamá, que estaba enferma, y a mi familia. A veces resignaba comer o lo que sea por ayudar a mi familia. Durante 10 años, vivimos un clima muy triste y la escuchaba llorar y me ponía mal. Siempre trato de mantener una imagen correcta, había momentos en los que trataba de hacer lo posible para que no se notara. A veces sacaba comida de la utilería del equipo, porque no tenía otra cosa para comer. Al principio fue difícil porque trataba de distribuir la plata de la mejor manera, costó, pero las cosas fueron cambiando y mejorando con el correr de los años». 

«Me hubiese gustado llegar a La Liga, pero por un montón de factores no pude lograrlo. Siempre dije que mi sueño era volver a Boca y jugar la liga profesional. Pero quizá el día de mañana pueda vincularme de alguna manera al club». 

Leandro, que el 29 de marzo cumplió 30 años, en la actualidad es Personal Trainer especializado en salud y fue parte, en septiembre del 2019, de un Workshop de la American College of Sports Medicine, la mayor organización de medicina deportiva y ejercicio de la ciencia en el mundo.

Foto: Atenas y Echagüe