Volviendo a demostrar solidez equipista, apariciones individuales, mucha confianza y algunas definiciones de alto vuelo, Bahía Basket consiguió la cuarta victoria consecutiva y quinta en fila como local, venciendo a Olímpico de La Banda, por 93 a 80.
A Bahía le costó poner en funcionamiento el engranaje. Lynch picó mucho, no se generaron tiros limpios y careció de segundas opciones.
Olímpico, por su parte, dejó en claro rápidamente el juego, clavando a Tintorelli como faro y, a partir de su ventaja o congestión que pudiera generar, la pelota iba hacia afuera o él jugaba 1×1.
En 4m26 saltaron al mismo tiempo a la cancha Caio, Weatherington y Ruesga. El equipo mostró algo más de conexión y se potenció cuando coincidieron Lynch-Caio-Weatherington quienes fueron amenaza constante. Y, junto a Levy raspándose, fortalecieron el juego.
En el global del primer cuarto, los dos equipos ratificaron lo que demuestran las estadísticas: 4-8 en triples Bahía y 6-10 Olímpico. Ambos son los de mayor promedio de la Liga, para cerrar 24-22.
El segundo hubo una sequía. La visita recién anotó cuando iban 4m55. No obstante, lo bueno que pudo hacer atrás Bahía no lo tradujo adelante, con sus tiros poco claros y efectivos.
Hasta que apareció Caio y su desfachatez, para cargar de energía al resto y sacar 10, inclusive, llevando a Lucas Ortiz y Gaskins a cometerle dos faltas fuertes, intimidatorias.
Además, Fede Elías entró derecho y clavó dos triples consecutivos, para darle ventaja de 13, tras un parcial de 15-4.
El panameño Levy siguió luchando con Tintorelli, que era el eje donde giraba Olímpico, a quien se sumó Gaskins para recortar a 7.
De todos modos, Bahía insistió con su ritmo y metió un parcial de 9-1 en 1m57, cerrando el primer tiempo con un triple de Caio y estampando la máxima hasta ahí: 48-33.
Con un buen inicio de complemento y una jugada de lujo en contraataque que, tras cinco pases terminó con doble de Martin, el local sacó 21.
A partir de ahí, la diferencia se mantuvo, con Bahía teniendo fluidez y gol en manos de Martin, Levy, Weatherington.
Los 17 de luz con los que entró al último cuarto eran una buena señal, máxime porque en ningún momento había dejado reanimar a un rival que se iba frustrando con los minutos.
Y, cuando transcurría 1m05, con Bahía corriendo, Ruesga hizo una volcada de otro nivel, que puso de pie al Dow Center.
Esos dos puntos como terminaron de desmoronar a los santiagueños. El tiempo que restaba era mucho, demasiado para poder recuperarse la visita, que había hecho mucho desgaste.
No obstante, con el cubano Guzmán de abanderado, más Gaskins y Aliende anotando de 3, sumado a la baja efectividad en libres de Bahía (19-31), la visita recortó a 9, con 4m30 por delante.
La salida por faltas de Gaskins, a 3m19 del final, terminó de condicionar a la visita. Aunque apostó todo al tiro de tres y tuvo respuestas mediante Guzmán y Lucas Ortiz: 84-77.
Bahía, igual mantuvo el ritmo, jugó con el tiempo a favor y terminó festejando mucho. Estos pibes se lo habían ganado.
Nota: Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com
Foto: LNB Contenidos