El legado de León
León Najnudel se encontraba en España, como entrenador del CAI Zaragoza, en pleno viaje con su equipo de un partido ante el Cafisa Canarias, un triunfo 106-92, como visitante, por los “playoffs de la clasificación”. Y fue ahí, en Arcos de Jalón, un pueblo de la provincia de Soria, cuando se enteró por un telegrama que recibió en su casa de Buenos Aires, y que le leyó por teléfono su primogénito, Nicolás, que la CABB había aprobado el proyecto de la Liga Nacional.
Inmediatamente redactó una carta destinada a Horacio Seguí, colega entrenador y uno de sus escuderos en la lucha por imponer el sistema de competencia que cambiaría la historia del básquetbol argentino.
Ese documento íntimo y personal fue confiado por Seguí para que fuera publicado en el libro LNB 25 años, ya hace una década.
Pero ciertamente nos muestra en la redacción de León su sentimiento por lo conseguido y ya una visión de un futuro exitoso para la competencia interna y el seleccionado.
Aquí la reproducción de una parte de esa carta. Y ustedes saquen sus propias conclusiones.
“… al enterarme de la buena nueva me puse a gritar como un loco y nadie de los que estaba a mi lado entendía nada (NdR: jugadores y dirigentes del CAI). Cuando les expliqué el motivo de mi euforia no experimentaron nada y me puso muy triste comprobar por enésima vez que yo no tengo nada que hacer aquí, que no es mi lugar, en el que no siquiera puedo compartir sentimientos con nadie, ni asombros, ni tristezas, ni alegrías. Y la culpa no es de nadie, es que yo ya tengo mi propia historia y solo me importa a mí y a la gente que convivió toda la vida con los mismos problemas…”.
“… las nuevas generaciones podrán tener mejores posibilidades y solo este hecho nos debería gratificar por el trabajo realizado y no esperar más que eso, el placer del deber cumplido, de haber luchar y de haber conseguido objetivos que sin un gran amor o una loca pasión jamás se hubieran logrado. Y ahora el próximo paso es el de olvidarse de todos los obstáculos, de todos los detractores, de todos aquellos que por su ignorancia, en algunos casos, o por su excesivo afán de protagonismo, en otros, dificultaron el proceso…”.
“… Hay que tener la suficiente grandeza como para comprender que el básquetbol no es propiedad de nadie, que ninguno inventó la manija y que la nueva perspectiva que se abre es de todos los que conforman el medio y de todos los que se vayan incorporando. Necesitamos que sean muchos y cuantos más acudan será el deporte que tanto nos enloquece…”.
La totalidad de los Mandamientos de León tienen vigencia cuatro décadas después, desde que empezó a evangelizar el básquetbol argentino y un puñado de feligreses acompañaron su prédica.
A 22 años de su fallecimiento, QEPD, León. No sabe cuánto lo extrañamos.
Marcelo G. Nogueira
¿Quién fue León Najnudel? Un visionario. Un loco lleno de proyectos federales para hacer crecer al básquet nacional. Según Adrián Paenza: «León volvió del futuro para enseñarnos a nosotros el presente que debería desarrollarse para que el básquetbol crezca». Para los que tuvieron la suerte de conocerlo, es eso y mucho más. Para aquellos que no corrieron con el mismo placer, fue el precursor de una idea que hoy les permite disfrutar de este deporte que nos dio tantas alegrías. Las utopías dejaron de ser tal, y los sueños se hicieron realidad. Hoy, el básquet argentino abraza el recuerdo imborrable de León Najnudel.
En donde sea que estés, muy feliz día.