Hoy, en 3×3 Radio hablamos con Facundo Muller, ex entrenador de San Lorenzo, Instituto, y Libertad de Sunchales. El nacido en Paraná había tenido su último paso profesional por el azulgrana donde cosechó ocho victorias y tres derrotas en Liga Nacional, logró la clasificación a cuartos de final en la Basketball Champions League y se ubicaba tercero en la tabla de posiciones. Después de muchos meses de silencio, el entrenador decidió hablar por primera vez en las mañanas de UcU Web Radio.

Facundo habló de lo complicado que es el trabajo del entrenador en equipos de primer nivel como San Lorenzo, la presión del tetracampeonato, las dificultades que tuvieron como plantel y cómo vivió el tiempo posterior a la decisión de la dirigencia. Además, confesó que está muy activo, con intenciones de retomar el trabajo con un equipo competitivo en el ámbito nacional o internacional.

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Estoy en Buenos Aires, con mi familia, pasando esta cuarentena, este momento distinto que nos toca vivir, por suerte estamos juntos que es mejor que estar solos.

Sacando la cuarentena, este momento que me tiene sin participación activa, sin estar dentro de un equipo, es algo que hace mucho no me pasaba. Aprovechando para desconectar un poco. Los primeros meses después de la salida de San lorenzo me sirvieron para pensar en otras cosas. La Liga y el deporte te lleva a no cortar nunca, por más que haya receso los entrenadores siempre estamos trabajando, pensando en el armado del equipo. Hace mucho que no me sentía desconectado, fuera de la posta, es algo nuevo, tratando de estar mucho más vinculado a mi familia y tratando de pasar el mal momento. Ya estoy mejor, estoy pensando en que me gustaría volver a trabajar, justo apareció todo esto y no sabemos cómo seguirá.

Ya habíamos estado juntos con toda la familia, en Boca como asistente, tres años en La Banda y Santiago. Después fuimos a Sunchales, siempre nos movimos en familia, menos cuando estuve en Córdoba, estábamos tan cerca de Sunchales, que decidimos que vaya solo. Siempre me moví con ellos.

Si, cuando tomamos la decisión de venir juntos a Buenos Aires fue porque el contrato era por dos años, de haber sido por uno no lo hubiéramos hecho. Eso no significa que los contratos siempre se cumplan, no es garantía, cómo pasó. Son los riesgos que corremos en esta profesión, yo siempre he preferido llevarlo así. Cuando estaba en Córdoba nos veíamos muy seguido y cada uno de nosotros lo va llevando como puede, siempre fui un privilegiado de poder hacer lo que me gusta. Estoy muy contento de mi profesión, la quiero mucho, y el acompañamiento familiar es una decisión personal.

Estábamos a mitad de camino con San Lorenzo, construyendo un equipo que tenía sus particularidades, cuando yo llego, una mitad continuó y la otra no, si bien había jugadores con mucho tiempo en el plantel, había que formar un equipo nuevo. Era mixto, cinco nuevos y cinco que renovaron, con objetivos de máxima, los mejores que pueda haber, ganar todos los partidos y todos los campeonatos. La dirigencia pensó que las cosas no iban bien y tomaron otro rumbo. No compartí esa decisión y están en todo su derecho.

No creo que hayamos sido estigmatizados, el funcionamiento del equipo estaba en progreso, lo estábamos armando, es difícil que un equipo logre el techo de su rendimiento en los primeros meses. La mayoría de las veces los equipos necesitan tiempo. No éramos el equipo ideal, yo tampoco estaba conforme, estábamos clasificados al final 4 del super 20, invictos en la Champions, pero el rendimiento no era el ideal, pero estábamos en esa búsqueda. El receso me sirvió para pensar y ajustar cosas con el cuerpo técnico, era un momento que yo esperaba, ahí dejábamos de vernos y el dos de enero podríamos empezar con ajustes para buscar una mejor performance, cuando llegué me enteré que no estaba más. No pude seguir construyendo, no tuve el tiempo que se necesita, pero San Lorenzo es así y hoy me toca estar afuera.

En San Lorenzo hay rumores de todo tipo, siempre. Hay que tratar de mantenerse al margen porque a veces te ponen mal. Yo escuché que los directivos no estaban conformes, pero no sabía que iba a pasar eso. Pensé que iba a tener más oportunidades. Quería que el equipo mejore. No habíamos perdido la definición de ningún torneo. Teníamos el Final 4 y después la intercontinental, pero bueno, no llegué a esa instancia.

Es la primera vez que hablo después de mi salida de San Lorenzo. El equipo perdió algunos partidos en la Liga, contra Hispano, Concordia y la Unión. Ganamos partidos ajustados, en el cierre, no había conformidad, yo tampoco estaba conforme. San Lorenzo te exige más, es tetracampeón, el ganar por poco no es satisfactorio. Se quiere ganar todos los partidos, y hacerlo contundentemente. San Lorenzo tiene un equipazo, con los mejores jugadores y el tetracampeonato, que te pone en una situación que hay que ganar, eso lo sabía, no me sorprendió, sabía a donde venía, y ese es el desafío principal. No pedí explicaciones de mi salida.

Soy un entrenador que le gusta construir a partir de la defensa. Los que defienden bien son equipos buenos. Mientras estuve no fuimos un gran equipo defensivo, eramos vulnerables por gran parte del tiempo, estaba trabajando para buscarle la vuelta, y eso era lo más importante. San Lorenzo es un equipo largo, con 10 jugadores, y buscando la mejor combinación para lograr el mejor rendimiento. En esos temas estaba el trabajo. Queríamos mejorar al equipo desde ahí.

Tener una rotación larga es un lindo problema. Tener 10 jugadores es mejor que 8, pero con 8 es más fácil decidir, los cambios son para dar descansos. Cuando tenes 10 es más complicado, sobre todo en el último cuarto, que es cuando se define el partido. Estábamos en la búsqueda de encontrar la combinación de jugadores. Uno siempre trata de imponer sus ideas en ataque y en defensa. El básquet te da muchas herramientas. Los cambios nos dan la posibilidad de formar la estructura.

Al principio de mi salida me alejé del basquet, fui a San lorenzo con mucha expectativa, con mucha ilusión, la pasé mal al principio, estuve muy bajoneado, pero es parte de un proceso, al tiempo salí adelante, en este momento la contención familiar es muy importante. Son los momentos más importantes. Disfrutar de una victoria o de un buen momento, es mucho más fácil que pasar momentos malos. Estuve mal, pero pasó y ahora estoy con muchas ganas de involucrarme nuevamente en un proyecto con un equipo que quiera ser protagonista.

No me arrepiento de nada.

El 2 de enero volvíamos a entrenar y fui a saludar a los jugadores. Horas antes tenía planificado el entrenamiento, pero fui a saludarlos y a despedirme de ellos, como corresponde.

Lo mejor es alejarse de los rumores, y hay que trabajar en el presente y el futuro del equipo. Es lo mismo que cuando pasas un buen momento y te llegan muchos elogios, y son desmedidos, si uno se queda con eso es negativo. En ese momento hay que planificar la práctica o el partido. Cuando uno está en un cargo hay que vivir el presente y el mediano plazo, tener ese equilibrio es lo más importante. No siempre podemos, porque somos personas. Yo trato de hacer eso, a veces puedo, a veces no, sé lo que hay que hacer.

Cuando un equipo pierde o no está jugando bien, la primera responsabilidad cae sobre el entrenador, eso es regla, está aceptado por todos nosotros. Es el responsable de los resultados, es la ficha más fácil de cambiar. Es más sencillo mover a uno que a todo un plantel.

Son diferentes los clubes de fútbol, son mas pasionales a la hora de los partidos, estuve en San Lorenzo, Instituto, Boca. Creo que es esa la diferencia, que la cancha es distinta. Hay clubes con más socios, con menos socios, con más o menos gente en la cancha. Hay lugares con más prensa, pero en definitiva, cuando los resultados no se dan hay rumores de cambio de entrenadores o de extranjeros. nosotros estamos acostumbrados a eso, pasa en todos los equipos, en cualquier nivel. En el deporte se busca ganar y cuando no se logra, se piensa en cambios.

Pienso que no hay situaciones que vamos tratando de ajustar, me gusta hacer cosas en lo táctico, nosotros vivimos de la experiencia, y esas te van marcando y enseñando cosas. Es un aprendizaje continuo, no termina nunca. Pienso que hay que mirar para adelante, me gustaría volver a trabajar en la Liga Nacional o en otro país, en un equipo competitivo, vengo de dos grandes equipos, estaba en un gran momento y ahora me gustaría continuar. Pienso que estos dos equipos me hicieron crecer muchísimo como entrenador y me gustaría seguir en ese ascenso. Siempre estuve más de un año en todos los clubes, la continuidad es lo mejor porque se puede formar un equipo de trabajo, acá en San Lorenzo no tuve la oportunidad de llevarlo adelante y ahora hay que mirar hacia adelante y encontrar otra oportunidad que me permita seguir desarrollándome día a día como entrenador.

En un momento tuve una oferta de un equipo en el extranjero, estuve en conversaciones con ellos, luego apareció la oportunidad de San Lorenzo y decidí postergar la idea de ir al exterior, claramente ahora no está más porque las cosas son dinámicas. Estoy dispuesto a trabajar fuera del país.