En 3×3 Radio seguimos recorriendo el presente de todos los equipos de la Liga Nacional, de la mano de sus entrenadores. Hoy fue el turno de charlar con Lucas Victoriano, director técnico de Regatas Corrientes, uno de los equipos que hoy estaría clasificando a playoffs. El remero se posiciona en el octavo lugar de la tabla de posiciones, con un récord de 13 victorias y 12 derrotas.

El ex Selección Nacional habló de la complicada situación que vivió en el inicio del aislamiento obligatorio y cómo logró superar esos días. Sobre el presente del equipo explicó la forma de trabajo que tiene el plantel, las posibilidades de continuar con la competencia y los cambios que podría sufrir el equipo para culminar la actual temporada de la Liga Nacional.

Escuchá la nota completa con Lucas Victoriano:

«La Pandemia nos dio tiempo de frenar a todos al mismo tiempo. Esto puede ser una oportunidad impresionante para crecer. Todos vamos a sacar conclusiones, no sé cuánto tardaremos, pero todos lo van a terminar haciendo.

Lo más difícil de esta cuarentena fue estar lejos de mi hija, fue durísimo. De lo peor que me pasó en mi vida y encima atados de pies y manos porque no podes viajar y no encontrás soluciones. Fueron días muy duros. Madrid estaba estallado, no había información sobre el virus. Tenía cosas que no podía controlar de mi, yo trato de ser positivo, y eso me sobrepasaba. Tuve inconvenientes para dormir, por suerte se fue normalizando, unos amigos médicos me ayudaron, el mal momento ya pasó, sigue siendo una lástima los muertos en Europa, pero estamos en el descenso desde donde todo se ve con un poco más de optimismo.

Esto te da tiempo a pensar en todo. Estuve 3 o 4 días sin dormir. El hecho de estar lejos de mi hija en un momento tan crítico fue horrible. En ese sentido Paula se portó increíble, siempre en contacto. Ella también debe haber tenido miedo por mi, por su familia, sus padres, pero se comportó de forma impresionante.

Siempre fui un optimista, me adapto rápido a ciertas situaciones, acepto que por algo pasan las circunstancias y cuál es la mejor parte de eso. Siempre de lo malo elijo lo menos grave y desde ahí se sale. La cabeza es super importante, el humor de la sociedad española y todo eso de mis amigos, lo que veo y hablo, todo eso cambia con el hecho de salir a correr. Esa posibilidad hace que pierdas el miedo de haber estado encerrado. Ese optimismo es salud mental y física.

Mi desesperación era no poder controlarme, tenía que poder pensar en otras cosas, era lo más difícil. Físicamente estás más cansado, intolerante, irritable, todo lo que no estoy casi nunca, muy pocas veces me comporto así. Por la ayuda de mis amigos, de un par de pastillas para dormir y el corte de la situación en Madrid me permitieron calmarme.

Estoy en contacto diario con el cuerpo técnico. Con el equipo intento no ser pesado, no me gusta meterme demasiado porque tampoco tengo mucho que decirles. Nos comunicamos para saber como están, pero no tenemos información sobre cuando podamos volver. Tenemos optimismo de que se pueda volver a entrenar cuanto antes, si es para competir, mejor. Sino para mantenerse y estar bien, y volver a nuestro amor, que es el aro, la pelota y el ruido de las zapatillas, esas cosas que se extrañan tanto.

Hablo con los dirigentes muy seguido, todos tienen como prioridad la salud, desde ahí todo lo que se propongan va a estar bien. Lo que decidan va a ser consensuado. Va a haber decisiones donde unos estén a favor y potros no. Nosotros como deportistas y entrenadores queremos volver a la normalidad. Sería buenísimo que se pueda terminar lo que se empezó y si no dan los tiempos armar la liga para los próximos tiempos. Tenemos que cuidar la Liga Nacional, porque pasó por muchas crisis y sigue estando viva. Hay que hacer todo lo posible para que salga de la mejor manera de esta pandemia.

Soy de adaptarme, si hoy dicen que dentro de un mes arranca la liga tenemos que hacer todo lo posible para poder competir. Seguramente desde esa decisión de La Liga estarán en contacto con los preparadores físicos, y ellos saben que es lo mejor para los jugadores, para su salud. Yo me adaptaría, no considero un tiempo necesario, no puedo decirte que necesitamos dos meses o tres semanas, los jugadores son diferentes. Si los haces entrenar dos semanas sin competir, también es duro para ellos.Si se toman las medidas como en Europa, está bueno verse ahí, ya que las decisiones de Argentina se toman con un par de semanas de retraso y me gusta verme para la posibilidad de afrontar distintos escenarios. Es distinto correr a jugar al básquet, para eso necesitamos estar juntos y por ahora no se ve como algo cercano. Se necesita que el gobierno apruebe ese tipo de entrenamientos, no va a ser lo mismo, pero tenemos que adaptarnos.

Nosotros estamos pensando constantemente en lo que puede pasar, si los extranjeros pueden venir. Me pongo en todas las situaciones, todo puede pasar, pero es adelantarme a algo para lo que todavía falta. La adaptación tiene que ser de todos, de la dirigencia, porque tiene que esperar lo que le dicen sobre las fronteras. No es fácil ver cómo se abre el mercado. También hay que tener en cuenta el tema económico. El dolar sale mucho más que cuando empezó la temporada, hay que entender al dirigente si te dice que no pueden volver los extranjeros. Me adapto a lo que vaya a suceder.

Tenemos dos jugadores fuera del país, que el club le dio la libertad, se fueron y será muy complicado que retornen. El equipo va a sufrir, porque son dos jugadores importantes y porque están casi en la misma posición. No creo que sea algo que no nos deje competir. Teniendo el plantel que tenemos, más los jóvenes, podemos competir igual. No me desarma ninguna idea de juego que estén o no, no armo los equipos con respecto a ellos. Es difícil suplantar dos extranjeros, pero estamos en condiciones de poner a prueba a los jóvenes, darles más minutos. Tengo la idea de que si tenemos que jugar sin extranjeros podemos competir igual, tal como lo hicimos antes de todo esto.»