En la mañana de jueves en 3×3 Radio hablamos con Manuel Buendía, el jugador cordobés que en la última temporada de la Liga Nacional vistió los colores de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia. El base contó cuales son los planes que tiene para su futuro profesional, cuáles son los cambios que ha realizado en su vida con respecto al básquet y las posibilidades que podría tener en cuanto al mercado de pases.

Además nos contó de un proyecto solidario que pretende llevar adelante en Río Ceballos, ciudad a donde planea mudarse. La ciudad se encuentra a 35km de la capital provincial, y allí Manu pretende desarrollar el básquet, que está ausente. A partir de allí, realizar actividades solidarias para que las personas con más necesidades puedan tener acceso al deporte.

Reviví la charla completa:

«En Comodoro no teníamos donde entrenar, el club y los gimnasios estaban cerrados, había que respetar el protocolo y nos quedamos en casa. Hoy necesitamos movernos porque nuestro cuerpo es nuestro trabajo, dependemos de él. Por suerte pude conseguir un gimnasio donde entrenar, tengo un aro y tengo muchas ganas de volver a entrenar, de ponerme una camiseta y poder superar esta traba que tenemos todos.

Mis ganas y mis objetivos gracias a dios están solidos, mi idea principal es jugar afuera, siempre fue mi sueño y estoy trabajando para eso, el jugador que soy es gracias a los tres años que estuve en gimnasia que me ha forjado y me han ayudado muchísimo en el momento que estoy ahora. Estoy agradecido con el club, el equipo y la gente que me dieron la confianza, trato de agarrarme de eso y trato de ser un mejor jugador dentro y fuera de la cancha. Estoy siendo profesional, levantándome a las 7 y acostándome antes de las 12. Mi gente me está ayudando y no creo estar lejos del objetivo de jugar afuera. Mi idea es seguir progresando, y estar en buena forma para estar preparado para lo que venga.

Mi familia me está ayudando a entrenar. Es cuestión de entender lo que hace falta para estar en un primer nivel, soy buen amigo de Facu Campazzo, y que mejor ejemplo que él. No tengo problema de pedir consejos de alimentación o de formas de trabajar para dar un paso adelante.

No tengo pasaporte, por parte de mi papa es complicada, si por la parte de mi mama, se que es una traba muy grande, hay que invertir tiempo en eso, estoy tratando de mover todos los hilos, estoy intentando obtener los papeles necesarios. Si puedo lograr eso me puede funcionar para el futuro. Este deporte gracias a dios nos da vida y trabajo, y qué mejor que seguir progresando. Estoy trabajando con mi representante en búsqueda de equipos. Le estoy agradecido a mi representante, es uno de los pilares en el momento que estoy pasando.

El tiene contactos con Portugal y España, vamos a seguir insistiendo, me gustaría jugar en Europa, no importa si es primera o segunda liga, no tengo problema de jugar una segunda categoría, porque sé que tengo habilidades para volver a subir. Sé que voy a dar siempre lo mejor. Tengo confianza para ir a cualquier lado, esa es la mentalidad que vengo teniendo y creo que me está funcionando.

La mentalidad está en lo mejor que pueda haber en el mercado, si eso fuera México, Uruguay o Brasil, se tomará. Cualquier liga que me invite a impulsarme la voy a tomar, obviamente con los recaudos. Me importa mucho el nivel, porque creo que la Liga tiene un nivel alto, y no quisiera bajarlo. Quiero tener una larga carrera, y se que lo bueno va a llegar.

Cuando me lesioné la última temporada, me quebré una costilla y no pude jugar los Playoffs, ahí me di cuenta que no estaba preparado físicamente, me lesioné con un rodillazo. Saqué lo mejor de eso, me di cuenta que debía hacer un clic, teníamos un gran equipo y quedamos afuera, ese sabor amargo de no poder demostrarlo me dolió. Cuando vine a Córdoba, mi primo que es profesor de educación física me dijo que nos íbamos a poner en forma. En este super 20 jugamos contra San Lorenzo, hice 28 puntos y sentí que tocaba el cielo con las manos. Era un gran equipo para ponerse a prueba y me di cuenta que esa mentalidad y el cambio físico me ayudó. Todas las dudas que tengo sobre cuidados y alimentación me ayuda Facundo, que entiende muy bien cómo funciona el alto rendimiento.

No me gusta opinar mucho sobre la liga, me ha servido el nivel en el que está, me ayudó a darme cuenta en qué tenía que mejorar, lo que hacía bien y mal, dentro y fuera de la cancha. La lesión me hizo tener un clic. Hay mucho que te da la liga nacional, que uno sabe apreciar cuando viene desde abajo, como en mi caso. Rescato el profesionalismo de la Liga. Si uno lo trabaja te da frutos y la verdad que me doy cuenta porque es lo que me pasó. Quiero seguir mejorando y elevando mi nivel, y hoy la liga tiene un nivel muy alto. Yo creo que es una hermosa competencia y estoy agradecido de todo lo que me dio. La verdad hoy tengo tranquilidad económica y deportiva.

Yo hoy soy agente libre, siento un cariño por la gente de Comodoro, he conseguido muchos amigos, el grupo es excepcional, pero busco lo mejor para mi carrera, si un equipo me ofrece lo que busco o necesito, lo voy a escuchar. Mi meta es buscar la opción donde pueda elevar mi nivel. Estoy dispuesto a llegar a cualquier acuerdo que me ayude en lo deportivo.

Me encantaría jugar en Córdoba. De chico iba a ver a jugar atenas, iba a comer pururu y a ver a Diego Osella. Siempre fui hincha y qué mejor que vestir esos colores en algún momento de mi carrera, sería un sueñito cumplido. Con Instituto también me pasan cosas buenas, porque es el club del barrio donde crecí y que mis amigos puedan ir a verme. Los dos clubes han pasado por mi vida. Tengo un sentido de pertenencia con ambos.

Ahora me estoy por mudar a Río Ceballos, mi primo vive ahí. Y tiene una canchita de básquet, mi idea es crear el básquet desde cero en Río Ceballos. Hemos llegado a un acuerdo de ir a vivir allá, que puedo hacer lo mismo que acá, es un desafío que me estoy poniendo, es un trabajo de un par de año, tenemos un par de piezas para que eso se de. Ojalá que se me de. Como Gabi Deck puso un merendero en Colonia Dora, quiero hacer lo mismo con el tema del básquet, como cobran por ir a los clubes, estaría bueno que las personas sin dinero puedan arrancar a jugar. Quiero hacer un básquet solidario para que los que no tienen mucho puedan desarrollarse por medio del deporte, como me pasó a mí, sé que es duro, que hay que ponerle la cabeza y el cuerpo. Mientras pueda ayudar, es lo ideal. Es un gran desafío y una gran propuesta para buscar una vida después del básquet.»