Fin de año más que soñado para el conjunto de Boedo, que a pesar de la bajas (hoy no tuvo a Leandro Cerminato), y de las complicaciones alcanzó su octava victoria en la temporada luego del 82 a 75 que sentenció el juego ante Unión de Santa Fe. Los dirigidos por Álvaro Castiñeira escalaron al segundo lugar de la tabla de posiciones. A pesar del duro golpe sufrido en la última fecha, José Defelippo volvió a ser la máxima figura del encuentro, acariciando un nuevo triple doble, con 18 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias.
El partido arrancó con un alto goleo, con la conducción del ex Comunicaciones, más la buena tarea de Laureano Zalio y Rutemberg en la pintura, el ciclón se mostraba tranquilo. La visita apostó por un goleo repartido, aprovechando las chances de media y larga distancia. Los de Boedo aprovecharon una sequía de tres minutos del rival para adueñarse del marcador; como si eso no fuera buena noticia suficiente, faltando tres minutos para finalizar el primer cuarto, el local tuvo una de las grandes alegrías de la noche: el debut de Matías Sandes en la temporada. El interno, que había estado presente en el banco en los últimos minutos pudo sumar sus primeros minutos en la 21/22. Con Bertona y Morgan enchufados, el Tatengue salió a mejorar su performance en el segundo cuarto. Un parcial de 18-13 a su favor, lograron irse al descanso largo ganando por la mínima (37-38).
A la vuelta de los vestuarios ninguno de los dos logró sacarse mayores diferencias. Con la mira calibrada desde media y larga distancia, ambos equipos se mostraron con una gran intensidad, pero sin lograr solucionar los problemas defensivos. Con el marcador 60-61, todo quedaba abierto para los últimos diez minutos. Y allí apareció (como viene pasando en los últimos juegos) quizás la mejor versión de San Lorenzo, que fue paciente, y que intensificó la tarea en su tablero para disminuir el goleo del rival. Con un contundente parcial de 22-14, los dirigidos por Álvaro Castiñeira no dejaron dudas y enhebraron su tercera victoria al hilo.
