Minnesota reaccionó con fuerza en el tercer juego de las Finales del Oeste y aplastó a Oklahoma City Thunder por 143-101, en una noche histórica para la franquicia. Con este triunfo, los Timberwolves descontaron en la serie (1-2) y dejaron en claro que todavía se mantienen en la pelea por el pase a las Finales absolutas.
La paliza fue total y contundente. Los 143 puntos anotados no solo fueron una señal de la explosión ofensiva, sino también un récord: es la mayor cantidad de puntos convertidos por Minnesota en un partido de Playoffs.
Ant-Man al frente, los laderos respondieron
Anthony Edwards fue nuevamente el líder, con una planilla brillante de 30 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias. Pero la gran diferencia respecto a los dos encuentros anteriores estuvo en el acompañamiento. Los jugadores de rol, que venían de dos encuentros muy apagados, esta vez se encendieron, especialmente Naz Reid, quien dejó atrás sus flojas actuaciones iniciales y sumó 10 puntos (con dos triples encestados en tres intentados) y 8 rebotes vitales desde el banco.
Ajustes efectivos y defensa asfixiante
El otro cambio clave fue el tiro exterior. Después de dos partidos con porcentajes muy bajos, Minnesota corrigió la mira: anotó 20 triples sobre 40 intentos, con un impresionante 50% de efectividad. El volumen y la precisión desde el perímetro marcaron la diferencia.
En defensa también hicieron un trabajo impecable. Shai Gilgeous-Alexander, reciente MVP de la temporada y figura en los dos partidos anteriores, fue contenido en apenas 14 puntos y Jalen Williams, otra pieza clave del Thunder, tampoco logró meterse en el juego y terminó con solo 13 unidades.
Se viene un Juego 4 decisivo
Con esta victoria, los Timberwolves vuelven a meterse en la serie. El cuarto partido, nuevamente en el Target Center de Minneapolis, será crucial para definir si tendremos una serie larga o si el Thunder puede recuperar el control.
FOTO: Minnesota Timberwolves
NOTA: Eliseo Luque
