Es bien sabido que los New York Knicks son una de las franquicias más emblemáticas y populares de la NBA. Sin embargo, arrastran una pesada carga: no ganan un título desde 1973. A pesar del prestigio de representar a la ciudad más importante de Estados Unidos, la grandeza histórica no ha podido traducirse en campeonatos durante los últimos 52 años.
En los últimos años, sin embargo, la tendencia comenzó a cambiar. La franquicia armó un equipo competitivo y en la temporada 2024-25 alcanzó su mejor actuación (finales de conferencia) desde el año 2000, cuando el resultado fue el mismo: eliminados en manos de los Indiana Pacers.
A pesar de la buena campaña, las críticas no tardaron en aparecer. El principal blanco fue Tom Thibodeau, cuestionado por su rotación corta y su resistencia al ajuste. Por eso, en la previa de la 2025-26, los Knicks tomaron cartas en el asunto, separaron caminos con el ahora ex-entrenador Thibodeau y afrontarán la que en principio sería una temporada destinada al éxito.
NUEVO ENTRENADOR, NUEVOS AIRES
El principal cambio de los Knicks para este año se encuentra en el banco. Luego de cinco temporadas al mando, Tom Thibodeau fue despedido de su cargo, y en su lugar contrataron a Mike Brown, de último paso por los Sacramento Kings.
Brown ya cuenta con una extensa carrera en los banquillos de la NBA. Comenzó su carrera en el año 1992, en los despachos de los Denver Nuggets. Fue campeón como asistente en los San Antonio Spurs (2003) y años más tarde, fue pieza clave conformando el cuerpo técnico de Steve Kerr y de la última dinastía de la NBA: los Golden State Warriors. Allí consiguió los campeonatos del 2017, 2018 y 2022.
Como entrenador principal, tuvo su primera experiencia en los Cleveland Cavaliers, donde se instaló durante cinco temporadas (desde la 2005-06 hasta la 2008-09). Con los Cavs, consiguió su primera distinción como entrenador del año (2009) y jugó unas Finales, en las que cayó derrotado frente a los San Antonio Spurs.

Ya en el año 2022 arribó a Sacramento como una personalidad consagrada de los banquillos de la liga, y no solo lideró a los Kings hacia sus primeros Playoffs desde el año 2006,cortando una sequía de 16 años, sino que consiguió su segundo premio como Entrenador del Año. Sin embargo, tras una temporada turbulenta marcada por roces internos y cambios en la plantilla, los Kings decidieron cesarlo a mitad de campaña.

Ya finalizada la temporada, los Knicks entrevistaron a varios candidatos y, luego de una exhaustiva búsqueda, eligieron a Mike Brown para liderar esta nueva etapa.

UNA ROTACIÓN MÁS PROFUNDA
El ritmo de los Playoffs es muy distinto al de la temporada regular, y los Knicks lo vivieron en carne propia. La rotación corta que caracterizó a Thibodeau terminó pasándoles factura: fatiga acumulada y poca frescura en los momentos clave.
La gente habló y los encargados de los despachos escucharon y tomaron nota. No solo mantuvieron la base del equipo, renovando a sus estrellas como por ejemplo Mikal Bridges (150 millones de dólares por cuatro años), sino que también sumaron a jugadores de renombre para la rotación del equipo. Al buen aporte de Miles McBride saliendo de la banca se le sumarán Jordan Clarkson y el francés Guerschon Yabusele.
Con un plantel más profundo, un entrenador que apuesta por el juego colectivo y una Conferencia Este marcada por la incertidumbre (debido a lesiones, traspasos y cambios estructurales en otros equipos), los Knicks pican en punta como serios candidatos.
El año pasado estuvieron muy cerca de alcanzar las Finales. Ahora, con un nuevo grupo de entrenadores, una nueva propuesta táctica, mayor profundidad y el impulso de un proyecto que viene madurando, la gran pregunta ya no es si pueden competir, sino si están listos para dar el salto definitivo. El título ya no parece una utopía en la Gran Manzana.
FOTO: New York Knicks
NOTA: Eliseo Luque (LuqNBA)





