La jornada de la Liga Nacional se cerró en el Gigante de la Ruta 9, donde Boca dejó atrás las últimas dos derrotas y logró volver a la senda del triunfo. Los dirigidos por Gonzalo Pérez sufrieron un poco más de la cuenta con un diezmado plantel, pero finalmente vencieron a Independiente por 87 a 82. Con este resultado, los de la Ribera vuelven a quedaron con saldo de 4-2, mientras uque los de Oliva poseen un récord de 1-1.
Boca terminó yendo de menos a más. Le costaron los minutos iniciales, pero a medida que paó el tiempo encontró su mejor versión. Su fuerte defensa (a veces ubicada en zona) le provocó mucha incomodidad al dueño de casa, que en varias oportunidades se vio obligado a tomar lanzamientos incómodos y de baja efectividad. En ofensiva no buscó forzar el lanzamiento de tres, pero supo aprovechar cada ventaja para castigar con seis bombas en la primera mitad.
Fue clave el rol de Lucas Faggiano en el duelo de esta noche. El bahiense comandó muchas de las acciones Xeneizes, aportando puntos pero, por sobre todo, una gran lectura de juego. En los momentos más complicados fue el base quién logró desenrredar el juego y encontrar conversiones en manos de sus compañeros. En los últimos diez minutos, cuando los equipos se repartieron el dominio del marcador, fue la fuente más confiable. Boca logró controlar la lucha aérea (54 contra 40), y supo aprovechar los rebotes ofensivos para sumar de segunda chance, algo que le había costado en los dos juegos iniciales de la gira.
Foto: Prensa Independiente





