El joven bahiense Rodrigo Gerhardt es un claro ejemplo de que si uno se lo propone se pueden hacer muchas cosas. Con 21 años era parte del primer equipo de Bahía Básquet y además estudiaba Marketing en un nivel avanzado. Como si fuera poco era parte del equipo de comunicación de Bahía Basket manejando sus redes sociales. Haces poco más de dos meses a Gerhardt se le dio una gran posibilidad, además de jugar en el club valenciano Lliria, equipo que milita en la Liga EBA de España, también se le dio la posibilidad de hacer una pasantía en L’Alqueria del Basket. La mejor escuela de baloncesto de Europa. Un espectacular centro deportivo con 15.000 m2 de superficie, construido en apenas 16 meses y con un coste de 18 millones de euros.

Hoy Rodrigo se encuentra lleno de alegría y emoción por esta gran aventura que vive día a día. No sólo por lo deportivo, el Lliria marcha primero en la Conferencia E-A de forma invicta ya que ganó los seis partidos que disputó. Sino también por todo lo que está aprendiendo diariamente, desde lo personal, al encontrarse a más de 10 mil kilómetros de su casa.

«Yo ya venía viendo, hace varios años, la posibilidad de jugar a fuera, tenía ganas de tener esa experiencia y tener otras vivencias, que al vivir en tu país no te lo permite. Siempre fue un sueño jugar a fuera y más pudiendo hacer las dos cosas, competir y estudiar a la ves. En este caso se dio la posibilidad de estar en un lugar increíble como es  L’Alqueria del Basket, que pertenece al Valencia. Claramente no tuve dudas de venir y ver que era una gran oportunidad para mi, pensando en lo basquetbolístico, en la parte del estudio y como persona porque vivir en otro país con otra cultura, rodeado de gente que tiene otros pensamientos, otras raíces te hace crecer mucho como persona. Te abre mucho la cabeza, así que me pareció una gran oportunidad para aprovechar y ver que hay a fuera».

«En cuanto a estudios, hago la carrera de marketing, que es Licenciatura en comercialización en la Universidad Siglo 21. Ahora hice un parate por el tema de que estoy haciendo la pasantía acá, también jugando acá y ahora entrenó a niños. La verdad es que no sabía como iban a ser los tiempos y decidí hacer un parate ya que estaba comenzando mi tercer año recién con un año y medio de cursado, voy un poco más adelantado en la carrera. Así que aproveché a tomármelo un poco más relajado, disfrutar un poco de este tema de las pasantías y de jugar. Después en el caso de volver a Argentina, al acabar la temporada, me quedó en Argentina seguiré estudiando allá como lo venía haciendo y sino buscaré alternativas para terminar la carrera y seguir formándome».

«La pasantía la conseguí a través de Igor Crespo, representante de mi tío pepe cuando era jugador. En uno de sus viajes a ver a los chicos (Facu Corvalán, Juampi Vaulet, Santi Vaulet y Maxi Fjellerup) se enteró que yo estaba haciendo pasantías de marketing en Bahía Básquet, manejando las redes sociales. Me dijo que pensaba hacer, sino me interesaba la idea de hacer lo mismo en España. Cuando me dio la idea de Valencia y que el conocía gente acá me puso en contacto, me pidieron un proyecto base como para ver por donde estaba mi nivel. Lo aceptaron, les gustó y me dijeron que tenía la puerta abierta para venir a hacer las pasantías, así que tomé la oportunidad».

«Yo creo ser sin ningún orden un estudiante deportista. No me considero como alguien que pueda ser una sin la otra. Desde hace varios años tengo claro que quiero jugar y estudiar a la vez. Desde que comencé a hacer todo el proceso de rendir el examen para estudiar en Estados Unidos y después cuando volví de uno de mis viajes siempre tuve en cuenta y no me saqué de la cabeza que quería estudiar y jugar. Una te sirve para la otra, el jugar y el trabajo duro de entrenar cada día y matarte por conseguir superarte  y ser mejor cada día para lograr objetivos a largo plazo. Siempre digo que a los deportistas que estudiamos para estudiar tenemos la mitad del camino hecho que es trabajar duro, no como una obligación sino como una parte del proceso. Entonces por ese lado el deporte te ayuda en el estudio y el estudiar sin dudas que también, como dije de viajar y vivir en otros lados, te abre la cabeza, te hace ver las cosas desde otra perspectiva y me parece fundamental el estudiar siendo deportista. Considero que no hay porque elegir, que cada vez hay más opciones para que hagamos las dos cosas y también aprovecho para nombrar a FeDUA,Federación del Deporte Universitario Argentino, con el proyecto doble carrera está tratando de hacer crecer esto que es el deporte universitario y que cada vez más chicos no tengan que tomar la decisión de estudiar o de jugar. Que podamos hacer las dos y que disfrutemos de las dos porque  es algo increíble y que sin dudas te abre puertas por todos lados. En este momento estoy viviendo en Valencia gracias a estudiar y jugar al básquet. Así que me parece que no me considero ni un estudiante que juega al básquet ni un jugador que estudia, sino que las dos cosas a la par y  no hay porque elegir una en particular».

«La verdad que por ahí es la parte que más dudas me genera, el dónde me voy a recibir y demás. No porque tenga dudas de que me voy a recibir o seguir jugando al básquet, sino por dónde lo voy a hacer. Tengo claro que seguiré jugando a este deporte, continuaré estudiando y me quiero recibir. Si después de recibirme no considero que siempre tenga que ser una formación formal también se puede seguir con distintos cursos, ser autodidacta y otras cosas más pero nunca parar de formarse. En cuanto a mi plan a futuro pienso recibirme donde me toque, si termina esta temporada y tengo opciones de quedarme acá, analizó y lo que quiero es quedarme, seguiré mi carrera acá. Y si me toca volverme a Argentina, lo haré allá mientras sigo jugando al básquet. En cuanto me reciba ya veremos que pasa, falta tiempo todavía y no tengo del todo decidido eso, pero planeo seguir haciendo las dos cosas, formarme más que estudiar como una carrera y la cual decís quiero recibirme, sino formarme como persona, estudiante y seguir jugando al básquet».

«Sobre mi rendimiento en Lliria, quizás en los primeros partidos me está costando, ya en el último me fue un poco mejor, siento que me voy acomodando de a poco, entendiendo cual es mi papel en el equipo, mis compañeros de a poco se van sintiendo más cómodos conmigo así que voy de a poco. Trato de no desesperarme se que es un cambio gigante, hay un montón de cosas que te pueden llegar a influir en el juego. Sigo trabajando duro, trato de entrenar extra lo más que pueda. Después para organizarme trabajo de 9.30 a 14.00, aprovecho que estoy en L’Alqueria del Basket y normalmente voy a hacer tiro y al gimnasio antes de entrar a trabajar ahí y por la noche entrenó. Así que me están dando bien los tiempos. También estoy entrenando niños que tienen entre cuatro y ocho años, así que cada vez más organizado y a medida que le vas encontrando la vuelta tenés más tiempo para hacer otras cosas e ir más relajado. Así que creo que estoy muy bien y buscando cada vez estar mejor incluso».

«A veces no caigo, muchas veces lo hablamos con Facu Arens, que está estudiando en Estados Unidos, y nosotros en nuestro día a día y en todas las actividades que tenemos y demás, no nos damos cuenta lo que estamos viviendo. De todos los chicos de nuestra edad hay muy pocos que lo pueden hacer, ojalá sean más, aumente y siga creciendo pero la verdad es que es algo único hacer lo que te gusta por dos porque estoy estudiando y jugando a lo que me gusta en un país a 10 mil kilómetros de mi casa, viviendo experiencias nuevas, en una ciudad increíble. Me parece que es algo que pocos pueden vivir, estoy muy agradecido a toda la gente que me ayudó a llegar hasta acá y tratando de aprovechar al máximo, exprimir todo lo que pueda, de tener los ojos y oídos bien abiertos para apreciar todo y sobre todo disfrutando de la experiencia y siendo consientes de que no todos lo pueden vivir y ojalá que sean más, se puedan sumar todos y tener esta oportunidad que es increíble».

INFORME: Argentos X el Mundo (Twitter @ArgsXMundo)