Segafredo Virtus Bologna realizó una actuación dominante en ambos lados de la cancha para contener a Iberostar Tenerife en el tramo final y llevarse el triunfo por 73-61 que vale por el campeonato de esta temporada de la Basketball Champions League.

Nicolás Brussino, que había sido la figura en la semifinal, anotó 2 puntos, 1 rebote y 5 pérdidas, mientras que Nicolás Richotti no jugó por decisión del entrenador.

En el proceso, ellos impidieron a los campeones de 2017 convertirse en el primer equipo en ganar dos veces el título, mientras que Kevin Punter brilló con luz propia para convertirse en el primer jugador en ganar dos veces el título de forma consecutiva tras su triunfo el año anterior con AEK.

Punter finalizó con 26 puntos y 7 rebotes con un 6 de 10 en tiros de campo para llevarse el MVP, liderando a Bologna a su primer título europeo en una década.

«Se siente genial», dijo Punter. «Ha sido una pelea dura, porque nuestros rivales se dejaron la piel en la cancha, al igual que mis compañeros. No tengo muchas palabras más que decir, estoy emocionado por todo».

Tenerife, que sufrió en su tiro durante toda la noche, en parte por culpa de la pegajosa defensa de Bologna, estuvo liderado por los 18 puntos y 8 rebotes de Tim Abromaitis, mientras que Colton Iverson se unió a él en dobles figuras añadiendo 11 puntos y 9 rebotes.

Amath M’baye añadió 16 puntos, Pietro Aradori logró 9 y Mario Chalmers 8, incluyendo la daga que cerró el partido a un minuto del final.

Tanto Punter como M’baye registraron cada uno 9 puntos en el primer cuarto para dar a Bologna el liderato por 20-8 ante un Tenerife que no encontraba en ritmo como demuestra un 1 de 14 en tiros de tres puntos, que finalizaron con un 5 de 37.

El segundo cuarto permitió ver a Tenerife recuperar un poco el paso, pero no podían contrarrestar la agresividad defensiva de un Bologna que se marchó al descanso habiendo provocado 11 pérdidas del equipo español al descanso.

Al descanso, Bologna ganaba por 38-24, la mayor diferencia en una final de Basketball Champions League en esa altura, mientras  que los 24 puntos de Tenerife suponían la marcha más baja en un partido por el título.

Una jugada de cuatro puntos de Punter para abrir la segunda parte dio la indicación de que Bologna no tenía ni la menor intención de permitir a Tenerife una hipotética remontada, sabedores de que los isleños no se rinden fácilmente.

Un par de tiros libres anotados por Abromaitis pusieron a Tenerife a 7 puntos a tres minutos del final de tercer periodo. La remontada estaba oficialmente en marcha, sin embargo, una falta ofensiva pitada a San Miguel hizo que perdiese los papeles y fuese sancionado con una técnica permitiendo a los italianos volver a cosechar una buena renta.

Mario Chalmers anotó una suspensión hacia atrás en forma de daga para poner a Bologna con el 67-59 a un minuto del final y ya no pasaron mayores apuros los italianos para levantar un título histórico.

Informe y fotos: FIBA