En un nuevo programa de Expedición Albiceleste, dedicamos un nuevo especial para hablar con Bruno Cerella, el argentino que ha renovado su contrato en el Reyer Venezia por las próximas dos temporadas. El equipo fue el campeón de la última edición de la Copa Italia, donde superó al Olimpia Milano de Luis Scola y a la Virtus Bolonia de Marcos Delía después de haberse clasificado en el octavo lugar.

En su extensa carrera en el viejo continente, Bruno también logró títulos con el Olimpia Milano, y aprovechamos la oportunidad para conocer la gran historia de su «recuperación» casi milagrosa para disputar la final de la Copa Italia en 2016.

Como no podía ser de otra manera, también hablamos de Slums Dunk la ONG creada por el argentino a sus 23 años, que busca educar a las comunidades en habilidades para la vida a través del baloncesto, así como también brindar oportunidades educativas para muchos jóvenes que hoy reciben becas gracias a sus habilidades en el deporte. Bruno nos contó sobre las academias actuales y los planes a futuro de esta fundación que no deja de crecer.

Mirá la charla completa con Bruno Cerella:

«Acá en Milán la situación está bastante bien, la gente volvió a la rutina casi normal, se respeta la parte higiénica, respeta el distanciamiento. Acá en Lombardía sigue siendo el barbijo, pero en otras regiones ya no, se usa solo en restaurantes y eso, de a poquito va mejorando la situación, es más vivible. Hoy está haciendo mucho calor y no tener mar, pesa, es como Capital Federal cuando hace calor.

La verdad que estuve entre Milán y Venecia, tengo mi residencia en Milán, y por el equipo me iba moviendo dentro de las posibilidades entre las dos casas. No queda muy lejos, son dos horas y media. Me podía entrenar en mi tiempo libre, eso me tuvo ocupado. Cuando comenzaron a abrir salí a correr, andar en bicicleta, ahora acá explotó el paddle, ahora voy a jugar con amigos, hago de todo menos básquet. Con Hugo tuve una clase, porque es profesor, ahora voy a jugar con algunos chicos de radio y televisión.

Firmé un acuerdo por dos años, cuando terminó el campeonato le dije a mi representante que no quería firmar con ningún club porque no iba a haber básquet hasta que mejore la situación. Quise dedicar tiempo a mis proyectos personales fuera de la cancha. Cuando dieron la nueva fecha, que es a finales de agosto, hablé con Milano, que tenía una posibilidad, pero igualmente tenía mucho en Venezia, habíamos ganado mucho, tenía una gran relación con mis compañeros y el entrenador y eso me ayudó a decidir quedarme, fue un grupo muy lindo, no es fácil encontrar un grupo así de trabajo. En este momento de crisis económica, una cosa es tener la garantía de estar bien y que puedan tener un equipo competitivo. Hoy te lo puede garantizar venecia, Milano y Bolonia. Muchos han tenido dificultades porque los sponsors no pueden pagar. Estoy muy contento de quedarme en Venezia y saber que una parte del equipo será el mismo.

Con Ari (Filloy) creamos una linda amistad, casi todas las semanas cenábamos juntos, realmente me puso triste, porque es lindo tener con quién compartir fuera de la cancha. Veremos donde va a ir a jugar, le deseo realmente lo mejor. Vuelvo a un club donde gané, donde la ciudad es maravillosa, donde hay un gran grupo, es algo muy bueno.

Seguramente crecer junto a los chicos argentinos es lindo porque nos fuimos acompañando, dentro de la cancha cada uno hace su carrera, pero en los primeros años fueron importantes, fueron mis guías personales y mis puntos de referencia.

Eso me gusta, me gusta ganar, es divertido, tener la suerte por decirlo así, de ser equipos que juegan para ganar es algo importante, pero ganar es buenísimo. Muchos equipos están competidos para eso, pero gana uno solo. Ser parte de equipos con mentalidad ganadora, con campeonatos al tope, eso es lo mejor. Estoy super agradecido, si miro para atrás, vine para jugar la última categoría, y ahora después de 15 años tengo una buena carrera, a pesar de esos títulos, de lo que estoy orgulloso es de ser la mejor versión de mi mismo. No tuve el talento de Manu Ginóbili, ni el físico de chapu, pero fui mi mejor versión, eso me enorgullece, siempre fui un compañero apreciado, he tenido buena relación con el público. Cuando miro hacia atrás veo todo lo que construí en el tiempo. Lo que es mi asociación, que me enorgullece, porque a los 23 años crear proyectos mundiales no es algo fácil, y hoy los chicos se pierden en cosas superficiales.

Nunca me recuperé, la copa italia se recuperaba en Milán, yo jugaba ahí, me rompí un viernes, el sábado a la mañana fui al hospital y me preguntaron que hacía al día siguiente, dije que quería ir a ver el partido y me dijo «mañana jugás». Mientras me operaba me mostraba lo que iba haciendo y me empecé a mentalizar, teníamos una buena relación, me dijo que sabía que lo podía hablar conmigo y me dijo que podía estar en la cancha para jugar. A la noche nos fuimos a cenar juntos. Al día después me dan el último antiinflamatorio, y me fui a entrenar. A las 9, 10 mis compañeros me vieron entrenar y me dijeron que no me había operado. El entrenador dijo cualquier barbaridad en serbio, fui a almorzar con el equipo y una hora antes del partido fui a entrenar y jugué nueve o diez minutos. Dije que quería ir a jugar. Dije que estaba disponible. Terminó el partido y tenía 40 grados de fiebre. La fuerza mental es increíble, me operé hace dos meses el otro menisco y el día después no podía apoyar el pie en el piso. El médico me dijo que era de la cabeza, y yo lo creo.

La cabeza es el 80% conocí muchos jugadores con más talento que yo y que no han podido hacer la carrera que tuve.

Teníamos que ganar un partido para clasificar y perdimos, estábamos todos medio tristes, porque habíamos sido armados para ganar. No habíamos encontrado la química. Como Cantú le ganó a Milan pudimos clasificar. Llegamos al torneo sin presión, sin lesionados, sin tener nada sobre los hombros y jugando partido tras partido, lo ganamos porque jugamos el mejor básquet, fuimos el mejor equipo, fuimos sólidos en defensa, encontramos los tres mejores equipo, con el que habíamos perdido y a los tres le ganamos jugando bien, los dejamos a diez puntos más abajo de sus promedios habituales.

Seguramente hoy en día no es lo que uno da dentro de la cancha, sino en la construcción de un equipo defensivo. Para los compañeros sos un punto de referencia, seguramente como sabemos, el ataque es una acción y la defensa una reacción, sabiendo como juegan con los otros equipos y los otros entrenadores y los jugadores, sabés limitar los puntos fuertes de cada uno. Muchas veces los jugadores no estudian mucho, si estás atento tenés un 50%, el otro 50% es actitud. A cualquiera le gusta tirar, pero defender, hacer algo que no va en las estadísticas, no es algo que le gusta hacer a todos.

Ahora jugamos la Eurocup, a Venezia lo que le falta para jugar Euroliga es la estructura, si pensamos que en los último tres años ganamos tanto. Tenemos un club para 4 o 5 mil espectadores. Hay un plan para construir, hasta que eso no pase, no podés jugar. En mi mente sería loco pedirle el estadio a Trevisso, que sería como que River le pida la cancha a Boca.

El primer viaje fue super lindo y me dio la fuerza para estructurar lo que vino en los años, crear algo es muy difícil, pero ese fue el desafío más grande. Hoy yo veo todo y digo que ese viaje me permitió conocer la realidad de las villas, generar los contactos y poder armar la red de personas confiables. Después de 10 años tenemos 2 academias en Kenia, 2 en Zambia, empezamos un proyecto con el club Pueyrredón de Bahía Blanca para tratar de utilizar los valores del deporte de la misma manera, vamos a construir una cancha en Milán, queremos consolidarnos en todos los continentes. El año que viene vamos a Camboya, estuve con una familia de ahí, y vamos a llevar el baloncesto donde ellos ya tienen proyectos. Este fin de semana vino uno de los chicos de Kenia, que tuvo una beca para estudiar en Italia, estuvo tres días conmigo y es increíble pensar que estar compartiendo esto. Cuando le iba bien, podía comer cinco veces a la semana y ahora pensar que puede estudiar y aprovechar esta oportunidad que le dio el deporte es increíble. Hoy tenemos casi 50 chicos con becas.«