En el último programa de El Puente Aéreo, Pablo Borsu habló con Patricio Garino, nuevo jugador del Zalgiris Kaunas. El argentino se sumó desde Lituania al programa y habló de todo, su paso por el Baskonia, el sabor amargo de no poder disputar la Fase Final Excepcional, las lesiones que lo golpearon en el camino, la recuperación y la superación constante para aprovechar esta nueva oportunidad.

Pato también le dedicó un tiempo a hablar de la Selección Argentina, admitiendo que la cuarentena y la suspensión de los Juegos Olímpicos le vino bien para llegar a la cita con tiempo y con su rodilla al 100%. Y hubo un par de minutos para charlar de todo lo ajeno al deporte: su paso por la universidad, los estudios, los emprendimientos personales y todos aquellos proyectos que rondan en su cabeza que poca relación tienen con la naranja.

Una linda y divertida charla. Revivila acá.

«Dudas no tuve en ningún momento, habíamos hablado con mis agentes y sabíamos que iba a ser un verano complicado, había mucha incertidumbre, cambiaron los papeles de muchos clubes, y por supuesto también el tema de mi lesión, no me pudieron ver jugar. El Baskonia me puso en la lista de tanteo, sabía que en España iba a ser complicada. Llegó la llamada de Zalgiris y no se dudó, me quería mantener en Euroliga. Honestamente no conozco mucho de la liga, pero su reputación no está al nivel de ACB, pero da pelea en Euroliga, hace un par de temporadas llegó al Final 4. La infraestructura y el proyecto habla por sí sólo.

Te pone la piel de gallina jugar en esa cancha, hay barras, bengalas, cantan todo el partido, es muy intimidante. No es un estadio gigante, pero está todo comprimido y tiembla todo, es un lugar muy complicado para jugar en contra. La diferencia del Fernando Buesa Arena es que la infraestructura es más grande, hay más espacio, la acústica no llega tanto para adentro. De todas formas la hinchada del Baskonia siempre nos acompañó, es un público muy seguidor. 

Ellos lo tienen en cuenta, han visto mi historial clínico. Ellos saben que estoy físicamente bien. Hoy por el equipo está sorprendido por la evolución de la rodilla. La cuarentena me dio dos meses más de que todo pueda sanar de forma natural, lo bueno es que la pierna está al 100% y el club lo sabe, no hubieran tomado el riesgo de contratar un jugador que no sabían si iba a poder jugar.

La verdad que él me venía siguiendo desde la universidad, no lo sabía, me tomó por sorpresa, me comentó que me quería reclutar a un equipo de Alemania apenas terminé la universidad. Ha dirigido a compañeros míos, estamos muy conectados, sabe lo que es mi juego, conoce mis debilidades y fortalezas. Que un entrenador te busque te da mucha confianza, que tengan tanta predisposición conmigo es algo que no debería dejar pasar.

Es un equipo que tiene su base, la mayoría de los chicos lituanos llevan años juntos, los extranjeros tienen una temporada, y llega un recambio conmigo, con Jeffrey, es un gran desafío, el mismo entrenador no tiene experiencia en Euroliga, y ponerse los zapatos de Saras es un lindo reto para todos. Aca en Lituania se vive el básquet de una forma que no se hace en otros lugares, es algo que estamos dispuestos de hacer y de afrontar este mismo desafío.

Eso la verdad que lo iremos viendo en el día a día, cuando entrenemos en equipo. Ellos saben que en la parte defensiva me gusta tomar el liderazgo y ponerme la mochila. Hoy tuvimos una charla por zoom donde vimos un par de números, y mis números en defensa son un poco más grandes que el resto de mis compañeros. Estuvimos el entrenador y dos asistentes, aún no nos pudimos ver, fue para informarnos, ver videos, hacer scouting, para saber cómo vamos a trabajar, las reglas vamos a utilizar, cuáles son las cosas que quieren que mejore. Fue una charla muy productiva.

Lituania es un mundo aparte, parece que el virus no llegó nunca. Hubo un momento de 20 casos que se tomó como el pico y cerraron todas las fronteras. Hicieron obligatorio el uso de barbijos en lugares públicos, pero en las calles no son necesarios. Por eso es que tuve que venir tan rápido, me dijeron que si no llegaba en ese momento no podía entrar. La gente se la ve muy relajada, pero muy concientizada, es un alivio muy grande, ver la gente sin barbijo, sin problemas, te tranquiliza. No entendíamos mucho, llegar y ver a todos como si nada, la verdad que era volver a la vida anterior.

Ya estamos entrenando con los chicos de Lituania, los americanos que vengan tienen que hacer dos semanas de cuarentena obligatoria, así que tienen que estar catorce días en el hotel. La liga lituana no tiene pinta de que vaya a aflojar, hace un par de días hubo una liga, sin público, sin burbuja ni nada, solo controles. Si no me equivoco, la liga local arranca los primeros días de septiembre.

Baskonia me dejó muchísimas cosas, muchas situaciones buenas, fue mi primer equipo profesional en Europa, donde di el paso después de tanto tiempo en Estados Unidos, donde crecí, aprendí un montón sobre el juego FIBA al que no estaba acostumbrado, también momentos malos con lesiones, que se vivieron con amargura. A pesar de eso hoy en día le saqué mucho rédito y se como manejarme en distintas situaciones, en lo personal tambien saque mucho, me interiorice en muchos rubros que quizás antes no lo hubiera hecho, me hubiera gustado poder demostrar un poco mas pero tuve que tomar una decisión que fuera lo mejor para mi cabeza y para mi. Llegar al Zalgiris fue la mejor opción.

Cuatro entrenadores en tres temporadas es una locura, vivimos momentos malos, pero los chicos pudieron terminar de la mejor manera, con un título. Todos aprendimos que había un proyecto a futuro, cada uno tomó lo suyo y muchos tomaron distintos caminos. De todo se aprende y de todo rescatamos buenas situaciones.

La verdad que en estos tres años tuvimos tantos altibajos que uno se olvida que alcanzamos dos finales, entramos en PO de Euroliga, fueron muchas situaciones que a uno como jugador le sirven en todo sentido.

Creo que hubieron varios factores, los chicos entrenaron de manera impecable, después de tanta incertidumbre el equipo se mantuvo unido, entrenando, cuando se decidió reanudar no fueron a ver que podía pasar, sino que fueron con mentalidad ganadora, nadie se imaginaba que podían llegar a eso. Dusko es un entrenador que cayó como anillo al dedo para un torneo corto, eso se notó mucho. La intensidad de los entrenamientos, la velocidad de las transiciones, ortos equipos no tenían la misma preparación, nos beneficio un montón, la vuelta de Jason y de Luca le dio recambios muy necesarios al equipo. Fue feo no poder estar, es una situación distinta, verlo por la tele y que salgan campeones, no sabia que hacer, miraba la pared y no me sentí muy parte, pero no deja de ponerme contento por el sacrificio de los chicos. Terminar la temporada de esa manera es lo mas deseado.

Teníamos mucho miedo de ese video. Lo bueno es que esa copa no era la actual, ese fue el toque definitivo. Me gusta, lo tomo como joda y boludeo, me gusta hacer payasadas, los de marketing quedaron bastante contentos.

Estudié administración de empresas deportivas y marketing, nunca me vi como entrenador, no me veo como Pablo Prigioni estudiando, haciendo scouting, no tengo paciencia con ese tema, sería un entrenador de la vieja escuela, pondría a correr a todos no es algo que me guste como jugador, no se lo haría a los otros. El estudio fue un plan B del básquet, he trabajado mucho, me apasiona el mundo de las redes, del marketing, es algo que abre muchas puertas de lo que sea que quiera encarar.

Cambiamos de número, en el Zalgiris voy a usar el 7, en la selección seguiremos con el 29, no se lo voy a sacar a Facu, es por Paula, mi novia, en estos momentos tan oscuros fue mi pilar, gracias a ella estoy acá, porque en un momento quise dejar todo y volver a casa, para devolverle el sacrificio que hizo