Tras varias semanas de espera, finalmente llegó una de las mejores noticias de la pretemporada: LaMarcus Aldridge, tras recibir el alta médico para volver a las canchas, regresará a Brooklyn para jugar en los Nets.

El interno, que debió retirarse en el transcurso de la última campaña debido a una afección cardíaca, realizó los tratamientos correspondientes y tras los chequeos la NBA le permitió volver al parquet. Esta vez firmará contrato con los Nets por un año a cambio de 2,6 millones de dólares para poder jugar la 16ta temporada de su carrera en la NBA.

Es una gran noticia no solo para el jugador, sino para la franquicia que recupera un gran jugador para la segunda unidad con un gran entendimiento del juego y buenos puntos desde la banca. Además le permite extender aún más la profundidad de la rotación a los de Nash, que ya cuentan en esa zona de la cancha con Durant, Millsap y Griffin como los internos más poderosos.

En la última temporada, en la que jugó primero para los Spurs y luego para los Nets, alcanzó promedios de 13,5 puntos (47,3% en tiros de campo), 4,5 rebotes, 1,9 asistencias y 1,1 robos en 25,9 minutos por noche sobre un total de apenas 26 encuentros. Luego de eso debió ausentarse por la afección cardíaca que, hasta ahora, no lo dejaba jugar.

Entre sus acciones más destacadas se encuentran siete participaciones en All-Star Games, cinco elecciones para All-NBA Teams y la aparición en el All-Rookie Team de la campaña 2006/07. Además, es uno de los 26 jugadores en toda la historia que anotó más de 19 mil puntos y capturó por encima de los ocho mil rebotes.