El 26 de junio del 2019 fue la última vez que Vicente López se había vestido de gala para vivir un partido oficial. Fue por el quinto juego de la final de la Liga Argentina, donde el Calamar venció a San Isidro con un contundente 81 a 60 y logró su ascenso a la máxima categoría. Desde ahí, el equipo Marrón tuvo que disputar la Liga Nacional en el Templo del Rock, ya que su estado aún no estaba habilitado. Esa temporada se vio suspendida por la pandemia, y en la siguiente, las localías se disputaron en las canchas de Ferro y Obras, dejando al estadio de Vicente López esperando por su vuelta triunfal…

Y finalmente llegó el gran día. Con renovaciones mediante, la hinchada de Platense no dejó entrada sin utilizar, ni canción sin entonar. La excusa fue el partido contra San Lorenzo, si, pero el reencuentro con el barrio, con la gente, con los jugadores fue, realmente, lo que llenó la jornada. Y el Calamar tuvo una fiesta perfecta, porque además de recibir a su público nuevamente, los dirigidos por Cholo Vázquez se dieron el gusto de ganar su quinto partido en seis presentaciones, y vencer a, nada más y nada menos, al pentacampeón de la Liga Nacional, y mantenerse en la búsqueda de la clasificación al Final 8.

Andrés Lugli y Lucas Goldenberg fueron las máximas figuras de la tarde, con 16 y 15 puntos, respectivamente. En el azulgrana el más importante fue Mauricio Corzo, que fue el único que logró pasar la decena y terminó con 14 puntos.