Desde que comenzó la vacunación en todo el planeta, han habido casos de individuos antivacunas que han hecho ruido alrededor del globo pero pocos fueron tan polémicos como el de Kyrie Irving, quien el martes recibió la noticia de que su equipo no le permitirá ser parte del plantel a menos que cambie de idea y se inocule.

Ese día los Nets publicaron un comunicado en el que, tras una reunión entre el dueño Joseph Tsai, la directiva del equipo liderada por Sean Marks, el entrenador Steve Nash y los jugadores James Harden y Kevin Durant, habían llegado a un acuerdo para decidir que el ex Boston solo podría ser parte del equipo a tiempo completo o no lo sería en absoluto y no part-time como se imaginaba. Esto último hubiera sido posible si le aceptaban jugar los partidos de visitante únicamente, ya que según las políticas locales solo podían disputar los encuentros los deportistas totalmente vacunados.

Esta situación no es amena para ninguno de los integrantes de la franquicia, desde el primero al último, pero a su vez está empezando a cambiar las relaciones del jugador en cuestión y sus compañeros. Uno de los más importantes es puntualmente Durant, con quien tiene una gran amistad pero en estos momentos se ve atentada por todo lo que rodea al base.

Desde el martes el ex OKC no se comunica con su par, según informó el periodista Ohm Youngmisuk, de The Athletic. Esto lleva a considerar que la relación entre ambos ya no es la misma que hace tres días, y ambos tienen motivos para hacerlo.

Por el lado de Durant, sabe que la presencia o no de Irving en el campo de juego afecta las chances del equipo de conseguir el tan ansiado título (quedó claro en la serie de finales del Este en la última temporada) y por el lado de Kyrie, que haya trascendido que Kevin fue parte de la reunión que en este momento lo deja fuera de la plantilla es un golpe al mentón al saber que su amigo no lo respaldó en sus ideales.

El caso entre Irving y su posición respecto a la vacunación, entre otras polémicas declaraciones que remiten a siglos pasados como el terraplanismo, parece lejos de terminar. Si bien él intentó aclarar algunos puntos en una transmisión en vivo por Instagram, la realidad indica que él no está dispuesto a cooperar y está lejos de poder volver a entrenar con los Nets a apenas cuatro días para el debut ante los Bucks.