Sin lugar a dudas, el juego entre La Fusión y La Gloria se llevaba todas las miradas en la jornada de viernes. Ambos llegaban invictos; los de Sebastián González con 5 victorias al hilo, mientras los cordobeses presentaban un juego menos. Para agregar más dudas a este encuentro, los de Santiago del Estero no contaban con su capitán Mauro Cosolito, una pieza fundamental en el mecanismo del equipo. Pero a falta de soldados, los locales no se achicaron, dominaron el juego con autoridad y, de la mano del Tucu Gramajo (30 puntos), mantuvieron su récord perfecto en el inicio de la Liga Nacional.

Con la baja de Mauro y la incógnita de Franco Baralle (se había retirado con una contractura en el último juego), Quimsa salió a la cancha con las sorpresas de Lugo y Toretta. La paridad fue notable en los primeros diez minutos, pero con el local dominando las acciones, con una gran tarea en la zona pintada, y la buena conducción de Juan Brussino. Tras el 23-15, Instituto logró acomodar la máquina y mostró su mejor versión en el partido en los segundos diez minutos de juego. Pero entre el ambiente «picado» por la vuelta de González, la tensión parecía ir en aumento minuto a minuto, y la Gloria volvió a caer en las irregularidades, lo cual fue aprovechado por los de Sebastián González, que se escaparon a 17 en el cierre de la primera mitad (47-30).

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La ilusión de la remontada duró poco en el arranque del segundo tiempo. Los de Lucas Victoriano dibujaron una reacción que les permitió achicar la brecha a nueve (60-51), pero con una Gramajo despegado, más la conducción perfecta de Brussino y una altísima intensidad defensiva, la distancia se había disparado a más de 26 puntos, una realidad inalcanzable para el conjunto cordobés que, frustrado y errático, veía su invicto esfumarse ante sus ojos.