Los Bulls y el Heat fueron dos de los equipos que mejores contrataciones realizaron en el mercado de verano de la NBA, pero luego de investigaciones que duraron cuatro meses, la liga llegó a la conclusión de que no acataron las órdenes de tampering (iniciar vínculos con un jugador de otra franquicia antes de lo permitido) y perderán sus próximos picks de segunda ronda de draft.

Los jugadores en cuestión son Lonzo Ball (llegó a Chicago) y Kyle Lowry (arribó a Miami), quienes fueron contratados por dichos equipos y hasta el momento han sido grandes responsables de que hoy por hoy ambos planteles se encuentren en el podio de la conferencia Este, detrás de los Nets. Ambas franquicias aceptaron la sanción y se mostraron con intenciones de seguir adelante, como lo hizo Miami en un tweet. Además, no solo fueron investigados estos dos equipos, ya que también hubo que hacerlo en donde jugaban previamente Ball y Lowry, Pelicans y Raptors.

El no poder contar con su próximo pick de segunda ronda, y no una pena mayor, fue factible gracias a que las dirigencias de ambas instituciones cooperaron en todo momento con las investigaciones. Esto es así ya que aún está latente la misma sanción que había sufrido Milwaukee en 2019 y su intento de contratación de Bogdan Bogadnovic, quien finalmente fue a Atlanta.