El último partido en casa de Mike Krzyzewski como entrenador disputado en Duke todavía tenía ese sinsabor de haber caído derrotado a pesar de llegar como favorito al choque contra los Tar Heels, con lo que significa este rival para los Blue Devils en su historia.
La chicharra sonó y llegó el momento en que se celebrara la ceremonia homenaje al Coach, aunque el miembro del Salón de la Fama con la mención del inminente retiro fresca, todavía estaba pensando en la derrota 94-81 ante North Carolina.
El entrenador de 75 años, emocionado por el contexto, de todas formas estaba pensando en lo que está por venir para él y sus chicos: ganar el torneo de la Conferencia de la Costa Atlántica (ACC) y su sexto campeonato de la NCAA.
La ceremonia contó con un altísimo porcentaje de veneración para el DT y, según la propia escuela, la lista de invitados para la fiesta de despedida de Krzyzewski incuyó al comediante Jerry Seinfeld, al comisionado de la NBA Adam Silver, al alemán Dirk Nowitzki, al director ejecutivo de Apple Tim Cook, al mariscal de campo Kyler Murray de los Cardinals de la NFL y al entrenador de los Toronto Raptors de la NBA, Nick Nurse, entre tantos otros.
Los asientos en Cameron permanecieron llenos y se proyectó una presentación sobre la larga racha de éxito de Krzyzewski a lo largo de su vida, mientras el propio entrenador sostenía la mano izquierda de su esposa Mickie. La ceremonia terminó con la propia familia del Coach K, hijos y nietos incluidos, en la mitad de la cancha mientras se dirigía a la multitud por segunda vez.
En una noche colmada de emoción, fue el propio entrenador el que comenzó diciendo “Lamento lo de esta tarde”. Y si bien los aplausos de los aficionados fueron una demostración de respeto y cariño, continúo diciendo “Fue inaceptable. Lo de hoy ha sido inaceptable, pero la temporada ha sido muy buena». Y no conforme con eso, dejó a propios y ajenos a su última carrera que, él y todo Duke espera, sea de 9 partidos más: «esta temporada no ha terminado, ¿de acuerdo?».