El lunes se hacía oficial el rumor que venía sonando en la prensa de Boston: Robert Williams tenía una lesión en el menisco de la rodilla izquierda, una rotura de la cual todavía no se sabe la gravedad. Y puede ser que se pierda toda lo que queda de la temporada, a la espera de confirmar el tratamiento.

En la rueda de prensa previa al partido ante los Raptors, Ime Udoka, entrenador de los de Boston, confirmaba que Rob Williams pasará por quirófano y que una vez se realicen mas pruebas, se decidirá el tiempo de baja o si podría volver a jugar esta misma temporada, sobre todo teniendo en cuenta que los de Boston confiaban en poder avanzar hasta fases finales en post-temporada. 

Pero la duda es, ¿qué implica la baja de Rob Williams en un equipo como Boston?

Williams no es el mejor jugador del equipo, se podría incluso argumentar que no es uno de los tres mejores en la rotación verde, pero desde que el calendario giró la página a 2022, su rol ha sido clave, especialmente en el lado defensivo. Con Udoka, el más alto de los Williams ha ganado importancia al solucionar algunos de los problemas que arrastraba en sus primeros años: especialmente los minutos que podía disputar, ya fuere por las faltas personales o por lesiones. 

Esta temporada Rob ha jugado 1804 minutos en 61 partidos, un promedio de casi 30 y con 32 encuentros superando la cifra mágica. Hasta el inicio de la temporada, Rob sumaba 1656 minutos en tres años y solo un partido con +30 minutos. Solo el hecho de poder contar con él ha cambiado al equipo. Y el entrenador de Boston ha sabido encontrarle el papel perfecto. 



Con Horford a su lado, Boston presentaba una alineación atípica, con dos grandes en pista. Pero al mismo tiempo, Coach Udoka ajustó un detalle. Horford iba a ser el encargado de defender al cinco rival, al jugador más alto del equipo, mientras que Rob, mucho más rápido y ágil, se iba a quedar marcando a uno de los aleros, al que menor capacidad de tiro tenga. 

Su labor se convirtió en manejar ayudas desde el lado débil, aguantar cambios ante jugadores mucho más rápidos e incluso defensa en el perímetro. Y cuando el balón llegaba a la pintura, la sombra eterna de Rob hacía su función: por eso es segundo jugador con más tapones de la NBA. Al nivel de Gobert, nadie más maneja las cifras de Robert. 

Con Rob en pista la defensa de Boston es mucho mejor, dice el ojo. Y los números acompañan la teoría. Con Rob en pista, el equipo tiene un defensive rating de 101.9, el segundo mejor del equipo entre los jugadores de rotación (solo por detrás del 101.3 de Tatum). Sin Rob, la cifra se desploma a 104.9. 

Y es que Rob es el jugador que menos puntos permite por tiro, cuando es el jugador más cercano al rival. La cifra es de 0.90, inferior a Gobert (0.93) o Jarrett Allen (0.95), otros jugadores que en algún momento han estado en la terna por el Defensive Player of The Year. 

Pero no todo viene de la defensa. Rob está en máximo de carrera en puntos, asistencias, porcentaje de tiro y de tiro libre, además de robos, tapones y por supuesto, tapones. Además, acumula más win-shares en la 2021/22 que en sus tres primeros años como profesional. Esta ha sido, sin ninguna duda la temporada que le ha consagrado como uno de los mejores interiores de la NBA. 

Y ahora, a escasas dos semanas y poco de iniciar los playoffs, los Celtics tendrán que re-ajustar la defensa, la que ha sido la mejor de la liga con Rob como pieza clave. ¿Podrán, o la baja del pívot será demasiado dura? 

* todas las estadísticas de offensive y defensive rating son desde el 31 de Diciembre de 2021 hasta la actualidad

Nota: Alejandro Gaitán | En Twitter: @alejandroggo