El Oklahoma City Thunder se proclamó campeón de la temporada 2024-25 de la NBA. Venció a Indiana Pacers por 4-3 para lograr el segundo título en la historia de la franquicia, el primero desde su llegada a Oklahoma en 2008. Anteriormente, cuando la organización estaba localizada en Seattle, se había coronado en 1979.
Fue el broche dorado a una temporada histórica. El equipo ganó 68 partidos en la fase regular y otros 16 en Playoffs. Su total de 84 triunfos fue el tercer mayor registro en la historia de la NBA. El segundo campeón con mayor cantidad de victorias, sólo por detrás de los 87 festejos de los Bulls de 1995-96.
El dominio del Thunder fue realmente significativo. No perdió dos partidos consecutivos en toda la postemporada. Además, anotó 1247 puntos más que sus rivales enre fase regular y Playoffs. El mayor diferencial que se haya visto en la NBA. Todo esto pese a ser el segundo equipo más joven (25,7 años de promedio) en ser campeón de la NBA detrás de los Blazers 1976-77.
Shai estuvo al nivel de Michael Jordan

Su figura, Shai Gilgeous-Alexander, también hizo de las suyas. El canadiense promedió 32,7 puntos entre todos los juegos, el mayor registro en la historia de un campeón. Superó a nada más y nada menos que Michael Jordan de 1992-93 (32,6).
Además, fue el cuarto jugador de la historia en ser campeón de la NBA, MVP de las finales, MVP de la temporada regular y líder en anotación uniéndose al mismo MJ (lo hizo cuatro veces), Shaquille O’Neal y Kareem Abdul-Jabbar (1970-71).
Si bien no estuvo tan fino desde el tiro en el séptimo juego, tuvo una de las mejores actuaciones que se haya visto. 29 puntos y 12 asistencias. El quinto jugador en la historia del Game 7 con al menos 20 tantos y 10 asistencias. Se unió a Jerry West (1969), Walt Frazier (1970), James Worthy (1988) y LeBron James (2016).
Por último, aunque no por eso menos importante, Shai formó parte de la segunda dupla más anotadora de la historia de las finales. Junto a Jalen Williams formó un par que anotó 377 puntos. 21 tantos por detrás del récord establecido por LeBron James y Kyrie Irving (398) en 2016.
Vale la pena añadir que Chet Holmgren colocó cinco tapas en el Juego 7 ante Pacers. La mayor cantidad por cualquier jugador en la historia de este partido en las finales.
En resumen, el Thunder coronó un año histórico con una definición a ese nivel. Rompió más de un récord tanto colectivo como individual. Un merecido premio para un equipo que será recordado como uno de los más dominantes en su año de campeonato.