El crecimiento a pasos agigantados de la WNBA es una realidad. Cleveland, Philadelphia y Detroit se incorporarán al mapa de la liga femenina más importante del mundo.

La WNBA atraviesa un momento histórico. El crecimiento del interés global por el básquet femenino, el aumento de la visibilidad en medios y redes, y el ingreso a la liga de talentos generacionales como Caitlin Clark, Angel Reese y Paige Bueckers, entre otras, han marcado un antes y un después. Y como reflejo directo de este fenómeno, la liga anunció oficialmente la incorporación de tres nuevas franquicias en las ciudades de Cleveland, Philadelphia y Detroit.

Estas nuevas incorporaciones se suman a las Golden State Valkyries, que hicieron su debut esta temporada, y a las Toronto Tempo y Portland, quienes comenzarán a competir a partir del 2026. De esta manera, la WNBA pasará de tener 12 a 18 equipos en apenas dos años. Un crecimiento abrupto algo impensado hace unos años.

El impulso de una nueva generación

El boom mediático que representa Caitlin Clark, con récords de audiencia tanto en NCAA como ahora en Indiana Fever, es apenas la punta del iceberg. El interés por la WNBA ha crecido de forma exponencial, especialmente en audiencias jóvenes, gracias a la combinación de talento, carisma y accesibilidad digital de muchas de sus protagonistas.

Además, el creciente respaldo de franquicias NBA (como Golden State Warriors o Toronto Raptors) a los equipos femeninos de sus mercados, ha potenciado la estructura, la inversión y la exposición de la liga. Más partidos televisados, más contratos de patrocinio y una mayor cobertura en medios globales reflejan este salto cualitativo.

Cleveland, Philadelphia y Detroit: nuevos mercados, nuevas oportunidades

Las ciudades elegidas no son casuales. Son plazas con historia en el básquet, comunidades apasionadas y mercados donde el deporte femenino tiene gran recepción. Detroit, por ejemplo, ya tuvo una franquicia WNBA en el pasado (Detroit Shock) que incluso fue campeona. Su regreso es simbólico y estratégico.

Philadelphia y Cleveland, por su parte, abren la puerta a nuevas rivalidades regionales y fortalecen la presencia de la liga en la costa Este.

La expansión de la WNBA no solo confirma el gran momento que atraviesa el básquet femeninol, sino que también deja en claro la consolidación y proyección de cara al futuro.

FOTO: WNBA

NOTA: Eliseo Luque