El uruguayo Mathias Calfani, ex jugador de San Lorenzo, pasó por UCU Radio para hablar sobre su presente recuperándose de la lesión y analizar la situación que quedó entre él y el equipo de Boedo. Además, habló sobre su experiencia en el Brave Thunders del básquet de Japón.

Reviví la nota con audio:

«En Uruguay la situación está un poco más tranquila, miramos la información en la televisión y estamos en contacto con gente de Argentina. Todo está más liberado, pero con precauciones. Se apunta a que de a poco se comience a volver a la normalidad«.

«Me siento bien, estoy haciendo la recuperación desde casa. Ahora, ya puedo ir a hacer la recuperación a un gimnasio y eso me hará sentir mejor«.

«El balance de mi juego en Japón fue positivo. Me costó adaptarme. Los primeros dos o tres meses fueron difíciles, pero en el segundo mes fue mi familia y todo fue más fácil, la vida comparada con la de nosotros es muy diferentes. En la cancha fue donde más cómodo me sentí y fluí con otro rol distinto al que tenía en San Lorenzo y eso me hizo crecer, pero después me lesioné y ahora estamos con la situación de cuarentena. Tenía contrato hasta el 10 de junio en Japón, sigue vigente hasta esa fecha, después de ahí no tengo nada. Ya están en contacto con mi representante (Claudio Pereira). Me gustaría poder terminar la temporada ahí, además porque tenemos equipo para pelear el campeonato». 

«La opción de seguir en el equipo (Brave Thunders), está. Nosotros con el tema de la lesión, primero, y después del virus, no pensamos que iba a llegar tan rápido la comunicación con ellos y hay ganas de que vuelva y que si todo se daba, el año que viene querían contar conmigo». 

«En Japón se manejan distinto con el resto de Asia, son más estructurados y entienden el problema de la salud más que en otros lados. Ya usaban guantes y tapa boca sin haber ninguna epidemia. Si depende del cuidado y de como lo manejen, los Juegos Olímpicos de Tokio van a poder realizarse bien«. 

«Sé que a donde sea, me gustaría ir con mi familia. Hoy vayas a donde vayas te piden 14 días de cuarentena, sería ilógico que me fuera yo solo y después vaya mi familia. El primer mes o los primeros meses son fatales para cualquier deportista porque te vas de tu hábitat y estas lejos de tu familia. Es difícil entender el idioma, no todos hablaban inglés y no lo usan tanto. Si son más tranquilos y más ordenados, cosas que al principio no las ves y después te gustan y las valoras». 

«Lo que pasó con San Lorenzo no es una situación cómoda ni linda, más allá que el falló salió a nuestro favor, te deja un sabor agridulce. La lesión me mantuvo bajo de energía para enfocarme en lo que me tenía que enfocar, me agotaba mentalmente no tener noticias de cuánto tenía que seguir esperando, quizá me malhumoraba o me hacía no poner foco donde tenía que hacerlo». 

«Lo que más me dolió de la salida de San Lorenzo, fue lo emocional. Mientras estaba en San Lorenzo, estaba viviendo mi mejor momento deportivo y el de mi vida personal, y por otro lado estábamos luchando porque nos paguen pagos atrasados. No se me respetó de la forma en la que yo si, dando todo. Hasta último momento nunca dejé de jugar ni de entrenar, bien o mal o gustándole o no a uno más que a otro, pero siempre fui, di todo lo que tenía y di mi cien por ciento en todas las situaciones. Nunca puse en tela de juicio si tenía que jugar o entrenar por un tema económico, sentía que así le fallaba al club y a mis compañeros, pero a la hora de cumplir con mi contrato no lo hicieron. Cuando pones en la balanza pesa todo, lo económico y lo sentimental. Cada vez que hablé de San Lorenzo lo haré con cariño y respeto, solo fue fea la forma en la que me fui, sentí que no se me cuidó con lo que estaba firmado«. 

«Entendía que la situación en Argentina era complicada y siempre les dije que no pasaba nada si se atrasaban, pero uno llega a su límite y trabaja para ganarse su plata y mantener a la familia, porque soy el responsable en mi casa de ese punto. Di todo en la cancha e hice todo por el club, pero no fue retribuido, que no tiene nada que ver con el cariño y con el trato en el club. Mi agente y yo sentimos que hubo un cortocircuito en un momento y no era para que en dos años, sigamos con el mismo problema». 

«Lo que me dio el fallo del BAT (Tribunal Arbitral de FIBA) es la tranquilidad de que estaba haciendo las cosas bien y fui con la verdad. Quería demostrar que no estaba mintiendo ni pidiendo nada de lo que estaba firmado. Por eso sentí ese sabor agridulce porque con mi familia estuvimos muy bien en San Lorenzo y tengo amigos para toda la vida». 

«Volvería a jugar en San Lorenzo, claro que volvería. Me sentí bien, fue un lugar donde fui feliz, de donde me llevé los mejores recuerdos». 

Foto: LNB Contenidos