En el último programa de Expedición Albiceleste, Fede Toral e Ison Patoco hablaron con Juan Ignacio Jasen, que mantuvo su vínculo con el Hozono Global Jairis, que disputará la próxima temporada de LEB Plata.

Juani habló de esta nueva experiencia, como se prepara para el retorno a la categoría (disputó la Liga EBA los últimos cuatro años) y cuales son las expectativas para esta nueva temporada con el Jairis. También habló de la posibilidad de los argentinos que pueden dar el salto hacia el viejo continente para probarse en las categorías de ascenso.

Reviví la charla completa:

«Se dieron unos cuantos factores, el club era muy humilde, nunca había peleado para ascender, nos encontramos con un equipo competitivo, y se consiguió algo que no era un objetivo, se consiguió porque íbamos empatados con el primero cuando se suspendió la competencia. La FEB le dio el ascenso automático a todos, en nuestro caso el primero, que era la filial del valencia desechó la oportunidad y nos pasó a nosotros, y el equipo la aceptó. Se consiguieron los patrocinadores necesarios, porque se necesita más dinero para afrontar el desafío, y el club va a salir. Contento por un lado, pero por otro no tanto, por volver a los viajes, la experiencia es linda, pero me había acostumbrado a otro ritmo de vida. Sabiendo que me queda uno o dos años como mucho, creo que lo voy a disfrutar mucho.

No se con que nos vamos a encontrar, jugué solo un año hace mucho, seguro que va a ser competitiva como todas las ligas, ahora hay al menos un extranjero por equipos, y seguro nos encontraremos con otra cosa. Me voy a encontrar con otra cosa a lo que venía acostumbrado. Jugar en EBA estos cuatro años, es una liga casi amateur, se paga poco, el cambio va a ser un poco más brusco. Puedo tener una noción de lo que me voy a encontrar, pero va a ser un año complicado, porque además a priori hay fechas de inicio pero tampoco se sabe, con el covid estás preparando un juego de pretemporada y al día siguiente se puede suspender todo. Hay que ir con pies de plomo.

La falta de público, yo creo que pesa más en el rendimiento deportivo más que en lo económico, no es una liga donde vayas a meter tres mil personas. Podés meter 200 o 300 personas, evidentemente te afecta, pero no es algo que afecta como en Leb Oro o ACB. Ahí se puede notar un bajón económico. Debe ser como en Argentina, no creo que una tercera categoría puede pesar tanto. Creo que afecta más en la cuestión de la localía, que la gente te da ese plus.

La Leb oro y plata no son ligas extremadamente fuertes, pero como trampolín puede servirle mucho a los jugadores, tiene mucha más repercusión un jugador que juegue bien en los ascenso de españa que lo haga en Noruega, Dinamarca, Georgia, Bosnia, Inglaterra, etc, estás hablando de la segunda o tercera división de la mejor liga de europa, se hizo siempre, muchos jugadores vinieron a esas ligas. Paolo Quinteros, Diego Lo Grippo, Matías Lescano. Para un argentino que pueda tener un pasaporte, creo que puede ser una buena posibilidad para pensar en el futuro de ellos.

Hace unos cuantos años que me quise alejar del básquet profesional, decidí dar un paso al costado, es un mundo donde tienes que estar muy fuerte de la cabeza cuando las cosas no salen bien. Cuando coincide con un embarazo, donde hubo complicaciones, hace que veas todo de otra forma y priorices otra cosa, no sé si podría ser entrenador o dirigente. Si me gusta esto de las telecomunicaciones. Si tuviera otro trabajo no podría jugar al básquet. Gracias a dios esto, al hacerlo desde casa, lo puedo compaginar.

Los tiempos los marca el cuerpo, te voy a decir un año, no dos y el año que viene hablamos. Imagínate que viene otro brote de esto y nos ofrecen jugar en Leb Oro, quién te dice. El año que viene lo charlamos de nuevo. El mal trago de pasar de ser profesional a no jugar ya lo pasé, ya lo sufrí al retiro en las sombras, es complicado. Pasas de entrenar doble, jugar, pensar en las comidas, a no tener nada que hacer, se pasa mal, el tiempo de adaptación depende de cada jugador. A mi me costó un par de meses y ahora me costaría reincorporarme a esa rutina. No sé como me voy a sentir cuando vuelva a entrenar