El próximo sábado en el pabellón Santiago Martín de Tenerife se jugará la Supercopa Endesa con cuatro equipos participantes: TD Systems Baskonia, Real Madrid, Barcelona e Iberostar Tenerife.

Este evento será utilizado como prueba por todas las partes, los equipos medirán su condición en la vuelta a la actividad y la Liga ABC mostrara como será su protocolo para el desarrollo complejo de la temporada en medio de la pandemia del COVID-19.

Cabe destacar que la prueba no será exacta. La temporada 2020-21 se realizará sin llegar a ser una burbuja, ya que es imposible realizar una durante tanto tiempo, mientras que lo que se vivirá este fin de semana en Tenerife sí tendrá muchas similitudes con lo que fue la Fase Final Excepcional que se realizó en Valencia; teniendo incluso la ventaja del tiempo a favor, este torneo se realizará solo en tres días a diferencia del celebrado en la Fuente de San Luis que demoró tres semanas.

En esta ocasión se volverá a jugar bajo estrictos protocolos sanitarios, todos los miembros de los equipos deberán someterse a una PCR además de las realizadas por los propios clubes, habrá tomas de temperatura y seguimiento diario por parte de los médicos. En el pabellón volverá a haber una mampara que separe a la mesa de anotadores de la pista, el balón será desinfectado cada vez que salga de la cancha y habrá una gran higiene en el terreno de juego.

El evento comenzará el sábado 12 de septiembre con las semifianales, el primer encuentro será a las 13:30 (Argentina) entre el Baskonia y el Barcelona, mientras que el segundo será a las 16:30 (Argentina) entre el Tenerife y el Real Madrid. Las tres horas de diferencia entre encuentro y encuentro, algo poco habitual en los eventos de básquet, son para que dé tiempo a limpiar el parqué, los tableros y los aros después de finalizar el primer encuentro.

Como grandes cambios podemos nombrar la distribución de los banquillos, que tendrán forma de «L» para aprovechar parte de los fondos y ampliar la distancia entre los miembros del equipo. Al igual que en otros eventos, todo aquel que no sea jugador o entrenador debe llevar mascarilla en todo momento.

Otro cambio, una de las grandes pruebas para la vuelta a la normalidad en la temporada, es que el Iberostar Tenerife no se alojará en el hotel junto a los otros tres equipos, sino que no se concentrará y los jugadores podrán permanecer en sus domicilios.

Aún no se confirmo la situación público, la ACB desea jugar sin presencia de afición, aunque el club local desearía poder meter en el pabellón a una pequeña parte. La decisión final corresponde al Consejo Superior de Deportes. En caso de que la decisión sea no el evento se realizará al igual que en la Fase Final de Valencia, sólo accederán al pabellón el número justo de personas para el desarrollo de los partidos y las retransmisiones. Se calcula que serían unas 175 personas, incluidos los 40 periodistas acreditados.

Estás se ubicarían en el pabellón respetando dos zonas creadas para la ocasión: la verde, donde sólo entrarán las personas relacionadas con la competición que hayan dado negativo en el test, y la azul, ubicada en las gradas, donde estarán el resto, incluida la prensa.

La ACB desea jugar con la mayor naturalidad posible, pero es consiente de que en plena pandemia es complicado, por lo que esta tomando todos los recaudo posibles, además de preparar varios planes de contención en caso de que el COVID19 complique aún más el desarrollo del torneo.