En un nuevo programa de Básquet Analógico, Alejandro Pérez y Marcelo Nogueira continúan recorriendo la historia de los campeones de Liga Nacional que luego dejaron de formar parte del torneo. En este cuarto capitulo fue el turno de Independiente de Pico, equipo que milito en la categoría durante nueve temporadas y fue campeón en la 94-95, evento del cual ya han hablado en el programa, revivilo haciendo click aquí.

Para profundizar más al respecto, desde la palabra de los protagonistas como es habitual en el programa, se comunicaron con Facundo Sucatzky, jugador del equipo en aquel entonces. Con quien además hablaron sobre su paso en selección, su historia como jugador y las experiencias con grandes técnicos de nuestra historia.

Reviví el programa y las declaraciones más destacadas:

«Yo estaba en Olimpia de Venado jugando con Julio Lamas, cuando yo quedo en libertad de acción a las 15/20 días me llama Nino y me dice ‘mira hay una propuesta de Independiente de Pico, donde van a armar un equipo de todos sextos hombres, jugadores jóvenes y de experiencia mezclados, pero todos sexto hombre con dos americanos de alto vuelo’ y en realidad no dude nunca porque bueno sabia que éramos todos sexto hombre y había que entrenar mucho, jugar, era mi primera experiencia, tenia 19/29 años. En realidad fue ir como hubiese ido a cualquier lugar, y si después que llegue y el equipo empezó a jugar, me di cuenta de lo que era Pico, lo que era La Pampa detrás de los equipos que se armaban siempre me sedujo quedarme, por eso fueron siete años en Pico. Y a lo mejor si no había problemas económicos hubiese jugado toda mi carrera, porque estaba muy feliz ahí.»

«Creo que la manera de jugar, para mi fue muy fácil porque era un equipo corredor, un equipo que empezaba a jugar a partir de la impronta que yo le daba al equipo, esa libertad me la dio Mario Guzmán. Teníamos un profe muy bueno que nos dio la velocidad, un estado físico donde a la larga la gran mayoría de los equipos no nos aguantaban, porque jugábamos todo el partido a ritmo, íbamos y veníamos. Eso hizo que la gran mayoría de los jugadores, más mi caso, pudiéramos salta a un nivel superior y a partir de ese Independiente, particularmente yo empecé a tener mi nombre propio en la liga y a ser un jugador importante. Pero mucho tuvo que ver Mario con su paciencia, con como me fue enseñando. Obviamente que yo tenía mi manera de jugar, pero fui aprendiendo (…) Y así con toda la confianza que tenía del técnico, de mis compañeros, de la gente pude hacer mi juego durante todo ese tiempo»

«Independiente asciende y ese primer año tuvimos un arranque tremendo todo el año fue un año muy dulce muy bueno, nunca tuvimos bajones, nunca tuvimos dudas del juego, el estadio explotaba desde el primer día, venía la gente del gobierno a vernos y a medida que fue pasando el tiempo empezó a ser Independiente de La Pampa, no era solo de Pico. Ahí venía gente de todos los alrededores, de todos los pueblos, ciudad. Había días de semana que nos llamaban los dirigentes y decían ‘el jueves nos vamos a tal lado que hay un asado’ y había que hacer 60km porque era alguien de un pueblo cercano que nos invitaba y por ahí colaboraba con el equipo. También se han abierto muchas puertas, porque vos sabes como son las cosas, cuando uno anda dulce se abren puertas en todos los aspectos, aparecen sponsor nuevos y aparecen cosas nuevas. Independiente era Independiente de La Pampa. Nosotros salimos campeones Sudamericanos en Chile y cuando volvimos bajamos en Santa Rosa y el colectivo entro a la ciudad y nos aplaudían como si hubiese sido Pico y así en los tres pueblos anteriores a Pico y en Pico mismo, era Independiente de La Pampa.»

«Nosotros estuvimos dos años solos y fue el Independiente de La Pampa, en todo aspecto, no solo de la gente, el tema del sponsoreo, era todo para Independiente. Cuando asciende Pico (Pico Fútbol), ya Pico mismo dividía los sponsor, más allá de que Independiente siempre termino armando mucho mejores equipos. Pero Pico armaba equipos un poco más austeros y le pegaba con los extranjeros. (…) Pero creo que lo que vos decís tenes razón, las ciudades pequeñas cuando vos tenes dos equipos tenes que usar mucho la cabeza, ser inteligente, porque sino termina pasando lo que paso en Pico, que te quedas sin equipo en la Liga Nacional.»

«Los primeros 6 años Independiente estuvo muy bien, yo estuve 7. En el año sexto yo estuve a punto de irme, Rubén Magnano arregla en Boca y me llama por teléfono y me dice ‘te quiero conmigo en Boca’, habló, me llama el manager de Boca, yo estaba con la selección argentina, y le digo ‘déjame que lo hablo con mi agente’ pero me entusiasmaba la idea. Me llamó German Vaccaro a los dos días y termine jugando en Independiente, como termino jugando todo el equipo. No cobramos en todo el año, no cobramos 8 meses, nos quedaron debiendo ocho meses a cada uno. Ahí empezó, yo al otro año me fui a Libertad pero ya venía en decadencia, había un problema muy grande de plata.»

«Fueron promesas durante todo el año, lo que nosotros éramos era un compromiso entre nosotros de poder terminar. En algún momento hemos tenido ganas hasta de irnos, pero siempre por el temor al que dirán o quedar mal uno se quedó hasta el final. Pero lo más lógico hubiese sido que alguno se vaya. Pero como vos dijiste, el equipo termino mal, no jugó bien y todo esto tuvo mucha incidencia.»

«Creo que todo lo que le ha pasado a Independiente ese año y las cuestiones de deuda que después fueron infinitas y empezaron aparecer por todos lados, alguien era responsable y los que no éramos los jugadores, son los dirigentes que eran los que comandaban la situación. Ese año me hubieran liberado a mi y a Moreno, que nosotros tuvimos libertad de irnos, no es que no la tuvimos (…) pero ya estaba cómodo y me habían cumplido siempre, lo que menos pensé es que no me iban a pagar. Son responsables en todo aspecto, por hasta el día de hoy la mayoría de los jugadores tenemos una deuda que no la hemos cobrado.»

«Yo sostengo que con el correr de los años y todo, para mi, Independiente esta entre los tres/cuatro mejores equipos de como jugaba al básquet. Aparte se consolido con un título, pero como jugaba.»

Selección y entrenadores

«La del ’99 en Puerto Rico con Julio Lamas y de ahí nos fuimos a jugar el Panamericano de Canadá. En el equipo estaba el Vasco, que Julio lo había llevado como el más veterano. Y después se fue armando, estaba el Ale Montecchia, Victoria, jugaba Scola de 5 y Leo Gutiérrez de 4, estaba el ‘Chapu’. Yo estube en ese y después estuve más adelante cuando Rubén (Magnano) agarra dos torneos, uno en Buenos Aires en cancha de Ferro y después nos fuimos a Rio de Janeiro. Al año siguiente cuando se empieza a gestar la selección para jugar en Neuquén a mi Rubén me llama y yo tenía una pubalgia muy traicionera, mi kinesiólogo de confianza de Rosario me dice ‘bájate porque no te la vas a sacar más y te podes joder para el resto de tu carrera’ y yo decido bajarme por voluntad propia, no se si fue bueno o malo porque me quede después afuera de todo pero bueno era lo que yo tenía que escuchar y elegir. Pero siempre estuve ahí. No estuve toda la participación, en los puestos había buenos bases, he tenido otros momentos de entrar y salir, pero nunca me he sentido en la selección como lo he hecho de chico. Pero bueno no es algo pendiente, me hubiera encantado estar más, participar más. A lo mejor si hubiera estado entero, hubiera estado en el equipo de Neuquén seguramente y hubiera tenido otro lugar en esta Generación Dorada, pero bueno no hay nada de que quejarse.»

«Todos me dejaron algo, todos me marcaron, me enseñaron muchísimo, pero siempre tengo uno que es más, porque me abrazo en el momento en el que yo salía al ruedo que fue Mario Guzmán que me agarro en un momento de chico con 19/20 años, mis papás recién separados, yo llegando a Pico, entonces más que entrenador fue un padre para mi, fue una persona que estuvo permanentemente apuntando en el juego pero también en la vida. Cuando me equivocaba en algo lo sentía, porque me decía ‘mañana hay mate, te espero en casa’ y yo la primera vez que fui a los mates pensé que era para hablar y no era que algo Sucatzky había hecho mal. Eso siempre lo tengo presente, porque creo que el ser entrenador es un combo completo, Mario fue esa persona que me ayudo en todos los ordenes del básquet y los valores, me marcaba los errores. (…) Pero de todos los entrenadores yo absorbí, aprendí cosas y todos me han tenido paciencia.»

«Él número uno de chiquito, tengo millones de anécdotas con León, pero de como era.»