Durante toda la temporada, a diferencia de lo que sucedió en otras anteriores, jugaron mucho tiempo juntos en la media cancha. Conformaron un 1-2 determinante que se entiende a la perfección. Uno con experiencia y mucho carácter, el otro con toda la juventud y el talento. Aguirre-Vildoza manejan a San Lorenzo y brillan en el Ciclón que ganó el tercero claramente ante Quimsa y quedó a un paso del pentacampeonato.

Después de jugar un primer partido donde se vieron dominados por los bases de la Fusión que jugaron un gran nivel (tanto Baralle como Copello fueron muy importantes en ese triunfo), Nicolás Aguirre y José Vildoza tomaron las riendas del equipo en un momento clave de la serie para darla vuelta (2-1) y estar a un paso del festejo.

Con varias temporadas juntos, se entienden bárbaro, se dividen la cancha y entre ambos empujan y suman. El «Penka», el mejor defensor cuervo, cedió espacio para que Vildoza tenga más tiempo la pelota en la mano y genere desde su talento pero también se hace presente con su carácter y conocimiento en juegos decisivos. Los dos deciden cuándo acelerar, frenar, jugar para ellos mismos o buscar a compañeros que producen (en el tercero, Romano fue preponderante al inicio y Kevin Hernández después).

En el 89-66, Aguirre cerró una planilla completa con 13 punto (2 de 2 en triples, 2 de 4 en dobles y 3 de 3 en libres) más 4 rebotes y 7 asistencias en 38 minutos.

José Vildoza está dominando el torneo en ofensiva desplegando una variedad de recursos que muchas veces lo transforman en indefendible. Tiene un gran dominio de balón con el que produce desequilibrio en sus defensores y a partir de allí, penetra o busca tiros. En los tres juegos de la Final promedia 21.3 puntos por encuentro siendo el goleador de San Lorenzo.

Este martes, Vildoza aportó 22 tantos, 2 rebotes, 3 asistencias y 1 robo en 35 minutos.

Nota: Julián Olmedo
Tw: @juliolme

Foto: Liga Nacional