Por un lado se encontraba el presidente del -mal llamado- Mundo Libre, Donald Trump. Por el otro, el no menos controvertido que Rodman, dictador Kim Jong-un.

El clima entre Estados Unidos y Corea del Norte era realmente tenso, pero la frivolidad y el cholulismo -además de factores que no conocemos- nos trajo al héroe diplomático menos pensado: Denis Rodman.

Desde hace ya un tiempo, a Corea del Norte se la conoce por el armamento militar y nuclear. Los rumores habían llegado a los extremos de guerras y bombardeos entre los paises, pero… ¿Cómo pudo el ex-jugador de Los Bulls involucrarse en eso?

En 2013, Rodman viajó a Corea del Norte para disputar un partido de baloncesto. Sólo por la decisión de ir a jugar a ese país, El Gusano fue centro de las polémicas y de las críticas.

A pesar de que nadie imaginaba que formaría una amistad con el líder norcoreano Jong-un, Rodzilla se enamoró del país asiático y, debido a la pasión de Jong-un por el básquet, El Gusano se convirtió en alguien de confianza para el dictador.

La relación fue tal que, a pesar del momento tenso que atravesaban los dos países, el jugador volvió varias veces a Corea.

Aparentemente, Rodman era insistente con que ambos países estén en paz. Incluso, Jong-un, habría aceptado reunirse con Obama varios años antes pero el mandatario norteamericano se habría negado.

Ya en 2018, Trump (con menos reparos morales) decidió reunirse con Jong-un y dejar las diferencias en el pasado.

«Estoy feliz por ser parte de esto, lo merezco», aseguró el extrovertido jugador.

Nota: Manu Pérez
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