Denver se hizo fuerte de local, y en su casa, el Ball Arena, le ganaron a OKC Thunder por 119-107 para evitar la eliminación, igualar la serie 3-3 y forzar un séptimo juego. De esta manera, los Nuggets jugarán un séptimo partido por segunda serie consecutiva.

Aparecieron los jugadores de rol en los Nuggets

Una de las grandes incógnitas que se plantearon a lo largo de la serie (y de los Playoffs en general) para Denver era qué tanto podían ayudar los jugadores a Nikola Jokic, y en este partido, con una muestra de carácter aparecieron quizás cuando el equipo más los necesitaba.

El Joker estuvo impecable como es costumbre y firmó una planilla de 29 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias.

A pesar de arrastrar un cuadro gripal, Jamal Murray fue una de las grandes figuras con 25 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias. Pero sin dudas, el gran diferencial de Denver estuvo en el acompañamiento colectivo. Christian Braun, en su mejor actuación de la postemporada, aportó 23 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, haciendo de todo en ambos lados de la cancha. Y Julian Strawther, saliendo desde el banco, se vistió de héroe silencioso con 15 puntos en apenas 20 minutos.

Partido incómodo para el Thunder

OKC comenzó el partido con intensidad y se fue al descanso con una ventaja que ilusionaba, pero las faltas personales se convirtieron en un problema serio. Shai Gilgeous-Alexander acumuló cuatro infracciones antes del entretiempo, lo que condicionó su juego y el de todo el equipo.

En el tercer cuarto, Denver dio vuelta el marcador aprovechando la menor agresividad defensiva de su rival. Si bien OKC intentó una reacción en el último cuarto con un pequeño acelerón ofensivo, ya era demasiado tarde: el impulso de los Nuggets y el peso de la localía sellaron el 119-107.

Ahora, la serie se traslada nuevamente a Oklahoma, y el juego 7 tendrá lugar este domingo a las 16:30 hs (de Argentina) para ver quién será el rival de Minnesota Timberwolves en finales de Conferencia.

FOTO: Nuggets

NOTA: Eliseo Luque