La jornada de Liga Nacional se cerró en Caballito, donde Ferro logró una de las victorias más increíbles de la Liga Nacional. Con un triple de aro a aro, los Verdolagas ganaron 76 a 73 para adelantarse 2 a 1 y poner al último campeón contra las cuerdas.
Los visitantes arrancaron mejor, con un par de triples que lo pusieron en ventaja, pero fue cuestión de minutos para que Ferro empiece a mostrar su dinámica. Forzando lanzamientos incómodos, donde el uno contra uno parecía ser la vía elegida de gol. Pisando la pintura, y logrando imponer su juego, los verdolagas pasaron a tomar la delantera, haciendo vibrar el Héctor Etchart; que estuvo colmado para esta cita.
Luego de empatar en 20 en los primeros diez minutos, Boca pasó a defender en zona con buenos resultados. Un parcial de 13-0 con salidas rapidas y efectivas, le permitió tomar una distancia de dos dígitos. Cuando parecía irse al descanso largo con una diferencia importante, los dueños de casa castigaron con dos triples para cerrar el primer tiempo 32 a 39.
A la vuelta de los vestuarios fueron nuevamente los visitantes los que salieron a buscar el partido. Con ventajas cerca del aro volvió a estirar la distancia a doble dígito, con Cuello y Giorgetti atacando la pintura. En ese momento, los dirigidos por Federico Fernández empezaron a congestionar la zona, forzando ataques incómodos, pero sin lograr capitalizar los robos del otro costado. Pero si a Ferro lo dejan con vida…
Los últimos diez minutos se abrieron con lluvia de triples. Con Vildoza y Cuello de un lado, más Spano y Lezcano del otro, las cosas fueron tomando cada cez más temperatura. En la vorágine fueron los de Caballito los que salieron mejor parados. Los cortes al aro de Malachias y Diez, más algunos triples le permitieron tomar la delantera a poco más de cuatro minutos del cierre. Pero nadie, literalmente nadie, podía imaginar el cierre. Cuando parecía que habría cinco minutos más, Emiliano Lezacnco tiró la bomba de la temporada. De aro a aro, el tucumano metió uno de los triples más increíbles de la historia para ganar, desatando las lagrimas, la euforia y la fiesta en Caballito.