La jornada de la Liga Nacional se abrió en el Superdomo riojano, donde Riachuelo e Instituto se reecontraron en la serie de cuartos de final. La visita mostró una versión de juego mucho más contundente que en los primeros dos encuentros en Córdoba, dejando en claro que quiere repetir presencia en semis. Los dirigidos por Lucas Victoriano dominaron de principio a fin y a pesar de la reacción de Los Eternos, se quedaron con el triunfo por 88 a 82. Con este resultado, recuperan la ventaja de localía, poniéndose 2 a 1, con la posibilidad de sellar su clasificación este sábado, en el mismo escenario.
La energía de los más jovenes fue clave en este duelo. La mejor versión del albirrojo llegó de la mano de Negrette y Lugarini, las figuras de esta noche. Incluso ante la presencia de uno de los internos más dominantes de la liga, los cordobeses apostaron inicialmente por atacar las cercanías del aro, donde encontraron puntos y la posibilidad de ir a la línea en varias oportunidades (9/10).
A medida que pasaron los minutos, Instituto empezó a construir desde una ofensiva muy dinámica, con una gran rotación del balón. Las manos anotadoras comenzaron a calentarse, para terminar finalmente con cuatro jugadores en doble dígito. Con Lugarini y Negrete como principales estandartes, pero también contando con la participación de Copello y Pomoli en algunos pasajes importantes.
No hubo lugar para la reacción
Cuando parecía que estaba todo controlado por Instituto para sellar la victoria, un pasaje de 11-0 en algo más de tres minutos provocó que todo el banco albirrojo empiece a mirarse de reojo. No había lugar para un cierre ajustado. Fue, una vez más, el mejor jugador joven de la temporada el que tomó las riendas. Desde acciones de uno contra uno, con altos porcentajes de efectividad, logró callar las voces que resonaron en el Superdomo.
Foto: prensa Riachuelo