Estamos acostumbrados en la actualidad, sobre todo en la NBA, a leer titulares sobre líderes ofensivos: «James Harden consiguió 60 puntos», «Lillard hizo historia anotando 61», «Mirá la brillante actuación de Lebrón James, que consiguió 43 tantos». Volviendo muchos años para atrás, más precisamente a 1984, había un argentino que también fue portada de todos los diarios, y fue noticia en todos los medios deportivos que podían existir.

El escenario fue el Torneo de las Américas, disputado en San Pablo. Allí Esteban Camisassa tuvo un desempeño excepcional, pero hubo una noche donde quedaría marcado a fuego en la historia de nuestro deporte. Un 22 de mayo, el nacido en Córdoba anotó nada más y nada menos que ¡51 puntos!, siendo el récord en el torneo y la máxima anotación en un partido de Selección Argentina, marca que se mantiene vigente hasta la actualidad. Ah, vale aclarar que en esa época todavía no se había implementado la línea de triples, haciendo aún más grande el desempeño del alero. En ese partido, la albiceleste superó a México 113 a 98.

Hace unos años, Alejandro Pérez habló con Esteban Camisassa y recordó esa noche histórica en la revista Fast Break:

«La marca impresiona. Anotar 51 puntos en un juego no es sencillo. Es tan complicado de lograr lo que concretó el argentino Esteban Camisassa en el torneo de las Américas, de 1984, que hace más de tres décadas que nadie puede superar.

Aquel récord se concertó en la séptima jornada, cuando Argentina venció 113 -98 a México. La tarea de Camisassa fue brillante. «Físicamente estaba como nunca, muy bien entrenado y sano. Hice muchos puntos en todo el torneo, pero en ese partido estuve imparable. Por eso jugué los 40 minutos, y la última conversión fue con una clavada», recuerda el alero, de 1.98 metro de altura.

Si convertir 51 puntos es un mérito, hacerlo con altos porcentajes de efectividad aumenta la virtud. En una época en la que todavía no existían los triples, Camisassa anotó 18 de 21 en dobles y 15 de 19 en libres. Por si no fuera suficiente, sumó 14 rebotes, también.

El argentino explicó que su juego«era de muchas penetraciones y por eso anoté con altos porcentajes. Tenía dos bases muy buenos, como Cortijo y Cadillac, que largaban rápido el balón, y así pude anotar mucho en contraataque. No sirvió de nada, porque hicimos un mal torneo». Argentina terminó séptimo, entre nueve equipos.

«En ese torneo estaban Oscar, Tato Lopez, Frazer, Triano, grandes anotadores. Es un orgullo haber alcanzado esa marca. Será un récord difícil de superar por cómo está hoy de parejo a nivel internacional. Ojalá se mantenga mucho tiempo más, al menos mientras yo viva«, deseó Camisassa