Marco Giordano, base de Regatas de Corrientes, pasó por el aire de Paso Cero, en UcU Web Radio. El rosarino habló de su cuarentena, la Selección, la próxima Liga Nacional, y el pasado, presente y futuro de su carrera como jugador.

Reviví la entrevista completa

La cuarentena en casa y el regreso a la actividad

«Cuando se suspendió la Liga nosotros estábamos en Mar del Plata, así que al día siguiente pude sacar el pasaje para venirme a Rosario y estar con mi familia».

«Es una situación difícil la que estamos pasando los jugadores. Obviamente que uno necesita entrenarse porque la mayoría vivimos de esto. Necesitamos estar bien físicamente para, como dijo Pato Tabarez, mejorar nuestros contratos. Nosotros vivimos de esto y el que no se pueda entrenar es perjudicial para cada uno. Tengo la suerte de estar en Rosario y que ya hace un tiempo se habilitaron los gimnasios y las canchas concierto protocolo, pero se que hay lugares en donde todavía no y está bueno que se escuche a los jugadores para que puedan trabajar y estar en las mejores condiciones posible cuando vuelva La Liga».

«Estaba necesitando entrenar. Es parte de mi rutina: todos los días entrenábamos, estamos 100% dedicados al básquet, y de repente quedarse encerrado las 24 horas se complica, porque uno se pone muy ansioso. La vuelta fue de a poquito, con precaución, porque obviamente entrené en casa pero no es lo mismo que un gimnasio o una cancha. Fue una transición de a poco para acostumbrar el cuerpo y poder aumentar aumentar la exigencia día a día».

«Yo siempre digo que hay cosas positivas y negativas de la cuarentena por mi parte. Lo negativo es que estaba agarrando ritmo, pero también ahora puedo prepararme de otra manera para la temporada que viene, mejorando mi físico, dejando de lado la lesión de la cadera y preparándome para agarrar un mejor ritmo del que tenía cuando volví, para no sufrir los partidos de adaptación. Cuando vuelva quiero estar al 100% con buen ritmo».

«Los primeros días fueron de mucha incertidumbre, porque estaba como que la Liga quería volver, y no. Estaban intentando pero no había nada concreto. Por eso estábamos ansiosos, porque en caso de que llegar a volver yo no tenía contacto con la pelota, mas que picar un poco en casa, pero tampoco mucho porque vivo en departamento. Pero fundamentalmente la incertidumbre si es que volvía o no, de qué manera iba a ser, y encima yo arrastraba la lesión, el tiempo afuera de las canchas, entonces iba a ser peor. Una vez que se decidió estuve más tranquilo y me enfoqué en que tenía el lapso del receso para ponerme bien físicamente y cuando vuelva la competencia estar al máximo nivel».

«Yo me estoy preparando como si mañana me toque jugar. Con una fecha establecida, aunque sin las sedes, como que te da un poco más de motivación, porque uno al principio no sabía para qué se estaba entrenando, o para cuando, pero que haya una fecha te motiva a entrenar más y plantearte ciertos objetivos».

«Empecé a darle énfasis al estudio, a leer un poco más y me decidí por arrancar a estudiar. Se me despertó la neurona de no leer y estar siempre enfocado en el básquet. Descubrí que no todo es básquet, que el básquet en algún momento se termina y me puse a investigar, a leer, a informarme y ver qué me gustaba, qué me atraía, y decidí empezar la carrera hace un mes. Estoy estudiando Marketing».

Su regreso después de la lesión, en febrero 2019

«Mi primer partido superó mis expectativas, pensé que iba a estar en un peor nivel. Pero a medida que pasaron los días se me fue complicando seguir el ritmo. Sabía que era normal y que iba a suceder, pero ahora eso lo dejé atrás, lo superé, estoy bien física y basquetbolísticamente. Ahora es un recuerdo del pasado y lo superé, estoy en otra forma. Ya estoy 100% recuperado, no siento ningún tipo de dolor».

La Selección: camada 2000, oro olímpico y la mayor

«Creo que la camada 2000 tiene mucho potencial y mucho talento. Se habló mucho de nosotros, pero para mi son mis amigos. Es una camada de buenas personas que tiene mucho compañerismo a la hora de jugar y que ojalá en un futuro nos podamos reencontrar en la selección mayor o en algún equipo».

«Fue muy bueno el logro que alcanzamos en los Juegos Olímpicos con mis compañeros y con el técnico. Durante el momento uno no es consciente de lo que se logra en un torneo o en los partidos, pero trato de darle mucho valor a la medalla y de no conformarme sólo con eso, sino que eso me motive para entrenar más y seguir mejorando y subiendo mi nivel».

«El parque estallaba, nosotros no podíamos caminar. Creo que la gente se apegó por la modalidad, que es muy entretenida, constantemente hay que atacar y defender, no hay pausas y hay un resultado rápido. No te podés equivocar. Nuestro estilo de juego atrajo a la gente y ellos se sintieron identificados con nosotros. Todos los días que nos tocaba jugar la gente explotaba el parque. Creo que lo contagiamos nosotros, y la gente nos apoyaba, lo que nos daba motivación a nosotros para rendir mejor y entrar más motivados a la cancha».

«La Selección es todo. Cuando te llaman para decirte que tenes que ir a una preselección o directamente a los 12 es lo que uno sueña de chiquito. Yo por lo menos soñé con jugar en la selección, con tener la camiseta puesta, con representar y la verdad que cada torneo que me tocó, cada partido, lo disfruté al máximo y traté de dar todo de mí. Ojalá me toque estar en alguna selección mayor, es a lo que apunto y ojalá que en un futuro se de, y seguro lo disfrute mucho».

«Siempre imagino el lograr un título con la Selección. Es el sueño máximo que tengo, y obvio que uno se compara con quien tiene adelante o con quien tiene que competir, a quien le tendría que ganar el puesto. Hoy en la base hay jugadores tremendos, con tremenda calidad y una alta calidad. Pero el sueño de cada uno es estar y si se puede ganar algo, mucho mejor todavía».

Sus vida en Corrientes y sus referentes

«Lucas Victoriano y Paolo Quinteros son dos referentes muy grandes, con una trayectoria larga y mucho recorrido, que saben mucho. Yo siempre digo que soy un privilegiado de tenerlos y disfrutarlos y compartir equipo con ellos a tan corta edad. Copiás todo de ellos, los buenos hábitos que tienen, la forma de pensar. En Paolo su forma de jugar, y en Lucas que te expresa a través de sus palabras o sus acciones, cómo tengo que hacer esto, cómo tengo que hacer lo otro. Aprendo mucho de ellos y trato de valorarlo al máximo».

«Corrientes es muy lindo, el club es perfecto. Fui con mi papá la primera vez , a él también le gustó y en seguida tomamos la decisión. Me acuerdo como si fuera ayer todo eso. Yo fui un 27 de diciembre y el 3 de enero ya estaba allá. Cuando volví el 28 de diciembre a Rosario me dijeron que lo piense, que tome una decisión tranquilo. Lo hablé con mis papás y ellos me dijeron que haga lo que yo quiera hacer. Siempre quise dedicarme a esto, desde chiquito siempre quise ser jugador profesional. A mí me encanta el básquet, así que lo dudé por el lado de dejar a mi familia, los amigos y club de barrio, pero supe que en la vida uno tiene que hacer sacrificios, y ese fue mi primer sacrificio para ser un jugador».

«Al principio fue difícil. Tenía 15 años y era medio inconsciente. No sabía lo que era vivir solo, cocinarse, ni prender un fósforo. Los primeros quince días los pasé con Pablo Favarel, uno de los motores para que vaya a Regatas, y después me fui con la selección. Esos primeros días fueron como de adaptación y él me fue explicando cómo se manejaban los chicos reclutados. Una vez que volví del viaje me fui a vivir con mis nuevos compañeros y ahí ya nació una relación con los que ahora son mis amigos, y a partir de ahí fui aprendiendo a vivir solo, manejarme solo y madurar».

«Apenas llegué siempre veía los entrenamientos de la Liga. Me obsesionaba con los jugadores, ver qué hacían ellos, qué hábitos tenían para jugar a ese nivel. No me perdía ninguna práctica. El tema de madurar es que uno ya tiene que decidir si quiere ser profesional o no, y que hay ciertas cosas que uno tiene que dejar de lado: cuidarse con las comidas, descansar de manera correcta para entrenar bien al día siguiente. Son cosas que marca la diferencia y que cuando uno es chico quizás no lo entiende, pero te vas dando cuenta que es muy importante».

«Aprendí a cocinar, qué comer y cómo alimentarme. Me gusta mucho comer carne, ensaladas y también me gusta mucho hacerme tortillas de papa o de acelga. Son cosas básicas, pero me gustan mucho a mí».

La Liga que se viene y… ¿Pudo irse a Europa?

«Creo que se viene una liga con muchos jugadores nuevos, con varios juveniles que van a tener la oportunidad de mostrarse y ver si están en el nivel para jugar la Liga. Lo que yo aspiro es demostrar que estoy bien físicamente, que me recuperé bien de la lesión, que estoy en buen ritmo y nivel para afrontar una temporada entera sin dolores».

«Mi representante estuvo en pleno contacto con algunos equipos de Europa, pero con la operación y al volver y no completar la temporada se complicó esa comunicación y el acuerdo que había de palabra, por lo que no se pudo finalizar. Por eso quiero que vuelva la Liga para demostrar que puedo jugar y demostrar un gran nivel».

«El hecho de que se vayan jugadores de mucha calidad a otras ligas es probable que el nivel baje, pero eso no significa que se nos va a hacer más fácil a los que venimos jugando de otras Ligas anteriores. No va a ser para desmerecer nada, sino que va a ser muy competitiva como siempre».