En la tarde del jueves se hizo oficial por parte de la oficina de Relaciones Públicas de los New York Knicks, que Luca Vildoza era el nuevo jugador de la histórica franquicia de la NBA. Por eso (y por mucho más) hablamos con el ex jugador del Baskonia, para conocer sus sensaciones tras esta noticia. Además, nos contó sobre su salida del equipo, las ganas de llegar a New York y las expectativas a futuro. Mirá la nota completa:

«No festejé, estaba en shock, estaba feliz pero quería llorar y me puse el último tema, rezando solo, ahí lloré triste y feliz al mismo tiempo, tenia una mezcla de sensaciones. Lo escucho todo el día con mi viejo, que me impuso esa costumbre. La felicidad que tengo hoy en día es algo que me sobresale.

En este momento no caes de lo que estoy logrando, se ve que mi familia está contenta, llegan millones de mensajes, que no puedo responder a todos. sin dudas es el logro de toda mi familia, no solo mis padres, tengo millones de personas en Argentina, mi familia de Tucumán, creo que hasta no estar allá y ver lo imponente y lo que significa llegar a la NBA no voy a caer. Estoy con las ansias y la incógnita de no saber cómo voy a reaccionar.

Creo que voy a encontrar otro mundo, hablo mucho con Facu y el me dice que voy a disfrutar mucho, que es todo diferente a como se vive en Europa. Los Knicks me van a dar el tiempo de adaptarme a la liga, sabiendo que es completamente diferente a lo que suele ser acá, lo que más me intriga es saber que paso de una ciudad muy pequeña a una de las mejores ciudades del mundo, y es algo muy imponente.

Voy a intentar conocer lo más que pueda, sabiendo que es enorme, pero voy a intentar no perderme ni un espectáculo, sabiendo que nunca tuve la oportunidad de vivir uno de cerca, lo máximo que viví fue un recital de los piojos en el Polideportivo, así que espero poder asistir a esas cosas.

No hablé con respecto a mi participación. Cuando hablé me dieron la bienvenida, me dijeron que estaban contentos de tenerme, obviamente llego en un momento difícil para dar los primeros pasos, pero bueno, estaré con el equipo, viajaré y si se da la oportunidad voy a jugar, pero va a ser difícil compartir capo con los jugadores de hoy en día. Voy a vivir el sueño de muchos, somos 15 los que pisaron la NBA y ser uno de ellos se siente especial.

Hablo mucho con Facundo, porque me intriga, estaba ansioso y necesitaba alguien que lo esté viviendo de adentro, él me dio la tranquilidad de saber que confía en mí, me dijo que voy a estar muy bien, y que la línea de triples está muy lejos, así que me tengo que poner a practicar. Hasta que no esté en ese campo no me voy a dar cuenta de la magnitud.

Estoy bien, antes de oficializar esto con los Knicks estuve entrenando con el equipo, volviendo a la normalidad, y me siento bien. Ahora por cuestión de contrato no puedo entrenar con el equipo, pero me hubiera gustado seguir con ellos y llegar un poco más en ritmo, ahora tengo pocos días para hacer las pruebas médicas antes de volver y allá tendré que hacer una cuarentena, donde no podré entrenar demasiado y se va a hacer jodido. Pero estoy bien, el pie está bien, necesitaba un poco de reposo, en una liga tan exigente como esta no podés darte el lujo de estar parado un mes entero. Hoy en día estoy bien físicamente.

Llegó la oportunidad sabiendo que los Knicks tenían un hueco en el equipo y yo creo que podía dar el salto porque me sentía bien físicamente y basquetbolísticamente me sentía uno de los pilares del equipo, eso no es poca cosa, uno de los más grandes de Europa, tenía en mente que de chico cuando estaba en Argentina pensaba en jugar la Euroliga, pero este año hice el click, di vuelta la cabeza, y pensé por qué no podía jugar la NBA, habiendo jugadores con los que me puedo enfrentar tranquilamente. Este año me propuse mejorar mucho y creo que física y basquetbolísticamente di un paso y dije «es ahora o nunca», el tren pasa una vez, quizás si no aceptaba no volvía pasar. Y lo quería aprovechar porque es un nuevo desafío.

Facundo está en otro nivel, El dominaba Europa, yo no llegué a eso, yo me sentía uno de los líderes del Baskonia, y me sentía responsable, llevaba cuatro años y estaba en los minutos importantes, me sentía muy cómodo acá y sentía que tenía que dar un cambio en mi vida, y los Knicks ofrecieron el contrato y di el paso. Ahora puedo decirlo.

Baskonia me dejó de todo. Acá llegue con 90 kilos y me voy con 78 y con mucha ropa. Tuve un cambio físico importante, uno mental también. Tuve cuatro entrenadores, y todos me dejaron su huella, me hicieron crecer como jugador, como persona, estuve mucho tiempo viviendo solo cuando venía de ser hijo único, estando lejos de mi familia y amigos; ahora llevo dos años sin ir a Argentina y extraño, pero estoy bien. Lo único que tengo son palabras de agradecimiento para el club, porque traer un chico de Quilmes, que no éramos nadie, no salíamos campeones, no competíamos mucho, éramos un club pequeño que tiene su historia, pero luchábamos para estar arriba, y me hicieron dar la cara en Europa, el apoyo desde el primer día fue impresionante.

No voy a mentir, estoy muy contento, la verdad que es diferente cuando te los dicen otros a cuando lo piensa uno. Pienso que estas notas me iban a venir bien para el ego, que otros te hagan dar cuenta donde estás te hacen disfrutar del lugar que uno se ganó.

Estoy muy nervioso por conocer a Derrick Rose, sabrán que mi inglés no es el mejor, estoy ansioso por la primera impresión que pueda dar, porque dudo que sepan quién soy, pero Derrick fue el mvp mas joven de la liga, fue mi ídolo durante mucho tiempo y pensar que voy a compartir equipo con él es un sueño.

Ya tengo decidido el número, es el 17. Saben que soy fanático de mi perro, su cumpleaños es el 17, y cuando era chico con un amigo teníamos un número de la suerte, que también era el 17, así que a mi me gusta mucho, y voy a usarlo. Ahora no viene conmigo Sam, mis padres están viviendo en Vitoria, son un Vitoriano más, así que se quedan con ellos, sabiendo que voy un mes y medio o dos y cuando vuelva me lo voy a llevar porque no aguanto mucho sin él.

Prigioni me mandó un mensaje felicitándome, que cualquier cosa que necesite él va a estar ahí, habiendo jugado ahí conoce mucho. Agradezco todo el apoyo que tenga, y sobre todo de un crack como Pablo, con toda su historia. Recibir un mensaje que diga «Soy Pablo Prigioni» es un montón.

Me incomodo con los halagos, Fabián me conoce, sabe que soy bastante tímido. Ahora doy notas y me mantengo tranquilo, pero no soy de aceptar mucho los halagos, soy bastante autocrítico, lo que dicen lo tiro para el lado contrario. Solo acepto elogios de las personas que están cerca, pero siempre es bueno escuchar que la gente dice cosas buenas de uno.

No tengo ni idea cuando viajo. El lunes tengo reconocimiento médico en Bilbao, y supongo que me estaré yendo los días siguientes. Las maletas ya están hechas.»