En diciembre de 1891, James Naismith creó este maravilloso juego que más de 120 años después es uno de los deportes más apasionantes que hay sobre el planeta tierra. Y como todos, para aclarar ciertas discrepancias en los inicios, creó las reglas del básquet que lo acompañaron a todos los lados que fue a enseñar su invento.



Las 13 reglas originales del basket-ball (como había sido denominado desde un principio), fueron escritas a máquina por el propio profesor de educación física de la YMCA de Springfield, Massachussets, en dos hojas de papel. A lo largo de esos años en dicha ciudad enseñó a jugar a los jóvenes para que pudieran practicar otra actividad cuando no podían salir al aire libre por las inclemencias del clima.

En 1898, Naismith se mudó a Lawrence, Kansas, donde en la universidad de dicho sitio también llevó al básquet como su gran invento y el cual lo enseñaría a los estudiantes para poder inculcarles una nueva pasión. Y claramente mal no lo hizo en la institución, porque años más tarde una de las residencias para estudiantes lleva su nombre, una calle interna del campus también y el parquet del Allen FiedlHouse, en lugar de decir «Kansas», dice «James Naismith».



En el 2010, el nieto de Naismith debió poner a la venta esas dos hojas debido a que la fundación iniciada en nombre de James estaba en bancarrota. Es por esto que, cuando se cedió para hacer una subasta, Josh Swade, un ex estudiante de la KU (Kansas University) inició un ambicioso proyecto para recaudar fondos con el fin de poder comprar las reglas originales del básquet.

Se reunió con infinidad de gente, entre multimillonarios radicados en Kansas y ex estudiantes como él con un buen pasar económico. Les presentó el proyecto y algunos dieron su aprobación. De esta manera, una vez llegada la fecha de la subasta el 10 de diciembre en New York, iniciaron la puja que comenzó con una base de 1,3 millones de dólares y alcanzó los 4,338 millones (récord mundial para la venta de memorabilia deportiva). Con un final feliz, el proyecto de Swade y David Booth logró comprar los papeles originales de Naismith.



Sin embargo eso no quedó ahí, porque en abril de 2016 en Kansas se inauguró el DeBruce Center, una suerte de museo de la universidad en la que se encuentra la historia de Naismith y obviamente el documento histórico. Detrás de un vidrio especial, se pueden apreciar las dos hojas redactadas por el mismísimo James y están a la vista de quien quiera (y pueda) acercarse al lugar para poder ver un pedazo de historia grande del deporte de la naranja.

Recordá este «Momentutzky» de la mano de Pablo Borsu en uno de los especiales de «El Altillo» en The Basketball Place:



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