Después de una pobre primera mitad, el equipo de la ciudad mejoró y superó a Peñarol, por 84 a 83. Esperar hasta el 10 de noviembre con una producción como la que tuvo en la primera mitad se le hubiera hecho larguísimo a Bahía Basket. Ahora, después de lo que sucedió posteriormente y con el final que concretó, el cierre del Súper 20 fue de película y con un rival como Peñarol que por un tiempo se preguntará cómo perdió, 84 a 83, desperdiciando los 25 de luz.

En el primer cuarto se vio la debilidad defensiva del local, permitiendo lanzamientos cortos y no pudiendo evitar los rompimientos al cesto. La visita completó 11-19 en tiros de campo, con 10 puntos de Tabárez (100%) y 6 del puertorriqueño Belardo.

Defensivamente el equipo tuvo deficiencias cuando le tiraron a distancia y, también, en las situaciones que lo atacaron. Y esto no pudo disimularlo, porque adelante hizo 3-11 en triples, no buscó el rebote pero, lo más preocupante, que también perdió en el retroceso.

Así terminó con la máxima al cabo del primer cuarto: 31-13. La misma rápidamente se amplió, con un Tabarez que se dio todos los gustos y supo aprovechar la ventaja en el 1×1.

Un equipo inexpresivo, sin respuestas de juego ni anímicas vio cómo los marplatenses se escapaban y ampliaban la diferencia, que llegó a ser de ¡25! promediando el segundo cuarto, recibiendo 45 puntos en 15 minutos.

Un par de triples sirvieron para maquillar una pobre producción en la que hasta los libres fallaron (3-7), antes del descanso largo: 49-31. Peñarol insistió con el juego interior y Thomas sacó ventajas.

No obstante, Paulichi se raspó, Caio le dio más frescura, Martin tiró y tiró, cambiando un poco el ritmo y descontando a 12: 55-43.

Bahía destapó el aro, entraron tres triples consecutivos y se puso a 10. Y ahí Peñarol se trabó, perdió fluidez y confianza adelante. Todo lo contrario al local, que tuvo más actividad en la primera línea defensiva y Levy se encargó a Thomas.

A partir de ahí surgieron los recuperos y las corridas. Bahía volvió a las fuentes, estampando un parcial de 22-8 (53-59), para terminar 13 abajo el tercer cuarto, el cual ganó 24-19.

Bahía en el inicio del último buscó más lanzamientos cercanos, cortando la línea de tiro de tres como única opción.

Enfrente, Peñarol insistió un poco más con Thomas, que pasó a ser su referente.

En ese ida y vuelta que se transformó el partido, se pareció a un juego más natural, con descargas y dentro de la dinámica, la pelota viajando de afuera hacia adentro con más continuidad.

Aunque le costó seguir descontando, ante un rival que siguió apoyándose en Thomas.

La defensa extendida, Bahía la acompañó con recuperos, abriendo la cancha y corriendo: 75-81, a falta de 2m08.

Y ahí se quebró el juego. Porque Bahía se agrandó, comprimió a cada uno que agarró la pelota y salió disparado.

Dos pérdidas (Vaulet y Tabárez), el local las respondió con triple de Tolosa y rompimiento de Lynch.

Y, para colmo, a la siguiente Thomas le cometió falta ofensiva a Levy y salió por 5.

Enfrente, Tolosa se escurrió entre la defensa y anotó una bandeja, pasando al frente 82 a 81, con 23 segundos.

Tabárez respondió con un doble (82-83) y en la salida, Lynch se equivocó con el tiempo que restaba, pasó mitad de cancha y la tiró restando 8.

En la lucha por recuperar lo perdido se tiró de cabeza y recibió falta.

Fue a la línea, hizo 2 de 2 (84-83) y Peñarol, con 3 segundos, apostó al costa a costa de Tabárez, quien increíblemente llegó a depositar la bandeja -el reloj se encendió, se detuvo en pleno contraataque y se volvió a parar-, no obstante la erró y se terminó tras el rebote.

Final feliz del Súper 20 para Bahía Basket.

Estadísticas del juego

Nota: La Nueva
Foto: LNB