El mejor tirador de todos los tiempos finalmente alcanzó y superó la cifra de 2973 triples convertidos en temporada regular y, en una noche a la que no se le podían pedir más detalles, Stephen Curry tras anotar su segundo lanzamiento de larga distancia desató la fiesta en el Madison Square Garden.
Sí, la fiesta en el MSG, porque a pesar de jugar en condición de visitantes, estaba todo dado para que los espectadores pudieran presenciar un hecho histórico y así lo entendieron. Con los Warriors dos puntos abajo al inicio del juego, Steph salió a recibir el pase de Wiggins y, como lo había hecho unas 2973 veces antes, soltó el brazo derecho y la pelota fue por un tubo imaginario hacia el aro sin tocar nada más que la red, como a él le gusta.
El público se puso de pie. Absolutamente todos en el Madison iniciaron una ovación hacia el 30 de azul, que en ese preciso instante se convirtió en el máximo anotador de triples en temporada regular. Curioso, porque ya lo era en el general de la liga contando playoffs, pero los récords más destacados son en esa primera parte del año basquetbolístico. Su padre Dell, Ray Allen, Reggie Miller, Spike Lee al borde de la cancha, nadie si quiso perder ese suceso, el más importante de la temporada.
Con el récord en el aire, el partido pasó a un segundo plano por el resto de la noche. Si bien no fue la mejor de las presentaciones para ambos, finalmente fue Golden State el que se terminó quedando con la victoria. Luego de eso, empezó la recorrida de Steph para hablar del nuevo récord. Y como no podía ser de otra manera, con quienes había estado hablando minutos antes de empezar el partido también lo hizo al final, dos hombres que también supieron lo que fue ser el mejor tirador de la historia: Miller y Allen.
Una gran noche en la historia grande de la mejor liga del universo, que será difícil de olvidar para todos los fanáticos. Repasá lo mejor de otra gran actuación del 30 de los Warriors, en la que terminó con cinco triples, aunque los tres últimos estuvieron de más:
