Todo empieza con la experiencia de la locura. No es evidente la condición, nunca lo fue. Al menos así lo argumenta Michel Foucault. ¿Qué se entiende por ese concepto en otras épocas? ¿Cuál es la racionalidad que subyace a las instituciones? ¿Por qué detrás de todo eso hay voluntad de poder? 

Ese poder es descentralizado, está presente en todas las culturas, en todas las instituciones. La NBA consecuentemente se encuentra englobada, como el resto, en la cuestión. Más precisamente Denver Nuggets y Facundo Campazzo, que ayer disiparon sus chances de seguir en los playoffs y terminaron su temporada luchando con el último respiro. 

¿Fue esta la última campaña del argentino en la mejor liga del mundo? ¿Verdaderamente tiene chances de regresar en la 2022/23? ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Tiene pretendientes? ¿Cómo rindió en este lapso? ¿Cuál es el estado de su contrato? ¿Y las alternativas? 

Muchas preguntas, incesantes tal vez. Será el estado del arte de los próximos meses. Mientras tanto, es momento de evaluar cuáles fueron sus puntos débiles esta temporada, qué es lo que hizo mal y, por supuesto, en qué estuvo bien. 

Sus minutos decayeron considerablemente, pasando de 21,9 en la regular anterior a 18,2 en la 2021/22, y esto impactó en su rendimiento global. Pero, como todos recordarán, Facundo empezó el periodo siendo parte considerable de la rotación de los Nuggets, volviendo a la suplencia luego de ser titular en nueve de los diez partidos de los playoffs pasados, y la experiencia no fue para nada buena.

La última afirmación del párrafo anterior conlleva un análisis del contexto, en un equipo y un entrenador de corte ofensivos que desde el arranque de este proceso priorizaron el rendimiento adelante y dependieron del nivel de algunos de sus jugadores para mantenerse atrás.

Denver fue el mejor ataque de la temporada regular si se tiene en cuenta el rating ofensivo (puntos anotados cada cien posesiones), con 114,5, y solo 12 franquicias intentaron más triples (35,9). Esto refuerza el enunciado previo, y demuestra que la pérdida de protagonismo de Campazzo llegó por su baja eficiencia exterior. 

¿Por qué tiró tan mal? 

La primera cosa que hay que destacar es que el encuadre de sus pies continúa siendo el mismo de siempre en la mayoría de las situaciones. Las dos piernas mirando al aro, una leve flexión para tomar impulso y la muñeca estirada sin ser quebrada, como dicta el manual. Lamentablemente, algo que se puede detectar es que pega un leve salto hacia adelante que quizás se traduzca en la parábola final. 

Como se ve en esta acción ante los Grizzlies, Campazzo lee de forma excelente que le pasan por atrás y le dan el tiro. Después toma el lanzamiento desde el eje pero al irse para adelante la parábola adquiere mucha más fuerza que si tuviera un salto plenamente vertical. 

Lo mismo en esta jugada contra los Hornets, ahora tras la recepción y no como portador de balón en el pick and roll. Además, la mutación en su mecánica se puede ver en sus pies, con el izquierdo enfrentando casi la línea de fondo y el derecho el aro. Al irse para adelante le da más fuerza al tiro y la parábola baja en vez de subir (por el contrario, cuando se eleva favorece y amplía el ángulo de ingreso al cilindro). 

Lo contrario ocurrió en su gran juego ante los Bulls el 19 de noviembre de 2021, cuando solo falló uno de sus cinco intentos de tres. La alteración de la mecánica también se ve acá. Miren cómo encuadra sus dos pies de cara al aro, sin tirarse para adelante al lanzar. Suave como la seda. Ese podría ser el norte para Campazzo. 

Estas variaciones afectan sus porcentajes en una liga que vive de ellas y toma muchas de sus decisiones fundamentales basándose en cuán buenas o malas son. 25,0% en triples en octubre, 40,9% en noviembre (su mejor mes), 31,6% en diciembre, 22,9% en enero, 33,3% en febrero, 0/7 en marzo, 25,0% en abril y 0/2 en los últimos playoffs. Su lanzamiento tuvo más subidas y bajadas que una calle de tierra. 

A su favor, aunque también en su contra, está el factor de los triples detrás de la mitad de cancha. Falló sus diez tiros de tres de más de 12 metros y, como hace la mayoría de los jugadores de la NBA para que estos no afecten sus porcentajes, podría comenzar a acostumbrarse a no tomarlos. 

Aún así, la mirada esperanzadora es que su mecánica puede llegar a ser muy buena cuando adquiere ritmo de entrada y, según un estudio estadístico sobre su progresión histórica como tirador, Campazzo siempre comenzó a ser una amenaza en el apartado a partir de su tercera temporada en cada liga, tanto en la argentina como en la ACB y la Euroliga. Merece una chance más, no hay debate.

Puntos de encuentro

Por otro lado, logró adaptarse rápidamente en la pintura, anotando con su velocidad y absorbiendo los contactos de jugadores mucho más grandes. De hecho, convirtió más de la mitad de sus lanzamientos en el área restringida (35/60) con un sólido 58,3% que continuará mejorando si le dan minutos otra vez. 

Su jugada insignia fue el finger-roll, un fundamento que significa una bandeja normal, pero con los dedos despegándose y estirándose a medida que la pelota va deslizándose de la mano. Solo malogró nueve de sus 25 intentos (64,0%). Sí, solo nueve. 

Lo mismo al anotar en la media distancia, donde mantuvo un correcto 40,0% que llegó a través de cuatro lanzamientos convertidos y seis fallados. Esa zona está volviendo a ser moneda corriente en la NBA y es una buena alternativa para favorecer espacios para atacar el aro después. 

https://www.youtube.com/watch?v=ApNZpwIbJGQ

¿Lo malo en este sentido? Todavía está adaptándose a lanzar flotadoras entre la línea de tiros libres y la zona restringida, en esa isla pública que la mayoría de los guardias explota hasta el hartazgo. Apenas convirtió diez de sus 33 lanzamientos (33,3%) en ese lugar y ojalá en la temporada baja pueda trabajar para mejorar esa efectividad. 

Volviendo a lo bueno, otra situación que dominó Campazzo fue la organización. A pesar de que estuvo en el peor tramo de la segunda unidad de los Nuggets, sin DeMarcus Cousins ni Bryn Forbes, y con Bones Hyland recién adaptándose a la NBA, se despidió de la regular 2021/22 siendo el cuarto mejor asistidor de la franquicia (3,4) y el tercero de promedio más alto en asistencias potenciales (6,6), que indican todas las oportunidades que otorgó un jugador a sus compañeros con solo un pase posterior a la recepción y anterior al lanzamiento. 

La defensa confiable de siempre

Facundo Campazzo marcó a 354 jugadores en la temporada regular 2021/22 y durante el 77,7% de ese tiempo defendió guardias, 19,0% alas y 3,3% centros. Solo los últimos mantuvieron un porcentaje superior al 50% de campo contra él (68,8% en 11/16 intentos). Ni los primeros (41,2%) ni los segundos (43,0%) se sintieron cómodos ante su presencia y estos guarismos lo reflejan.

Junto con ello, aprendió cómo presionar sin cometer faltas en exceso y su promedio de faltas decreció con respecto a la campaña anterior, pasando de 2,0 en la 2020/21 a 1,9 en la 2021/22. Asfixiar sin poner en evidencia a Denver, clave en el progreso del cordobés en el costado defensivo. Clave.

Lo mismo a la hora de provocar desvíos. Sin tener una envergadura importante, Campazzo tiene unas habilidades psicomotrices de excelencia, velocidad de pies excelsa y una lectura de juego excepcional para anticiparse a todo lo que pasa en la cancha. Puede estar en muchos lugares a la vez, todos lo saben.

https://www.youtube.com/watch?v=qmcy-eVHhyE

Tal es así que si se analizan los desvíos provocados cada 36 minutos entre los jugadores que disputaron al menos 30 partidos esta temporada, solo 13 mantuvieron un promedio superior al de Campazzo (3,9). Dicho sea de paso, fue el mejor de Denver en ese apartado, bajo esos filtros. 

El futuro

Cuando los Warriors eliminaron anoche a los Nuggets (4-1) el contrato de dos temporadas de Campazzo se finiquitó y goza de libertad total para decidir cuál será su próximo equipo. 

Chicago Bulls, Brooklyn Nets, ¿Real Madrid? Ya llegará el momento de evaluar cuáles podrían ser sus potenciales equipos en la NBA y Europa. Ahora es tiempo de entender a qué tipo de acuerdo tiene chances de aspirar el cordobés. 

El mejor ejemplo para analizarlo es el caso reciente de Goran Dragic. Los Nets firmaron al esloveno gracias a un contrato mínimo (728.742 dólares) hasta el final de esta temporada y su acuerdo finalizó una vez que terminó la participación de la franquicia en los playoffs.

Otra posibilidad más realista podría ser similar a la de Luca Vildoza con los Bucks. El argentino firmó un contrato no garantizado por dos temporadas con Milwaukee y, valga la redundancia, ese negociado es igual al que tuvo Gabriel Deck con Oklahoma City Thunder. 

De ser así, el cordobés podría llegar a jugar la Liga de Verano con su nuevo equipo para ganar ritmo, o intentar mostrarse durante la temporada regular hasta que le garanticen el acuerdo. 

Todo por venir

Pausa obligada, Facundo tendrá mucho por ver y decidir en los próximos meses. Su futuro está en juego y en este lado del mundo nadie duda de su talento y capacidad para adaptarse a los cambios. 

En todos los otoños las hojas de los árboles se caen y luego florecen de nuevo. Ya llegará la primavera y tu mejor momento allí espera. Siempre plantaste bandera, nunca fuiste para afuera. Tranquilo, la vida tiene memoria y la verdad jamás exagera. 

Siempre a tu lado Campazzo.

Nota: Ignacio Miranda | Twitter: @nachomiranda14

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