Juan Antonio Abdala estuvo en UcU Web Radio dentro del programa 3X3 para contar su fuerte historia de vida, vinculada al básquet y a la adicción a las drogas. El «Turco» dejó un gran mensaje hablando sin filtros, recorriendo su libro «Crónicas de lo No Dicho», pasando por todas las etapas.

El ex jugador de Argentino recordó su época de ídolo en «Las Morochas», sus días en la oscuridad y el momento de la recuperación.

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Algunas frases de la nota:

«De pibe tenía un sueño, que era jugar al básquet en mi club, Argentino de Junín, donde se conocieron mis padres. Mi familia siempre estuvo involucrada ahí, y era lo que más deseaba.»

«Hay que naturalizar las cosas para poder cambiarlas. Si seguimos callando, haciendo de cuenta que no pasa nada, no podemos mejorar.»

«Las alianzas que uno hacen con el hijo adicto no le ayudan a nadie. La sobre protección de los padres logra que los mismos sean cómplices de lo que pasa…Aprender a decir que NO es lo primero que tenemos que enseñarle a los hijos.»

«No me da miedo ni vergüenza hablar de esto, no podemos seguir callando, alguien tenía que hablar. Recibo mensajes pidiéndome ayuda, hay gente que la está pasando muy mal, que se está muriendo».

«Yo no tenía límites, no sabía decir que no, era inmaduro, no tenía información, era débil. Mis viejos amparados por la ignorancia de la calle, son todos factores por los que me pasó lo que me pasó. Mi vieja ocultó la realidad y no le contó a mi viejo, eso no ayudó. Hay que destapar el problema, mostrarlo no esconderlo.»

«Del 2007 al 2012 fui en caída libre. Mis últimos dos años fueron muy tristes porque ya consumía hasta en la facultad, entrenaba con sustancias encima, no podía ver a mis compañeros a la cara. Llegó un momento que le dije al entrenador que me bancara, que terminaba el torneo y me iba a internar.»

«Había muchos momentos en los que ya no quería vivir. Le pedía a mi viejo ya fallecido que me venga a buscar. No la pasé bien, me preguntaba como podía hacerle eso a mi familia.»

«Yo quiero dejar de minimizar todo lo que pasó. Si yo puedo lograr que los pibes que me escuchan tengan una herramienta que les enseñe a decir que no y ponerse límites, estoy satisfecho.»

«Hay un momento en el que ya no podés más. Hay veces en las que es necesario tocar fondo para poder subir. Pero es bueno saber que no se puede hacer solo, necesitas la ayuda de alguien.»

«Lo que más me duele es el tiempo perdido, de no poder disfrutar la vida, de no haber podido disfrutar a mi viejo.»