Uno Contra Uno viajó a la ciudad de Nono, en la provincia de Córdoba, para hablar con Diego Osella, histórico jugador de Atenas, con 6 títulos en la Liga Nacional, y de la Selección Argentina, con paso por el básquet europeo (España e Italia), que entre otros logros, fue campeón de los Juegos Panamericanos 1995 en Mar del Plata y del Torneo Sudamericano 2001 en Valdivia, Chile.

Además, fue MVP de las finales de La Liga Nacional en la temporada 98/99 y Olimpia de Plata en el 95. Hoy es dueño, junto a su mujer, del Complejo ‘Rumi Bola’.  Reviví la nota completa:

«El básquet me dio muchas oportunidades, como la de tener una buena carrera y de hacer lo que me gustaba, de formar mí familia y tener muchos amigos. Me dio la oportunidad de formar un equipo tan importante como el de Atenas«, expresó el pivot.

«En 1988 llegué a Atenas y en el 90 estaba jugando con la Selección un Mundial. No creía que en tan poco tiempo iba a poder estar jugando con el equipo nacional«, manifestó

«Casi el 90 por ciento de mi carrera estuve en Atenas y por eso forma gran parte de mí vida. Los jugadores podían cambiar, pero yo siempre estuve y ver el reconocimiento de todos, cuando me retire, fue muy importante«. 

«Fue duro retirarme en Atenas, pero sabía que me quedaba un poco más para dar. Lo pensé bastante. Leandro Palladino me ayudó mucho en la decisión. Me retiré en paz, terminé bien». 

«Rubén Magnano (quien fue entrenador de Osella en Atenas) tenía mucha humildad como entrenador, trataba a un juvenil como a cualquier jugador».

Sobre su presente:  

«Ser técnico no es para cualquiera, no sé si hubiera soportado con mi familia los viajes y estar tanto tiempo afuera. Por eso quise hacer otro cambio de vida y fuera del básquet«, afirmó el cordobés.

«Con mi mujer construimos cabañas en Nono, que hoy son el Complejo ‘Rumi Bola’, y ahora nos dedicamos a esto. Todo lo hacemos nosotros. Mi señora a las 6 de la mañana se levanta a hacer los desayunos. Yo trato de especializarme en electricista, plomero«. 

«Mucha gente se acuerda de mi carrera, sobre todo en Atenas. La gente me pregunta ‘¿sos vos?’. Está bueno que se acuerden, aunque muchas veces me confunden con Oberto«. 

Fotos: Uno Contra Uno