En un nuevo programa de Minuto para las Pibas Lucía Romero, Federico Toral e Ivana Verbanaz se comunicaron con María Alejandra Fernandez, jugadora que se destacó a comienzos de siglo por jugar en clubes como Velez, Platense y Obras, además de ser una pieza clave en la gran selección que cosecho medallas, presencias y que consiguió el mejor puesto de argentina en mundiales: el noveno lugar de Brasil 2006.

La jugadora habló sobre su carrera, comparó el presente y el pasado del básquet nacional, además de recordar a grandes compañeras y realizar un análisis critico de la situación que pasa la selección nacional desde el acontecimiento de las camisetas en Lima 2019. Reviví la nota completa en el canal de YouTube del programa y a continuación te dejamos las declaraciones más destacadas de la entrevista. 

Comenzó la nota hablando sobre sus comienzos en el deporte, sus primeros torneos locales y con la selección, a su vez recordó como eran los funcionamientos de la CABB en aquella época:

«Yo soy de Castaña de Santa Fe, que es un pueblo que está a unos 50km de Rosario, en Campaña de Carcaraña empecé, pensa que el básquet femenino cuando yo le dije a mi mamá me miró con una cara como diciendo ‘eso es de hombres’, así que nada empecé ahí y en cadetas me vinieron a buscar de Provincial de Rosario. Siendo cadeta ya jugaba en juveniles, debute en la primera, jugábamos Liga Nacional, ganamos Liga Nacional con el Provincial de Rosario y a los 15 me citan a la primer pre-selección de cadetas de argentina. Y después Eduardo Pinto, cuando yo ya tenía 17, que ya entrenábamos con mayores, a el le daban la oportunidad de traer jugadoras del interior que vivíamos en el Cenard y ahí me vengo y voy a jugar a Sunderland.»

«La primer pre-selección que hacen de cadetas, hoy es U15-U16, se hacía por provincias de la cantidad de jugadoras que había. Mi primer pre-selección fue en el año 91, que se hizo en Rosario, entonces iban jugadoras de Entre Ríos, Rosario, Córdoba, que eran las más cercanas, en ese momento éramos 80 jugadoras, de esas quedamos 50 que pasamos a Buenos Aires, y acá imagínate que eramos otras 80 jugadoras, entonces era una cantidad de jugadoras y por puesto tenias para elegir de lo que quieras. Lo que yo veo que hoy prácticamente necesitas un pivot y tenes 5 y que no se te lesione ninguno porque no hay más. También noto que en el interior cada vez cuesta más que las jugadoras sigan jugando porque llega una época que tienen que decidir entre jugar, estudiar, trabajar y no pueden dedicarse al básquet porque no les genera, no les reditúa.» 

«A mi nunca nadie me obligo a venirme, es más mi mamá por años me decía que me vuelva, entonces yo siempre decía que yo tome esa decisión de estar acá. No me gustan las comparaciones, pero vos pensa que cuando nosotras vivíamos en el cenard vivíamos seis jugadoras en una habitación cada una se lavaba su ropa, íbamos a entrenar una llevaba el bolson de pelotas, la otra los bidones de agua, de más está decir que no cobrábamos un centavo, entonces yo creo que hoy a mejorado mucho pero quizá la jugadora no tiene ese sentido de pertenencia y sacrificio de decir ‘bueno esto me costó llegar’ o ‘me costó un sacrificio enorme’, pero bueno no es que la estoy culpando a la jugadora pero bueno esa es la diferencia que yo noto hoy, calculo que pasa en todos los deportes y en esta generación de jóvenes. Al llegar hoy, la jugadora de hoy tiene su beca, su obra social, imagínate nosotras no teníamos nada, no teníamos utilero. Entonces bueno, siempre digo, se mejoró para mejor algunas cosas y otras cosas siento que han retrocedido. Como el nivel, para mi el nivel hoy del básquet femenino es muy bajo.»

«Antes se concentraba muchísimo, como había muchas jugadoras en el interior cada vez que se hacía la concentración quizá estabas una semana 14 días, la concentración que más estuvimos fueron tres meses cuando nos preparamos para los juegos panamericanos de mar del plata que después argentina no participó. Pero la parte física era muy dura y bueno yo después en los años 2000 me empecé a entrenar yo misma por mi cuenta con un preparador físico, después ya se sumaron y ya eramos unas 6 o 7 jugadoras, entonces como que siempre estamos en continuo entrenamiento. Que siempre digo que eso me dio la posibilidad de jugar hasta los 35 años.»

Al profundizar sobre la situación actual del básquet femenino, en todo el país comentó:

«A nivel dirigencias sabemos que nunca existimos, el básquet femenino nunca existió para el nivel dirigencial. Siempre argentina tuvo que llevar al femenino porque sino tenía que pagar multa o suspendían al masculino y demás. Ese tema creo que va ser por los siglos de los siglos. Debo reconocer que gran parte de las jugadoras que estuvimos, siempre nos habíamos plantado ante los dirigentes, siempre tratando de buscar una solución para estar un poco mejor. Pero bueno que por un lado siempre decimos que el profesionalismo y que el básquet femenino tiene que crecer, pero nunca estamos yendo por el mismo camino.» 

«La jugadora de argentina vamos a ser sinceros, no es profesional en el sentido del dinero, porque no está a la misma altura que el masculino. No quiero que esté a la misma altura del masculino porque es imposible, entiendo todo lo que viene detrás. Siento siempre que el femenino está relegado por más que quieran decir que nos dan un lugar, que el femenino esta y demás, siempre para mi es para la foto y no van de la mano.» 

Como referente del básquet femenino, se refirió a la situación de las camisetas que vivió la selección mayor en agosto del año pasado durante los Juegos Olímpicos de Lima. La ex jugadora y ex jefa de equipo de la CABB comentó:

«Quedó demostrado que no le dan el lugar, ¿por qué? porque si vos tenes, y esto no es por nombres propios sino quiero que entiendan la situación, tenes un equipo que a mi parecer estaba para ganar medalla, ese equipo, te entrenaste, las pibas estaban ahí, se entrenaron, tenían la cabeza puesta en eso todo, vos no podes errarle en las tonterías diarias digamos, en que si una persona estaba en tal lugar de ahí se viene para acá para estar, no, no vos tenes que mandar a es equipo con lo mejor que tengas a nivel dirigencial, porque sino nos pasan estas cosas. Y lo estoy hablando con conocimiento de causa porque yo fui jefa de equipo, de inferiores y de primera porque fui al mundial. Entonces, vos cuando vas todos sabemos que te dan en el congrecillo una planilla en donde dice: el nombre de Argentina, con quien juega y qué juego de camisetas jugas. Yo quizás era muy hincha pelotas y lo chequeaba hasta cuando estaba arriba del micro y por las dudas llevaba el otro juego de camisetas, o le decía a las chicas ‘chicas, hoy jugamos con el azul, llevan el blanco igual’ por cualquier cosa que suceda, pero cuando vos de la cabeza no estás acá, porque estás acá, porque estás allá, en algún punto le vas a errar y no quiero caer sobre ningún nombre propio, sino voy a que a nivel dirigencial si nosotros tenemos un equipo que va a Colombia va con una sola persona que va a Colombia, si otro equipo va a Tailandia va otra persona encargada de ese equipo, no podemos estar «no llega mañana» porque así nos suceden las cosas que nos suceden y ¿sabes qué? las perjudicadas fueron las jugadoras. Y si hoy, porque ya lo hable con muchas, si yo les caigo a las jugadoras porque tuvieron la posibilidad, osea tuvieron la prensa de su lado, la gente que las apoyaba, era el momento de ellas, de decir ‘saben que dirigentes ponganse atrás nuestro que esta vez vamos nosotras adelante’. Y ahí no existe ni que me venga hablar quien venga para decirme que me calle ¿por qué sabes qué? yo perdí la medalla yo hice el sacrificio, digo yo porque fueron las jugadoras, entonces era la oportunidad de ellas, que se los dije un montón ‘es la oportunidad chicas de ustedes, de salir del barro’, pero bueno.»

«Por mi, en ese momento, puede venir Scola, quien sea a decirme ‘bueno chicas tranquilas’ que yo le voy a decir ‘si a vos te pasa esto Scola, ¿qué haces? no me digas que se van a quedar todos callados’, y vuelvo a decir, este equipo tenía chance de medalla, este equipo tenía chance de medalla, primera vez en la historia de todos los Juegos Panamericanos. A nivel equipo tenía todas las chances, pero aparte se notaba, se notaba como estaba el equipo, estaban bien... ¿Viste cuando ves una euforia dentro de la cancha? bueno se nota, se nota.»

«Consejos no les doy, simplemente si hablamos o demás, en charlas así trato de darles mi opinión y después ellas cada una ya son grandes y sabe cada una lo que tiene que hacer. Es un poco difícil transmitir lo que uno vivió porque yo creo que esas cosas se sienten entonces cada una lo siente a su manera. Pero bueno nada, siempre digo lo mismo, para mi cuando juega argentina parece que estoy ahí, porque por más que uno disienta en un montón de cosas, yo quiero que gane argentina.»

Además analizó si había una cuenta pendiente en su carrera y su juego en la selección a lo largo de los años:

«Como jugadora si, siempre se dice lo mismo ir a un Juego Olímpico, la chance que tuvimos en el 2008 también, estuvimos ahí y después de eso como que dije ‘ya está, cuatro años más no’. Así que si, un Juego Olímpico sí, me hubiera gustado. Y después no, como jugadora la verdad que no, siempre di todo lo que podía dar, nunca me guarde nada.»

«Yo creo que cuando cada uno sabe cual es el rol que tiene en el equipo no puede fallar, ¿qué iba hacer? ¿me iba a poner a pasar la pelota de cancha en cancha? no, para eso estaba Pavón, Paoletta, Cava, Nicolini, pero cuando uno sabe cuales son sus limitaciones y a donde vos podes ayudar, yo creo que no podes fallar nunca.» 

Para cerrar, le pedimos un consejo para las actuales jugadoras de Liga y Selección, a lo que Alejandra respondió: «Primero que estudien, que no dejen nada; a parte hoy por suerte tienen la suerte de hacer eso porque no es que viven del básquet pero tienen esa ayuda y más si alguna tiene la suerte de ir a Europa, hoy la gran mayoría se va a Europa. Y después a nivel selección, para mi, que estén siempre dispuestas.»