A las 14:30 de argentina, con televisación de DeporTV, se realizará en Madrid la final de la Copa del Rey, encuentro que enfrentará a dos poderosos del básquet español, Real Madrid y Barcelona, y además contará con la presencia de tres argentinos en cancha: Gabriel Deck y Nicolás Laprovittola, por los locales, Leandro Bolmaro, en la visita.

Esta es la vez número 57 que se enfrentan en este torneo y el récord histórico se encuentra 33-21 a favor del Barcelona, conjunto que además venció en las últimas dos ocasiones (2019 y 2018). Para encontrar la última victoria del Madrid debemos viajar a febrero del 2015. El dato de color, los tres encuentros fueron finales de copa.

Sin dudarlo son dos de los grandes del básquet español y si hablamos de títulos en Copa del Rey los números hablan por si solos. Los locales llevan 49 finales disputadas, de las cuales 28 coronaron con el titulo; mientras que el Fútbol Club Barcelona jugó un total de 36, en 25 de ellas se consagró campeón.

El local es el actual defensor del torneo, buscará repetir la coronación y con ese resultado convertirse en el primer equipo, desde 2002, capaz de conquistar el título jugando como anfitrión. Esta particularidad solo se dio con el CAI Zaragoza en 1984 y con el TAU Cerámica, en 2002. El Unicaja, tuvo la chance el año pasado pero el Madrid se la trunco.

Por otro lado, el Barça, buscará repetir las finales de 2018 y 2019, donde se quedó con la copa venciendo a este clásico rival. En la última incluso lo hizo en el WiZink Center, el mismo estadio en el que se verán las caras esta tarde.

El conjunto de Nicolás Laprovittola y Gabriel Deck llega tras vencer 85-74 al Valencia y 85-79 al Tenerife, en este último arrancando el encuentro desde la derrota. En ambos cruces el argentino de Colonia Dora tuvo una gran participación, en el primero llegó a su máxima en el Real Madrid, mientras que el base aún esta encontrando ritmo tras perderse más dos semanas de actividad por ser positivo de COVID19.

Por el lado Leandro Bolmaro, el Barcelona llega luego de vencer 103-93 al Unicaja, en tiempo suplementario y sin minutos del cordobés, y 77-68 al Baskonia, un encuentro en el que se dio revancha de la última final de la liga y donde el argentino tuvo un buen pasar a pesar de quedar fuera de la rotación por una alta acumulación de faltas.